Estuvimos muy atentos escuchando las posiciones de los diputados en el debate de la #ReformaLaboral, los pronunciamientos que desde temprano les tenían preparados sus asesores fueron leídos al pie de la letra, impecables, un debate y posiciones que no vimos durante los tres meses en que se mantuvo en espera la reforma, pero pues nunca es tarde y la oportunidad de aparecer en la foto para la historia no se puede desaprovechar. La votación alcanzó la mayoría requerida para calificar la aprobación en lo general, lo que fue anunciado en el altavoz para que lo escucharan las oficinas hasta el Ajusco, brincaran de júbilo y gritaran “sí se pudo”, claro, no todas las dependencias habrán actuado igual, seguramente en las Secretarías de Economía y Relaciones Exteriores lo primero que hicieron fue aflojar la corbata, luego sacar un suspiro y para al final lamentarse, por no haber apretado antes a los involucrados, dejarse confiar en el proceso, pues tuvieron que tragarse la balconeada trilateral, los señalamientos de Pelosi, pero sobre todo el abrir la discusión del T-MEC sobre este tema en el momento de mayor confrontación política al interior de Estados Unidos. Lo que sigue es de mero trámite, hecha la tarea sólo falta imprimir y engargolar, los Senadores la verán pasar medio día, levantarán la mano y se mandará a promulgar. Aquellos videos en donde se anunciaban entusiastas mesas de debate en el Senado quedarán como parte de los cortos atrás de cámara, para reírse un rato.

El otro debate se dio en los medios, ríos de tinta se han derramado alertando de los grandes cambios, ahora sí se viene una nueva época en el mundo sindical. Pero si revisamos en internet y buscamos el tema, notarán algo muy raro, como que falta algo que no cuadra, los únicos que no hicieron ni dijeron nada son precisamente los Sindicatos, sus líderes, que son cientos o miles, ni sus luces, dos o tres declaraciones ligeritas; historia muy distinta a 2012, en aquella reforma laboral de Calderón se tomó la Cámara de Diputados en serio, no como el pasado plantón de la CNTE, en esa ocasión hubo camiones incendiados en las puertas, fueron batallas campales. ¿Cómo lo explicamos? Será que decidieron aplicar la técnica del ataque del oso, hacerse el muertito hasta que el oso se canse y se vaya. También puede ser que haya algo más que nosotros no vemos, de otra manera cómo entender la euforia por la estocada de muerte al corporativismo sindical y que no pase nada.

Una de las explicaciones está en que todos son viejos lobos de mar, si a algo le entienden es a la política y sobre todo a los procesos de lo laboral. Seguro hubo alguna reunión en algún lujoso restaurante para ver las opciones, la primera es la parte operativa del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral recién creado, la punta de lanza de la estrategia, pues obviamente tiene un pequeño problema, pues resulta que en México no tenemos un dato exacto de cuántos contratos colectivos tenemos firmados, sólo para darnos una idea se dice que en el Estado de México hay 10,500 y que en la Ciudad de México 65,000, así que si andamos en esos promedios y le sumamos Aguascalientes, Querétaro, Nuevo León, Jalisco, por hablar de los más industrializados, más las otras entidades del país, seguro rebasamos unos cientos de miles de contratos colectivos, los cuales ahora serán concentrados por este Gran Hermano, todos, los de carácter local y federal, ya su sola inscripción y organización es una tarea titánica, si a eso le sumamos que se autoerigieron la facultad para analizar, supervisar, para expedir constancias de representatividad y dar legalidad, pues se necesitarán muchísimos funcionarios para hacerlo, pues no son datos y números que se metan a un Excel, hay que leer las cláusulas, emitir un dictamen, todo empezando de cero,  gente nueva haciéndolo, miles de contrataciones, lo que será difícil en el actual periodo de austeridad y recorte de personal. Pero, además, van a supervisar actos sindicales, asambleas, así que sumen otro bonche más de inspectores para que recorran el país haciendo esa labor, porque seguro habrá recuentos, titularidades. Lo que nos queda es preguntarnos: ¿se hará el trabajo con todos los sindicatos o se van a seleccionar, y en este último caso, con qué método? Se nos ocurren cuatro: volados con la nueva moneda de a diez, hacer montones y tirarlos al aire, el que quede arriba ese se revisa o bien, por el sesudo criterio del funcionario en turno, sea el que se elija, si no es general, entonces es discrecional, y lo discrecional en un estado de derecho es arbitrario. Esto puede explicar la aparente pasividad de los sindicatos cuando vieron la reforma, una cosa es lo que dice y otra muy distinta lo que se puede a aplicar. 

Sumemos a lo anterior, que los líderes sindicales también le saben un poco a la política, así que por eso la mayoría de los líderes de los grandes sindicatos se reeligieron y cambiaron estatutos por 6 años, las próximas elecciones en sus organizaciones serán pasando el actual sexenio. En este país no se puede aplicar la ley de forma retroactiva. Luego, como el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral comenzará a entrar en vigor en dos años, si es que el presupuesto lo permite, pues para entonces ya estaremos a medio mandato de la 4T, en lo que afinan y todo al Gran Hermano, se pasará otro año y comienza el tema de las elecciones, en menos de lo que pensamos ya llegó otra administración y quién sabe qué ideas y política en materia laboral traiga, así pues, la apuesta política de los sindicatos también marca su actual actitud.

Luego entonces, habrá que ver cómo califican la reforma los obreros de México, pero sobre todo los de Canadá y Estados Unidos, éstos últimos ya comenzaron a señalar que está floja y no cumple los objetivos buscados, la idea era tener mecanismos para aumentar los ingresos de los trabajadores en México que permitiera igualar las condiciones de competitividad, no que hubiera un Gran Hermano que permita pegarle a los sindicatos incómodos. Pero si la ratificación del T-MEC depende de esto, no de que hayamos hecho la tarea, sino de que esté bien hecha, podríamos tener un susto con los países del tratado, eso sí daría un jaque a todo. Esperemos que no pase, todo quede en abrazos comprensivos, a ver si no lo pagamos con aranceles, que el T-MEC entre en vigor y los abogados a estudiar el entuerto que dejaron.

Si quieres conocer la minuta aprobada, análisis y documentos relacionados a la #ReformaLaboral, entra a www.reformalaboralmexico.com 

** Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en Derecho por la UNAM