El Simulacro Electoral de la UNAM, máxima casa de estudios de Iberoamérica prueba, en mi opinión, dos cosas:

Tanto fue el entusiasmo levantado entre votantes de izquierda y amloístas en redes sociales que un simple tweet que hice al respecto de los resultados parciales de este ejercicio democrático (y el cual, con la falta de modestia que me caracteriza, puedo decir que destruyó completamente la estrategia sucia de activistas y derechistas de mofarse de AMLO con un trending topic bastante soso durante esta noche) rompió toda clase de records personales con, al momento de escribir esto, 1572 RTs y 118 favs.

 

Tengan su #AloneManuelLopezObrador 85.61% AMLO, 5.19% EPN, 4.87% Quadri y 4.33 JVM en el #SimulacroElectoralUNAM

Sin embargo, un ejercicio como el llevado a cabo este día en la UNAM no es para echar las campanas (y las campañas) al vuelo. Es un resultado alentador, claro está, pero también puede ser una fantasía peligrosa.

Hoy más que nunca y esto lo digo como seguidor de AMLO más que como editor en jefe de un medio, hay que hacer caso de lo que repite reiteradamente el tabasqueño en sus discursos: hay que informar de las trapacerías de EPN en el Estado de México y hay que convencer al menos a 5 votantes de sumarse a Morena y a las Izquierdas.

La otra opción, la de la derecha representada por el PRI y Televisa, representa más muerte, saqueos y hambre para nuestro país.

Regocíjense, pues, de este pequeño triunfo, pero no crean que esto significa algo más de lo que es: un resultado obtenido en una de las comunidades más informadas de todo México.

El verdadero poder de Peña y de las estructuras putrefactas del PRI se encuentra en los más pobres, en los olvidados y en los que están de rodillas y rendidos. A ellos es a quienes hay que convencer.

Ya veremos qué es lo que pasa pasa el 1 de julio.