Si algo aprendimos los mexicanos en este sexenio es que regresar al PRI a Los Pinos no fue buena idea. Cuando Peña Nieto era candidato a la presidencia había un gran rechazo de la sociedad por que regresara el PRI a la Presidencia de la República. Y no cualquier PRI se perfilaba para recuperar la presidencia, estamos hablando del PRI del Estado de México, en particular del grupo Atlacomulco. Un PRI muy característico que carga con todos los peores estereotipos que puede tener el Revolucionario Institucional.

Aun así, Enrique Peña Nieto llega a ser presidente y el resultado un tanto desastroso está a la vista de todos en la actualidad. La lección aquí en el presente está, con las reformas estructurales atoradas, un presidente lleno de escándalos y con la peor aprobación que pudiese tener un presidente en México.

A dos años de la elección de 2018 los mexicanos parece que no terminamos de aprender. Como posibles opciones a 2018 están el PRI, el PAN y Morena. López Obrador encabezando Morena nunca ha estado en la Presidencia de la República, pero el PRI y PAN (PRIAN o partidocracia) ya han alternado en Los Pinos. Según muchas encuestas en este 2016, los candidatos más fuertes son López Obrador y la esposa del ex presidente Felipe Calderón.

Después de esta mala experiencia de regresar al PRI, ¿tenemos que volver a arriesgarnos regresando a los Calderón a Los Pinos?

Margarita Zavala no tiene logros que presumir como López Obrador, ni tampoco tiene la preparación de Jorge Castañeda. Mucho menos la ahora experiencia que han tenido Mancera o incuso en su corta gestión El Bronco. El PAN nos vende piñas con la imagen de que es mujer y ya. Sería interesante saber su posición respecto al Matrimonio Igualitario y sobre todo la ridícula marcha en contra de esta iniciativa.

Con Zavala es regresar al pasado, es decir, sería un retroceso. No sería raro que muchos de los colaboradores del sexenio de Calderón regresaran en escena si Zavala llegase a ganar en 2018. Tampoco sería raro que la violencia en el país siguiera igual o incluso un tanto peor en el tema de asesinatos, sobre todo relacionados con el narcotráfico. Tampoco sería raro que fuera una elección muy cerrada donde Zavala fuera abajo y de repente ganara como sucedió en el supuesto fraude de Felipe Calderón en 2006. Y qué decir de las empresas energéticas que son muy “amigas” de los Calderón, ahora que está la Reforma Energética no sería raro que muchas empresas de energía quisieran invertir con Calderón, quiero decir con Zavala sobre todo si son españolas estas empresas.

Sería triste que con esta experiencia que nos deja el PRI en el sentido de que regresar a un partido al poder no es buena idea, dadas las características que conllevan regresar a ciertos actores políticos. En este caso regresar a Felipe Calderón al poder a través de su esposa.

El contexto no es sencillo para México, de los tres partidos que tienen opciones para ganar en 2018, el PRIAN como ya he reiterado sería un retroceso. López Obrador que es quien encabeza la otra alternativa divide opiniones. El tabasqueño es odiado y amado sin sentido, es quien está arriba en las encuestas. El odio que tiene el peje se entiende por los múltiples ataques que le han hecho. Recientemente el diario Excesior se le ha lanzado al ataque con notas sin sentido respecto a supuestas propiedades. López Obrador prácticamente lleva 16 años en campaña hacia la presidencia, es normal que tenga un desgaste, lo curioso es que está al frente en las encuestas después de tantos años.

Pero aunque López Obrador sea la contraparte de la partidocracia, sigue siendo una no muy buena opción. El detalle en México hablando de política, es que nos estamos acostumbrando a votar por el menos chafa o el que se “vea” mejor. En México se vota con el estómago, con el hambre o con la simple vista. Nadie voltea a ver a los candidatos independientes que pudiesen ser una opción y no me refiero a todos porque también dejan mucho que desear algunos posibles candidatos independientes.

Digo que dejan mucho que desear algunos independientes porque cuando volteas a escucharlos terminamos igual de decepcionados que con los candidatos de partido. Un ejemplo es Noroña, en su etapa de celebridad llegué a ver uno de sus programas. No aporta nada, discute sin sentido. Llegó a mencionar en una de sus emisiones que si Trump llegara a renegociar el TLC estaría bien. Que incluso él voltearía a América Latina porque hay un gran potencial en ese mercado, es decir, sustituiría el comercio de EU con Latam. De ese tamaño de barrabasadas sale un posible candidato a la Presidencia de la República. No me imagino como Latam compensaría el comercio con EU, si bien es un gran mercado, pero no del tamaño del norteamericano. Radical y sin sentido la idea de Noroña.

No me imagino a Noroña con la política económica y menos con la diplomacia. Y luego dicen que Peña Nieto y su equipo son unos incompetentes. Mismo caso con Pedro Ferriz que ahora anda muy activo en redes sociales. Ferriz aprovecha el nuevo tipo de cambio de veinte pesos por dólar para reclamarle a Videgaray (alguien dígale que ya se fue del gabinete) y a Peña Nieto por el tipo de cambio. De acuerdo que el gobierno tiene responsabilidad, sobre todo por el tema del recorte del presupuesto. Pero que alguien le diga a Don Pedro Ferriz que gran parte depende de factores exógenos y no del gobierno. La economía mexicana cada vez está más conectada a la globalización.

Pues con este tipo de exigencias que hacen Ferriz y Noroña caracteriza a los posibles candidatos independientes. Que a decir verdad con estos comentarios lejos de verse grillos, se ven chafas, decepcionantes, se nota que no conocen de muchos temas y si los conocen opinan irresponsablemente para verse como héroes.

El escenario es ese, ver o elegir por el menos chafa y comenzar a escuchar a los posibles independientes que decir verdad no traen mucho que proponer que digamos. Si volteamos a ver a Jorge Castañeda, podemos ver que talvez sea el mejor posible candidato a 2018. O a López Obrador que de los que sí pueden ganar es el menos malo.

Los mexicanos debemos evitar repetir casos como regresar a un partido o a un grupo al poder, el ejemplo ya lo puso la actual administración, y lo difícil aún no termina, con el recorte al presupuesto se verá reflejado en la inversión pública para 2017. Una pena que no aprendiéramos de nuestros errores y volviéramos a repetirlos.

Twitter: @Hugo_Canelo