Muere el hijo de Erick “Terrible” Morales a los 23 años de edad, el expugilista lamentó el deceso mediante fotografías y mensajes en sus redes sociales.

José Fernando Morales Anaya, hijo del “Terrible” Morales murió a muy temprana edad, pero no se dieron a conocer las causas.

El ex boxeador escribió emotivos mensajes, acompañados de fotografías de su hijo: “Te amo mi Fer que dios te cuide y te tenga en su gloria. José Fernando Morales Anaya ! Mi Ferny”, se lee.

El mundo del boxeo se encuentra de luto y varias personalidades le enviaron condolencias al deportista, luego de la terrible pérdida.

Personalidades que le enviaron condolencias a Erick “Terrible” Morales

Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo se unió a la pena y a través de redes sociales escribió un mensaje.

“La comunidad mundial del boxeo se une en oración y dolor por el fallecimiento del hijo de Erik Morales, Fernando. Que la gracia de Dios permanezca cerca de él y su familia durante este proceso”, se lee en su cuenta de Twitter.

Asimismo, el periodista y analista de ESPN; David Faitelson le envió un mensaje lamentando la pérdida y le mandó fuerza para enfrentar la devastadora situación.

“Mi más sentido pésame para Erik Morales @terrible100 por el sensible fallecimiento de su hijo, Fernando. QEPD y que Dios le brinde fuerza a la familia…”, se lee en su cuenta de Twitter.

Trayectoria de Erick “Terrible” Morales

Erick “Terrible” Morales es originario de Tijuana Baja California y actualmente tiene 45 años. Inició en el boxeo a los 5 años de edad y poco a poco fue destacando y abriéndose camino de manera profesional.

Debutó de manera profesional a los 16 años y derrotó por la vía del nocaut a José Orejel y en 1995 consiguió su primer título, el Campeonato Nacional de peso Supergallo.

Sin duda fue uno de los mejores pugilistas de su época y gue ganador en 4 categorías: supergallo, pluma, superpluma y superligero.

Tras abandonar el ring, ahora se desempeña como diputado y entrenador de box. Desde 2018 incursionó en la política, algo que ya es común en los deportistas tras su retiro.