La historia de la lucha por los derechos de la población LGBT tiene su origen en 1969, en el bar Stonewall Inn de Nueva York, lo que desencadenó la participación de Marsha P. Johnson, quien se convirtió en una icónica mujer trans.

Ello, porque cuando la policía arrestó a varias personas LGBT, Marsha P. Johnson y sus amigas comenzaron a manifestarse en contra de la discriminación que vivían.

Marsha P. Johnson

¿Quién fue Marsha P. Johnson, la icónica mujer trans?

Marsha P. Johnson nació el 24 de agosto de 1945 en New Jersey, Estados Unidos, bajo el nombre de Malcolm Michael Jr.

Su infancia estuvo marcada por la religión cristiana, pero desde muy joven comenzó a practicar el travestismo, aún cuando las personas a su alrededor la reprendían.

En consecuencia, Marsha P. Johnson se mudó a Nueva York para intentar sobrevivir como persona LGBT, ejerciendo el trabajo sexual hasta que se dio a conocer como una de las primeras Drag Queen.

Marsha también era conocida por sus atractivos atuendos, sombreros extravagantes y joyas glamorosas. La letra P en su significa ‘Pay It No Mind’ (no le hagas caso), frase que se convirtió en su sello personal.

Marsha P. Johnson

¿Qué hizo Marsha P. Johnson por los derechos LGBT?

Tras los disturbios de Stonewall y las manifestaciones de Marsha P. Johnson, esta pasó a convertirse en una de las caras más visibles del movimiento.

Junto a su amiga Silvia Rivera, cofundó ‘Street Transvestite Action Revolutionaries’ (STAR), una organización cuyo propósito era ayudar a miembros de la población LGBT en situación de pobreza extrema.

Para 1975, Marsha P. Johnson fue fotografiada por Andy Warhol para una serigrafía llamada “Señoras y caballeros” en donde aparecían otras Drag Queens negras y latinas.

Marsha P. Johnson

En los 80, formó parte del movimiento ‘ACT UP’ que buscaba la creación de leyes en favor de las personas contagiadas con VIH.

El 6 de julio de 1992, a los 46 años, Marsha P. Johnson fue encontrada sin vida en el río Hudson; las autoridades dijeron que se trató de un suicidio y negaron a su familia ver su cuerpo.

Sin embargo y como era de esperarse, miembros de la población LGBT se manifestaron para exigir una investigación eficiente hasta que en 2012 se admitió la posibilidad de un homicidio, sin encontrarse culpables.

Marsha P. Johnson