Adaptaciones live-action de anime ha habido varias con distintos resultados; pero ninguna ha sido tan polémica y con tanto revuelo que Dragon Ball Evolution. El filme desarrollado por Fox y dirgido por James Wong es una oda a todo lo que no se debe de hacer cuando tomas una franquicia de otro medio y tratas de adaptarla al cine; por ello no es de sorprender que recientemente el filme haya sido nombrado "La Peor Película de la Historia".

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Esto de acuerdo con una encuesta lanzada por la página especializada en cine FilmAffinity, que le preguntó a sus usuarios cuál era la obra cinematográfica más detestable que hayan visto; después de varios días de votación, Dragon Ball Evolution se llevó el deshonroso primer lugar, seguida de Una Loca Película de Esparta y El Proyecto de la Bruja de Blair.

Esta adaptación de la historia de Akira Toriyama se estrenó en abril de 2009, siendo recibida de mala manera desde su primer día en cartelera. Fue un fracaso rotundo en taquilla y en críticas, tanto así que Fox decidió dejar de lado cualquier proyecto relacionado con Dragon Ball (se planeaba una trilogía), a pesar de contar con los derechos de explotación; de hecho fue hasta el éxito de la Batalla de los Dioses en cines de todo el mundo, que regresó a hacerse cargo de las películas de Goku, aunque sólo distribuyendo el material animado, pues siguen sin tener la intención de hacer una nueva película.

¿Por qué es tan mala Dragon Ball Evolution?

La razones de la pésima calidad de Dragon Ball Evolution son varias. Para empezar, se decidió hacer caso omiso a toda la historia construida por Toriyama, Goku pasó de ser un niño inocente y aventurero, a un adolescente de Estados Unidos sin carisma del cual se burlaban sus compañeros de escuela; asimismo la producción decidió ahorrar en todo lo posible, lo que dio como resultado malos efectos especiales y locaciones descuidadas.

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Toei y Akira Toriyama trataron de llevar a buen puerto el proyecto; sin embargo, la productora estadounidense decidió pasar de largo de sus recomendaciones, haciendo lo que quisieron; de hecho, el propio director declaró posteriormente que él nunca había visto Dragon Ball y que no vio ni leyó nada relacionado a la franquicia al momento de hacer el filme.

Con información de FilmAffinity.