El pasado 17 de junio el CENACE declaró estado de emergencia en la Península de Yucatán por falta de electricidad, ante la indisponibilidad de gas natural, en otras palabras, el comunicado dice que habrá apagones porque Pemex no manda gas natural a la península.

Esa situación generó nerviosismo entre los yucatecos. Para calmar las aguas, el 18 de junio, CENACE emitió otro comunicado que preocupó aún más, al asegurar que la CFE está terminando un oleoducto en Puerto Progreso que pretende llevar diésel a la central eléctrica Mérida III. 

Entonces, ¿no llevarán gas natural, sino diésel que es más caro y contaminante y además construirán un ducto que no es necesario?

Ante la emergencia, el CCE de Yucatán emitió un posicionamiento en el que exigía una solución integral a la brevedad.

La solución a la crisis del compañero presidente y sus cuates 

En gira de trabajo por el estado de Yucatán el pasado sábado, el compañero presidente llegó con la solución mágica: La construcción de una planta de generación de energía eléctrica en la Península de Yucatán ante los apagones cada vez más recurrentes.

Dijo, como siempre lo hace, que “en las administraciones anteriores” existió un abandono en el tema energético y que por eso ahora se presentan situaciones de este tipo, pero afirmó que con esta planta: "Vamos a tener gas natural suficiente en toda la Península de Yucatán (...)", asegurando que con esto ya no se sufrirán más apagones en la región. 

Mentira tras mentira, contradicción tras contradicción

1.- En lo que va de este año se han registrado al menos tres apagones de gran magnitud, al respecto, el director de CFE, Manuel Bartlett, declaró en abril que “desde tiempo atrás tiene una relación muy estrecha con PEMEX y CENEGAS, para tener asegurado todo el combustible como el gas natural”. Aseguró incluso que los apagones no se derivaron de la falta de gas natural sino de los incendios de la maleza. Bueno, grave contradicción, ya que AMLO asegura que son por falta de gas natural.

2.- AMLO asegura que las administraciones anteriores habían descuidado el tema, pero resulta que hace tan sólo un año, se comprometió una inversión pública y privada por aproximadamente mil 750 millones de pesos con el fin de llevar gas natural a la Península de Yucatán.

Como con el NAICM, ya existe la solución ¿la van a destruir? 

El acuerdo fue firmado en las oficinas de CENEGAS el 7 de junio de 2018 y estuvieron además del secretario de Energía, Pedro Joaquín, el gobernador del estado Rolando Zapata y el presidente de Canacintra del estado, Juan Manuel Ponce.

La inversión para llevar molécula a Yucatán consistiría en la repotenciación y redireccionamiento de la estación de compresión de Cempoala, en el sur de Veracruz, que su vez se interconectaría el gasoducto Mayakan, al SISTRANGAS.

¿Qué pasó con todo esto? ¿Para evitar los problemas de generación en Yucatán, se creó la crisis?

La mano amiga que mueve todo

El pasado 7 de mayo se difundió un oficio mediante el cual la actual directora de CENEGAS, Elvira Daniel Kabaz Zagas, canceló el contrato para instalar turbocompresores y un sistema de regulación en la Estación de Compresión Cempoala, mismo que serviría para suministrar gas natural con el combustible proveniente de Texas.

También trascendió que la exdirectora jurídica e hija del dueño de Grupo Dahnos, también canceló la interconexión del ducto Mayacan al SISTRANGAS.

Estas decisiones crearon la crisis perfecta, desabasto, apagones y cancelación de inversiones productivas ante la falta de gas natural.

Al propiciar durante la última semana tal crisis, el CENACE preparó el escenario idóneo para que llegara “el salvador” con la solución: La creación de una nueva planta de generación y la promesa de que no habrá apagones.

Ante esto surgen una serie de preguntas: 

¿Cuánto costará la creación de una nueva planta de generación de energía eléctrica? Considerando que no sería necesaria, si se tuviera el abasto de gas natural tal y como se había planteado originalmente.

¿Por qué CFE está construyendo un oleoducto para llevar diésel a la Planta Mérida III y, seguramente, a la nueva planta anunciada por AMLO?

¿Por qué cubrirán el desabasto de gas natural con gas natural licuado? Un gas que es entre 7 y 9 dólares más caro que el que entraría a la península por el SIATRANGAS.

¿Se estará pensando en construir un ducto paralelo al Mayakan, totalmente innecesario y caro?

¿A quién quieren beneficiar con todo esto?

¿Qué grupo constructor se verá favorecido con la realización de una infraestructura mucho más cara? Porque todo lo anunciado costará, al menos entre 5 a 6 mil millones de pesos, frente a los mil 750 millones que costarían las interconexiones.

La realidad es que el sobre costo de la “solución salvadora” la terminarían pagando, tanto la CFE que produciría luz con combustóleo y diésel contaminante y caro, y los yucatecos que tendrán que pagar la luz más cara del país y además la industria tendría GNL que los sacaría de la competencia.

¿Volveremos a la política de subsidios, con la que todos los mexicanos pagaríamos los errores? 

Huele mal este despilfarro anunciado, huele a amigos, a dispendio y a desperdicio del dinero del pueblo en una innecesaria y contaminante "solución a una crisis auto generada”.