Hace algunos días varios periódicos cubrieron la nota de que la candidata a la Presidencia de la República Josefina Vázquez Mota asistió el domingo pasado al supermercado a hacer las compras semanales en compañía de su esposo y de una de sus hijas, lo que provocó que muchas personas que estaban en ese momento en el lugar se acercaran a la señora para saludarla, platicar y tomarse fotos, las cuales fueron esparcidas por Internet acompañadas de comentarios a favor de la señora; algunos mencionaban que ella sí era una señora de su casa y que como una mujer responsable se hacía cargo de ir a comprar los víveres necesarios para su hogar. 

 

¡Por favor! Yo no me chupo el dedo. Táchenme de incrédula pero no creo que lo acontecido en el supermercado haya sido un evento espontáneo y real. Obviamente el acto fue planeado como parte de su estrategia política. ¿Quién va a creer que la señora se hace cargo de esos menesteres? Mucho menos podría hacerlo estos últimos meses que ha estado de tiempo completo en campaña y difícilmente tiene un día libre para descansar. Quizá Josefina lo haya hecho en infinidad de ocasiones en el pasado, pero sinceramente no creo que ahora se ocupe de eso. Además, no es coincidencia que haya sido tan bien fotografiada durante esta actividad, ¿o será casualidad que haya habido un fotógrafo profesional en ese momento?

 

¿Estrategia original? Efectiva sí, original no. Recordemos como el Presidente Barak Obama ha hecho lo propio en más de una ocasión. Ha salido como cualquier hijo de vecino a una librería acompañado de su hija para hacer algunas compras navideñas, a un Bestbuy donde se dejó ver platicando con los empleados y seleccionando productos, y ha sido visto hasta repartiendo pizzas.

 

Pudiera pensarse que el hecho de que la candidata haya ido al super con su familia puede lograr muy poco impacto en la mente de los mexicanos, pienso lo contrario. Las personas con las que Josefina se tomó fotos las compartieron en la red, por lo tanto algunos de los seguidores o amigos de éstos lo llegaron a compartir con sus amigos, y así sucesivamente provocando el efecto bola de nieve y logrando que se haya convertido en uno de los temas más comentados en las redes sociales, esto aunado al comentario boca en boca y al hecho de que varios de los periódicos digitales más importantes del país publicaron las fotografías y la nota, por lo que apuesto que el "mensaje" llegó a millones de mexicanos.

 

¿Qué quiere lograr Josefina con este tipo de actividades? ¿Qué quiere demostrar? Primero, que ella sí es la señora de su casa, que hace el super y sabe los precios de un aguacate y hasta de un kilo de tortillas. ¿Escuchó señor Enrique Peña Nieto?

 

Segundo, demuestra que no le da pena que el pueblo mexicano sepa que tiene una hija muy pasada de peso como se especuló hace algunas semanas cuando la revista Quién publicó en su portada a la señora acompañada de su familia menos a la mencionada hija. En esta ida al super la señora se hizo acompañar inteligentemente por su una de sus hijas, si, por la misma en cuestión.

 

Tercero, sin violar la veda electoral, hace campaña. Durante la intercampaña aún y que los candidatos pueden ser entrevistados por los medios, tienen prohibido promover su candidatura, llamar al voto, hacer actos proselitistas. ¿No es este un tipo de acto proselitista? Pues técnicamente no.

 

Ahora ¿Qué sigue? ¿Qué clase de peripecias veremos hacer a los candidatos durante esta veda electoral? ¿Será que pronto veremos escogiendo tomates a Enrique Peña Nieto en el mercado de Tepito? ¿O al señor López Obrador barriendo afuera de su casa,  sacando la basura o vendiendo tacos callejeros?

 

Esto está y se pondrá más divertido.

 

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