La encuesta semanal AMLOVEmetrics aplicada el pasado fin de semana —metodología: 800 entrevistas telefónicas con un margen de error estadístico del +/- 3,4%— dio el siguiente resultado:

1.- El 65.2% de la población ha visto o escuchado las conferencias de prensa mañaneras de AMLO.

2.- El 97.3% de quienes las han seguido, cree en lo que ha dicho el presidente en tales diálogos con los medios de comunicación.

Es decir, ya no hay duda de que Andrés Manuel conduce, por así decirlo, un “noticiero” con audiencia superior a la de los líderes de la radio matutina.

No sé si las mañaneras tengan más seguidores que los noticieros estelares de la TV, pero sería interesante intentar medirlo.

El ejercicio que cada semana realizan para SDP Noticias dos empresas, la encuestadora Opinión Pública, Marketing e Imagen, y la consultora Social Research Solutions, no deja ninguna duda: más allá de lo relevante que resulta que un presidente dé a conocer sus proyectos y preocupaciones, a la gente le gusta la forma en la que AMLO se comunica con los reporteros, con las reporteras que acuden a sus conferencias de prensa.

Hay calidad y profesionalismo en los y las periodistas que están con el presidente López Obrador cada mañana.

Hace tiempo Jorge El Güero Castañeda dijo que tales periodistas le hacían malas preguntas a AMLO. No estoy de acuerdo con ese juicio. No creo que Jorge, un analista de lo mas inteligente, lo hiciera mejor. Pero, si quiere, puede asistir a una de las mañaneras y preguntar lo que se le antoje a Andrés Manuel. Puede hasta opinar frente al presidente de México, criticarlo inclusive. Es la maravilla de tales mañaneras: todo se vale si no rebasa los límites de la libertad de expresión.

Me han preguntado por qué no voy a las mañaneras a preguntar yo mismo. No lo hago por tres razones:

1.- Me levanto temprano, entre cuatro y cinco de la mañana, pero me gusta tomar las cosas con calma en mi casa, de la que normalmente salgo hasta después de las diez horas. Por ningún motivo saldría antes —y a la carrera— para llegar a tiempo a Palacio Nacional.

2.- No podría superar el trabajo de los tres jóvenes periodistas de SDP Noticias que han estado en tales conferencias, Edmundo Morelos, Alberto  Rodríguez y Alexis Pavón.

3.- No sé preguntar. Digo, puedo hacerlo, pero necesito mucho tiempo para plantear mis dudas sin caer en contradicciones.

La sucesión 2024

Así las cosas, cuando los años pasen —como en la bella canción de José Alfredo Jiménez— y se acerque el momento en el que Morena tendrá que elegir a alguien como candidato (candidata) presidencial, llevarán ventaja aquellas personas del equipo de AMLO que más hayan participado en las mañaneras y, desde luego, mejor hayan hecho su trabajo informando a los medios.

1.- Durazo. Lleva cierta ventaja Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública. Ha estado en la mayoría de las mañaneras porque la reunión de trabajo previa, de las seis de la mañana, en principio está dedica al tema del combate a la delincuencia. Durazo ha aprovechado bien su participación en tales conferencias de prensa. Prepara lo que va a decir, lo expresa con claridad —excepto ayer que, cansado de más, se hizo bolas— y son lugar a dudas se ve convincente.

2.- Ebrard. Por su cargo, secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard pocas veces ha estado en las mañaneras y, cuando ha participado, no son del todo interesantes —no para la población en general— sus temas. Es uno de los hombres más conocidos y con mejor currículo del gabinete, pero el foro mas importante de la 4T, las conferencias de prensa del presidente, no lo favorece de manera natural.

3.- Alcalde. La titular de la Secretaría del Trabajo, tal vez la más joven del equipo de AMLO —y, por esa razón, la menos conocida— poco a poco ha ido construyendo una imagen pública. Uno de sus programas, el de emplear a más de un millón de jóvenes, se ha convertido en fundamental en las estrategias del presidente de México para combatir la base social que desgraciadamente tienen los capos del crimen organizado. Ella se ha visto bastante bien, por prudente e informada, en cada una de sus participaciones. Si no se marea o se la cree, tiene todo para arrasar a lo largo del sexenio.

4.- Octavio. Criticado por sus silencios cuando estalló la crisis de la gasolina, el director de Pemex, Octavio Romero, se vio obligado a dar la cara en las mañaneras con explicaciones estadísticas de todo tipo relacionadas con la situación de ductos y abasto de combustibles. Después de una primera intervención para el olvido —los nervios lo traicionaron—, el señor Romero mejoró notablemente como orador y, sin duda, es el que más y mejor ha diagnosticado el problema. La tragedia de Tlahuelilpan lo ha colocado, contra su voluntad, entre los posibles para el 2024. Ha tenido la claridad que le ha faltado a la secretaria de Energía, Rocío Nahle.

5.- Esteban. El secretario de Educación, Esteban Moctezuma —otro de los políticos con experiencia y capacidad operativa para lograr una candidatura presidencial— no se ha visto hasta el momento favorecido por las mañaneras. Al principio la eliminación de la reforma educativa lo puso en los reflectores, pero otros problemas más graves, sobre todo el incendio en Tlahuelilpan, lo marginaron un poquito.

Claudia y Tatiana

Creo —basado en mi propia percepción y en algunas encuestas que he visto—  que en este momento son dos las figuras de la 4T con mejor imagen pública, la jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, y la diputada Tatiana Cloutier. Ninguna de ellas tiene por qué estar, o no frecuentemente, en las conferencias mañaneras. Esto es, no cuentan con la ventaja del evento mediático más importante del presidente López Obrador. Veo difícil para cualquier superar a Claudia, pero le hará falta que se le invite a las mañaneras.

AMLO y las circunstancias le sacaron de la manga un competidor al priista Alito para el 2024, el gobernador Fayad

Antes de las conferencias mañaneras extraordinarias por la tragedia de Tlahuelilpan  en el PRI solo había un aspirante fuerte a la Presidencia, Alejandro Alito Moreno, gobernador de Campeche. No se veía a nadie en su partido con suficiente potencia política como para retarlo. Pero AMLO invitó a las mañaneras al gobernador de Hidalgo, Omar Fayad. A este se le dieron reflectores y los aprovechó. A pesar de su participación final un tanto desastrosa —se enredó con estadísticas de muertos y otras explicaciones fallidas—, Fayad ya es una figura nacional. No creo que Fayad esté ya al nivel del gobernador de Campeche, pero avanzó sin duda. Así las cosas, tanto Alito como los otros priistas —los aspirantes panistas también—tendrán que estar a la caza de alguna o algunas mañaneras en las que se traten asuntos de interés mayor para la sociedad mexicana.