Basado en gran medida en los hechos reales del atentado sucedido en el maratón de Boston en 2013 que quitó la vida a tres personas e hirió a cientos de personajes, Peter Berg explora a detalle los hechos subsecuentes junto a su colaborador frecuente Mark Wahlberg

Wahlberg participa casi como un agregado narrativo, a diferencia de todos los involucrados da vida a un personaje ficcionado. Tommy Saunders es un agente que un día antes de los atentados está envuelto en una operación antidrogas que se salió un poco de control, como castigo tiene que participar como policía raso en la meta final del maratón de Boston. Dando acceso a la acción desde que explotó la bomba casera entre la muchedumbre que esperaba a los competidores. El horror es indescriptible y Saunders se adentra en la búsqueda de los culpables de tal bajeza humana.

Paralelamente nos dan una mirada a la mente retorcida de los terroristas, su comportamiento y su relación dificultosa de estos rufianes.

La cinta es casi como un recuento de hechos de la forma más americana posible. El convertir una tragedia en una aventura y presentar a la sociedad con dos bandos morales: los malos y los buenos, es una forma muy simplista de ver las cosas, más ahora con los más recientes hechos mundiales que son miles de veces más atroces que este atentado, aun así es una historia que es digna de verse en un servicio de streaming de paga y no en una sala de cine, a menos que no se tenga opción.