A sus 26 años, Belinda es capaz de dejar a miles con la mandíbula en el piso, y sin esfuerzo. Basta que se quite la ropa, se ponga un sensual bikini y desde cualquier playa deje que rayos solares acaricien su dorado cuerpo.

Ahora, el primer suspiro que se experimenta llega el nanosegundo siguiente de ver la portada de la revista Esquire de México y Latinoamérica, que se adorna con la infartante anatomía de la cantante, en topless.

Y aunque no se desnuda en su totalidad, no es necesario, sus curvan despiertan la imaginación aún que estén cubiertas de cualquier prenda, de lo que sea. 

La sesión fotográfica se aprecia en la edición de abril.