Nos encontramos como cada seis años, ante un nuevo proceso de sucesión gubernamental. Ante la expectativa del relevo del Ejecutivo del Estado, en mi partido se manejan perfiles y se construyen pasarelas, que sin dejar de ser útiles, se corre el riesgo de una división que pone en riesgo la victoria en 2018.

Hay una sociedad poblana cansada de los abusos que no ve rumbo cierto ni puerto de destino. Hay que estar a la altura y darle respuestas a esta gente configurando  un nuevo gobierno para dar un golpe de timón y revertir las cosas.

 Estoy convencido, como muchos otros, que Puebla no puede seguir por el mismo rumbo ni tampoco regresar al que ya dejamos atrás. Es importante entonces, recuperar la gubernatura en las elecciones que se avecinan, y eso solo se puede conseguir con unidad. 

No es momento de sembrar discordia y dudas para conservar privilegios o para garantizar intereses personales o de grupo. Se necesita una auténtica y activa unidad con humildad e inteligencia para entender que en este momento, todos son necesarios.

En el PRI de Puebla necesitamos una buena apuesta ganadora, que sea factor de unidad entre los grupos. Estoy convencido, como muchos otros, que el único de los aspirantes que cumple con el perfil es el actual senador Ricardo Urzúa Rivera. 

Sueño con un PRI nuevo y renovado liderando la construcción de una Puebla próspera y segura. 

Esperemos que así sea.

Twitter @JaimeMateoMx