El tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación negó otorgarle la inscripción al partido del binomio Calderonista. En esa coyuntura, los magistrados convencidos de las mayúsculas anomalías de Felipe Calderón y Margarita Zavala en el proceso constitutivo de su proyecto, cerraron el registro una vez que el propio INE declaró inválido sus aspiraciones políticas. 

Eso, por supuesto, provocó una serie de reacciones, incluso, la inmensa mayoría recordó el fantasma del 2006 cuando Felipe Calderón Hinojosa orquestó un grotesco fraude electoral al ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador. Esa premisa, marcó un precedente en la vida democrática de nuestro país, pero también, la realidad es que, Hinojoza, con todas las consecuencias que arrojó aquella época fraudulenta, gobernó sin legitimidad. De igual manera, demostró que el “haiga sido como haiga sido”, era la narrativa provocadora, cínica, espuria y sinvergüenza que obró sin escrúpulos al frenar la voluntad de las mayorías.

Hoy en día la justicia política cobró factura de lo acontecido; esos registros— por supuesto que no son una acción política del presidente López Obrador, sino, es el cúmulo de inconsistencias y hechos antisociales que engendraron a México Libre bajo la sombra de la corrupción. Eso, quizá, quedó grabado ante el desaseado papel evidenciado de inexplicables aportaciones, firmas y registros dudosos, asimismo, asambleas repletas de personas acarreadas. Esto se expuso en múltiples relatos que citaron el regreso al pasado y en los acontecimientos que estriban en la espuria.

Más allá de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación negó el registro, el vacío de poder se desgastó desde hace años. Felipe Calderón se envaneció y quiso estructurar un frente que realizara contrapeso a López Obrador. A pesar de tener la animadversión de toda una población, el Calderonismo estaba lejos de significar una alternancia; asimismo, concentró su mirada en la línea de ataque al presidente a través de la denostación. En ese intercambio, quizá el expresidente obtuvo menos dividendos y capital político porque AMLO está convertido en un fenómeno social.

Se acabó. El Calderonismo se sepultó ayer con el fallo del tribunal electoral. No sé realmente si sería bueno aceptar la invitación de Marko Cortés de regresar a las filas del PAN donde dejó un partido polarizado y sumido en la poca credibilidad. 

El ocaso de Felipe Calderón llegó. La obsesión de llegar al poder bajo el amparo de México Libre se terminó.

Notas finales:

Ya que estamos hablando de anomalías electorales, el presidente municipal de Morelia, Raúl Morón, ha entrado aún punto en la que la ansiedad comenzó a ganarle. Resulta que, al verse rebasado en las encuestas, — ha decidido recorrer el Estado y promocionarse como el aspirante de Morena; ese hecho, evidentemente constituye a actos anticipados de campaña— al reunir los requisitos en la violación de las normas del INE. El ahora munícipe está en todo el territorio, menos en Morelia, donde los múltiples problemas se agudizan ante el profundo vacío institucional. Por cierto, un sondeo reciente lo ubicó con más del 66% de desaprobación entre los morelianos, un porcentaje bajísimo.