El sur y los programas sociales
Este pasado domingo, como casi cada semana desde hace ya un año, SDP Noticias publicó los resultados de AMLOVEmetrics. La encuesta con muestreo representativo nacional versó sobre la apreciación personal que se tiene del rumbo de la economía nacional.
Para mi sorpresa, un apabullante 75 por ciento de los encuestados dice sentirse igual o mejor en materia económica con AMLO a la cabeza del ejecutivo federal. ¿Qué explica la aparente disonancia entre este sentir ciudadano y algunas cifras y datos duros que se revelan con tendencia a la baja, mes con mes, sobre el comportamiento de nuestra economía? Respuestas hay varias; algunas de ellas las propone la misma nota que da a conocer los resultados de la encuesta.
Pero yo me quiero concentrar aquí en una que en muchas ocasiones se menciona en los artículos de opinión y análisis de fondo, mas pocas veces se relaciona con los altos índices de aprobación de la gestión del presidente López Obrador.
Me refiero al efecto que tiene ser receptor de alguno de los programas sociales —en mi opinión de corte claramente clientelista— en la alta popularidad del primer mandatario. Y en ese mismo sentido, el ser beneficiario de los programas sociales es lo que lleva a la gente a pensar que en materia económica “va mejor que antes”.
En el sur del país, el efecto de estos programas en una “clientela” ávida de ellos, es suficiente para arrasar en las urnas, al menos en las percepciones iniciales de procesos electorales en las entidades de la región.
El norte y las tendencias electorales
Claramente el norte de México es otra cosa. Simple y sencillamente hay menos pobreza y, por lo mismo, el efecto electoral de los programas sociales es menor.
Veamos a vuelo de pájaro los resultados de las pasadas contiendas locales en otros estados: Morena —después de haberlo perdido frente a Acción Nacional (y PRD y Movimiento Ciudadano) con Martha Érika Alonso— resultó victorioso en las elecciones extraordinarias en Puebla. Pero a medida que vamos subiendo geográficamente en el país, nos encontramos que en Aguascalientes, Tamaulipas y Durango a Morena el PAN le “pasó por encima”.
Nuevo León es la joya de la corona
Para 2021 en esa entidad, de acuerdo a otra encuesta de opinión, Morena con su mejor opción electoral (Tatiana Clouthier) estaría muy lejos de arrasar. De hecho, ni siquiera ganaría.
La encuesta de El Norte de Monterrey la ubica en empate técnico, pero abajo, de Samuel García (MC), Clara Luz Flores (PRI) y Víctor Fuentes (PAN).
Tan se ve difícil Nuevo León para Morena, que Tatiana insiste en hacer política en Sinaloa. De hecho, aunque en cualquiera de las dos entidades federativas tiene opciones para competir, quizá prefiera la de su estado natal y no la de su estado de residencia. Finalmente, el apellido Clouthier tiene más fuerza en Sinaloa que en Nuevo León y posiblemente en tierras sinaloenses sí arrase.
Un PRI es competitivo
Mucho se insiste en círculos políticos en que la priista Clara Luz Flores (apoyada por Olga Sánchez Cordero y Alfonso Durazo) será la candidata de Morena en la entidad regia. Y, efectivamente, si se hace un análisis superficial de la encuesta de El Norte, la salida del PRI de Clara Luz aparentemente dejaría al priismo sin opciones valiosas.
En un análisis correcto de dicha encuesta, sin embargo, es otro priista, Adrián de la Garza (alcalde de Monterrey), el único que supera en dos careos al hoy líder, Samuel García.
Dicho de otro modo, si Flores emigrara a Morena se despejaría el camino para una candidatura tal vez más fuerte en el PRI: la de Adrián de la Garza.
Luis Donaldo Colosio Riojas
También se habla con insistencia de que habrá guerra sucia contra Samuel García que podría descarrilarlo. Pero si la guerra sucia (basada en acusaciones reales o inventadas contra los negocios de su familia) tuviera éxito, ello no significaría el fin de Movimiento Ciudadano en Nuevo León. El partido de Dante Delgado tendría otra opción excelente e irreprochable: Luis Donaldo Colosio Riojas, el hijo del candidato asesinado que ya se prepara para buscar la alcaldía de Monterrey, con muchas posibilidades de alcanzarla.
La izquierda en Sonora
En Sonora, Morena tampoco la tiene asegurada. Una de las aspirantes, Ana Gabriela Guevara, parece que ha quedado fuera de la pelea por las acusaciones en su contra de malos manejos en la administración del deporte mexicano (CONADE). Ya no se ve claro que AMLO la apoyaría (no para Morena, al menos). Y aunque ella podría irse por el PT (es la única que ha hecho fuerte campaña incluso poniéndose la camiseta con el 21 en un juego de beisbol de los Naranjeros), esto solo dividiría el voto de la izquierda en la entidad. De hecho, aún más se podría dividir la izquierda si el PRD hiciera candidata a la gubernatura de Sonora a Cecilia Soto. Se cumpliría el sueño de Manlio Beltrones en la entidad: dividir a la izquierda para restarle fuerza.
Ello dejaría como opciones de Morena a Lilly Téllez (hoy senadora) y Alfonso Durazo. En ese caso, el segundo tiene más cercanía con AMLO —y por lo tanto es el favorito—, pero la primera cuenta con bastante más popularidad.
¿El PRI y el PAN en la entidad?
Estos partidos se encuentran a la espera de una figura que les rescate. Un buen cierre de la gobernadora Claudia Pavlovich podría poner en competencia a Silvana Beltrones, que iría por la revancha ya que fue derrotada en 2018 en la elección para el Senado. A diferencia de Lilly Téllez, que no tiene actividades en Sonora (la periodista ha hecho su vida profesional, exitosa sin duda, en la Ciudad de México), la hija de Manlio está muy cerca de sus electores, con los que hace trabajo social, además de que —se dice— ha hecho buen papel en el Senado.
Para el PRI la opción más fuerte es Ernesto Borrego Gándara. De resultar victorioso en la contienda por la dirigencia del Revolucionario Institucional, Alito Moreno tendrá que apoyarlo. Eso a pesar de que —o aun suponiendo— que la gobernadora Pavlovich se la juegue con Miguel Potrillo Pompa.
Por lo que al PAN se refiere, tanto el ex priista Antonio Aztiazarán, como el senador Damián Zepeda andan buscando la candidatura. Si ninguno crece lo suficiente de cara a la próxima contienda local, el PAN tendrá que recurrir a una figura de la sociedad civil.
Continuará...