Como decimos allá en el norte del país, ¡Ah raza!

Vea el siguiente meme que circuló ayer y se hizo viral en redes sociales.

¿Un Instituto Nacional de Otros Datos? (INOD)

Es guasa, chascarrillo, chiste, broma que surge de las redes, el termómetro por excelencia del sentir de la gente.

Como dicen por ahí, cuando hay un problema, un argentino hace un tango y un mexicano, sí, un chiste, o meme.

Obvio reflejo del dicho de Ya Saben Quien, quien popularizó la frase, materia prima del INOD, que sería una especie de “instituto” símil del INEGI.

Pero el meme refleja esencialmente el mood de la gente, que según el diccionario alude “al humor o ambiente, utilizado particularmente en las redes sociales para indicar algo relevante en las vidas, un estado emocional que describe emociones”.

En el fondo, una respuesta, una desviación a una realidad alterna, que incomoda en la vida cotidiana, que lastima. El humor mexicano es harto creativo, sublime en algunos casos. Producto de una superposición de la realidad que impone el discurso político en este caso.

El INDO, es el brote del humor, como replica al mensaje oficial que se niega a reconocer realidades que golpean la cara al mexicano de estos días. 

Como que el  empleo y las oportunidades escasean, faltan medicamentos a los hospitales, la economía está estancada, los proyectos insignia como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, o el Aeropuerto Santa Lucía son monumentos improductivos, se desploman las evaluaciones de las calificadoras en Pemex, peor aún empeora la inseguridad, no baja la corrupción, nos humillamos frente a Trump, y el sargazo inunda las playas de Cancún y arrincona al turismo; realidades, todas, que se responden con la fantasía de: “yo tengo  otros datos”.

El humor social, que desconfía del mundo mítico que ofrece la 4t, y empieza a quebrantarse cuando se bajan del barco de seguidores figuras como Paty Navidad o Susana Zabaleta, es también reflejo de que el nuevo gobierno, prematuramente, empieza a perder la batalla de las redes sociales, que ya no son tan benditas.

Mientras el INDO sea un meme o chiste, no importa tanto.

La cuestión es que también es un aviso de que las discordias y desencantos pueden despertar síntomas de convulsiones en la vida social. Y males mayores. Y es que vaya que es un problema tratar de rebasar la terca realidad, que tarde que temprano se impone.