Una de cada dos personas en el mundo (51 por ciento) ha visto afectada de manera negativa su salud mental a causa de la pandemia de coronavirus.

Así lo afirma un estudio aplicado a personas de siete países por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemorará este sábado 10 de octubre.

“Las restricciones impuestas por el confinamiento, la falta de interacción social y la profundización de las dificultades económicas inciden en la salud mental y el acceso a la atención a las personas”

Comité Internacional de la Cruz Roja

Entre las principales conclusiones del reporte, titulado ‘La mayor necesidad era ser escuchado: La importancia de la salud mental y el apoyo psicosocial durante el Covid-19’, están que a raíz de la pandemia:

  • Se agravan enfermedades mentales ya existentes

  • Surgen nuevos padecimientos

  • Se ve limitado aún más el acceso a servicios de salud mental

El estudio consistió en aplicar encuestas en Colombia, Líbano, Filipinas, Sudáfrica, Suiza, Ucrania y Reino Unido, a 500 personas por país, como una muestra representativa de lo que estaría sucediendo en el mundo.

La investigación del CICR destaca que la incertidumbre sobre la enfermedad, cuánto durará la pandemia y los impactos a largo plazo en otros ámbitos de la vida, son otro factor agravante para la salud mental. Ante ello, Robert Mardini, director general del CICR, destaca:

“La salud mental es tan importante como la salud física, sobre todo en situaciones de crisis, en las que las necesidades de salud mental adquieren una importancia crucial”

Comité Internacional de la Cruz Roja

Con base en ello, señala que la situación exige un financiamiento urgente y más elevado para salud mental y apoyo psicosocial en las respuestas humanitarias.

El estudio también destaca la necesidad urgente de tratar la salud mental de las personas que han estado en la primera línea de batalla contra el Covid-19, como personal médico, trabajadores sociales y recolectores de cadáveres.

Ello, considerando que todas estas personas han estado expuestas al virus de manera directa, trabajan muchas horas seguidas, viven acontecimientos traumáticos y frecuentemente son objeto de estigmatización en la prestación de apoyo a comunidades afectadas por desastres.

Con información de ‘En Punto’ y La Jornada