Racing Club de Avellaneda es uno de los cinco grandes del futbol argentino. En 1949, el club ganó su primer campeonato nacional. Tras conseguir diferentes títulos, vinieron 14 años sin penas ni glorias, y supieron ser campeones nuevamente en 1966 con un récord histórico: 39 partidos sin conocer la derrota. En 1967 parecía que no había equipo capaz de hundir las aspiraciones de Racing en la Copa Libertadores, y así fue: el equipo se coronó campeón del torneo y posteriormente la Copa Intercontinental ante el Celtic de Escocia.
Racing se coronó como soberano mundial; el primer club argentino en lograrlo. Tiempo después, la “Acadé” comenzó una inexplicable debacle que, incluso, lo hizo descender en 1983 y estar dos años en la Primera B para regresar a Primera División. Los años sin conseguir títulos, provocaron la búsqueda de algún motivo para esto; la respuesta fue el equipo vecino: los Diablos Rojos del Independiente de Avellaneda. Comenzaron las leyendas sobre que los fanáticos de Independiente habrían enterrado siete gatos negros detrás de uno de los arcos en la cancha de Racing. El relato se hizo cada vez más popular a medida que pasaban los años, la institución no salía campeón y cosechaba fracasos inexplicables.
Guión: Cristian Rivas @cmrivass Colaboración de @labarra_fm con @sdpnoticias
