México y Honduras son los países latinoamericanos con más violencia contra periodistas. 

Es difícil saber de dónde vienen las agresiones porque el problema mayor es que no se procesan a los responsables.  La impunidad sin duda incita a mayor violencia.

En el día mundial de la libertad de prensa, asesinan en  Boca del Río Veracruz a tres reporteros gráficos de Notiver. Lo que sigue a la ejecución de Regina Martínez de Proceso donde aún no hay sospechosos.  Encuentran los cuerpos en bolsas. Hoy en Tamaulipas al estilo zeta, una decena de  colgados, otra de decapitados.

La ola de crímenes no ha parado en el Golfo.

El poder político del narcotráfico quien domina.

Las autoridades  han perdido el control durante el gobierno de Javier Duarte (ignoramos si  lo que “han retomado es el negocio”…)  porque a pesar de que los militares andan en las calles no pareciera es para cuidar a la gente, van en plan de caza.

 ¿Que pasó con el apoyo federal  en Veracruz?  ¿No existe la capacidad, los han rebasado, los han comprado?

Si el Estado Mexicano permite que maten a sus periodistas, que los silencien, es un Estado sin libertad, sin autonomía. Fallido.  

Desanima conceder razón a lo anunciado en la prensa nacional y extranjera: las mafias locales infiltradas en la vida pública, son las que están mandando.  

Las elecciones en puerta y en riesgo.