Incluyendo a Claudia Sheinbaum, de la Cuidad de México, hay 32 gobernadores/gobernadoras en nuestro país. Si sumamos al presidente la República, Andrés Manuel López Obrador, son 33 personas las que gobiernen el territorio mexicano.

Dos de ellos —el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, y el de Hidalgo, Omar Fayad— han dado positivo a la prueba del coronavirus.

Es decir, el 6% de quienes gobiernan el territorio mexicano se han contagiado.

Si sumamos al gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, a quienes han estado expuestos al Covid-19 —su hija dio positivo en la prueba que le realizaron—, entonces el 9% de quienes gobiernan la república mexicana han sufrido las consecuencias negativas de la pandemia.

La situación es bastante complicada. No la vamos a resolver, sino a empeorar con pleitos y politiquería

No todos, pero sí la mayoría de los mexicanos deseamos que al presidente AMLO le vaya muy bien; algunos, por convencimiento de que si triunfa el titular del poder ejecutivo, entonces México triunfará. Otros —es mi caso—, desde luego por ese razonamiento, pero también porque respetamos, admiramos y queremos a Andrés Manuel y, por lo mismo, estamos sinceramente interesados en que el proyecto de la 4T tenga una muy larga vida en nuestro país: debe mantenerse vigente varios sexenios para que pueda consolidarse.

Pero 'amor no mata conocimiento', dice el refrán. Es decir, muchos de quienes deseamos que el presidente López Obrador tenga éxito no podemos callar ante lo que consideramos errores de su gobierno, particularmente en el tema de la pandemia y en lo relacionado con lo que debe hacerse para torear a la crisis económica que ya nos alcanzó.

Andrés Manuel así debe entenderlo. Es cierto que el dirigente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, quien ya se ve candidato presidencial del PAN, no solo desea, sino que trabaja para que fracase la 4T. Pero no es el caso de Carlos Salazar, del Consejo Coordinador Empresarial, quien ha trabajado intensamente para que a AMLO le salgan las cosas.

Carlos ha sido crítico porque no está de acuerdo con la cancelación de las obras de construcción de una cervecería en Mexicali —personalmente yo tampoco estoy de acuerdo con eso— y, sobre todo, al dirigente del CCE le ha molestado, y mucho, que un colaborador de Andrés Manuel que ya se vio como candidato de Morena en el 2024 —el médico Hugo López-Gatell— haya impuesto su criterio basado en falsedades y demagogia para que se obligue a las empresas productoras de alimentos y bebidas a etiquetar sus mercancías de una manera tan burda que perderán ventas todos aquellos que intervienen en la cadena de distribución, incluidos miles de pequeños comerciantes.

El hecho es que Andrés Manuel  a veces no distingue entre quienes le critican para ayudarlo y aquellos que lo hacen para dañarlo. si pensara tranquilamente las cosas, esto es, si escuchara más a los sensatos de su gabinete, como Julio Scherer y Alfonso Romo, el presidente de México descubriría que tiene de su lado, ¡pero no en forma incondicional!, a la mayoría de la gente con un mínimo de influencia en México. En ese sentido, tiene el presidente AMLO que obligar a sus seguidores, y obligarse a sí mismo —cito al papa Francisco"a cuidar el trigo y no perder la paz por la cizaña".

Tranquilo, presidente, vales mucho, eres un personaje histórico y México te necesita. Gobierna para todos, sí, pero solo siguiendo los consejos y reflexionando sobre las críticas de quienes quieren con sinceridad apoyarte, pero conste, sin la incondicionalidad que a veces tus seguidores exigen y que de ninguna manera debe existir. En una sociedad libre esa es una vulgaridad que ni buscas ni aceptas. Por lo demás , Andrés, no te desgastes ya con los miserables que te atacan con todo. Ni tienen fuerza ni, tampoco, tienen la razón: la historia ya los ha derrotado. No les proporciones vida artificial ocupándote de ellos.