La gran apuesta del gobierno federal que hoy nos rige era la reforma educativa, por encima de cualquier otra. Ya decía Enrique Peña Nieto en su discurso de toma de posesión que el objetivo era limpiar al sector y para ello lo primero seria, entre otras cosas, generar un gran censo de profesores que nos permitiera conocer la realidad de la planta docente nacional.

Algo innecesario si tomamos en consideración que ya se había hecho el ejercicio a petición del senado en la gestión del fallecido Alonso Lujambio, o sea, ya se contaba con esos datos y el mentado censo no es confiable ni lo será por lo extraño de su aplicación y presentación.

No obstante, se conformó la reforma que seamos francos, recoge los principales indicadores de cualquier cantidad de estudios de todas las corrientes que daban no solo la radiografía de los malestares el sector educativo, sino que todos coincidían (y coinciden) en que nuestro sistema educativo nacional se encuentra dentro de una letrina.

Esta reforma puede o no gustar a muchos, pocos o extraños, pero lo primero que es de reconocer, si no de alabar, es que se aprobó por todas las fuerzas políticas, son cosas muy especificas y francamente sin importancia las que se cuestionaron, se ajustaron o bien se desecharon, fue un consenso, que en mucho se explica por el estado tan deplorable del sistema educativo nacional, pero...

Tanto el gobierno federal como diversos actores y ?medidores del sistema educativo? necesariamente no quieren enfrentar una realidad que es la fundamental para que nuestro sector se encuentre como se encuentra: éste está secuestrado corporativamente.

Conforme va avanzando el tiempo se evidencia más. No importa que tipo de reforma educativa que se implante, de que corriente ideológica o política se trate, o sea producto del consenso, o de otro consenso que nos presente un modelo mejor al que se aprobó: SI NO SE DESMANTELAN LAS CUPULAS SINDICALES (SNTE Y CNTE) NINGUNA REFORMA EDUCATIVA VA A FUNCIONAR.

Es una cuestión no teórica, sino operativa, el SNTE de Carlos Jonguitud Barrios y Elba Ester Gordillo, tienen la sartén por el mango, y si no se le arrebata y se le acota de una vez por todas, ningún esfuerzo servirá. La historia de nuestro sector educativo nos lo muestra, tanto el SNTE como la CNTE son más aferrados y regenerativos que el mismísimo capitalismo, siempre ?negocian?, siempre se ?adaptan? y al final siempre se salen con la suya. Resultado, la afectación de generaciones y generaciones, de millones y millones de mexicanos.

No hace falta que aquí narre las prácticas sindicales que todos conocemos y que vivimos cotidianamente. Estos dos tumores tienen secuestrado al país (no lo dude), aunque se niegue y se quiera matizar, estos dos tumores atentan antes que nadie contra los profesores y el magisterio nacional.

Cuando se encarceló a Elba Esther Gordillo se pensó que era un golpe legitimador, en efecto, pero era también el aviso de que venía el ?cambio?. Fiel a su costumbre el SNTE se hincó, agachó la cabeza y negoció, pero en la espalda sigue sujetando la misma daga con la que se ha enriquecido. La CNTE fiel a su costumbre se endureció aún más.

El problema no radica en la ex líder sindical ni en los maestros de México, sino en las cúpulas sindicales. El gobierno federal entiende que debía agotar la herramienta de la negociación, así lo hizo, el SNTE negoció, pero la CNTE no y eso lo llevó a tomar la decisión de cortar de tajo la sección 22 de Oaxaca. Aplausos, sí, por todos.

No se puede seguir perdiendo más tiempo, sigue el SNTE. El gobierno no puede caer en la trampa de siempre, incluso considerando que uno de los grandes filtros de la reforma educativa está en la evaluación, porque insisto, el SNTE se adapta y le va a dar la vuelta.

El nuevo secretario de educación y el régimen actual están perdiendo tiempo precioso para acabar de una vez por todas con el mal que aqueja al sector educativo. Si bien es por no verse autoritarios y por agotar la negociación, el sector y la sociedad de consumo mexicana no aguantan más.

Ahora bien, ¿qué pasó con la educación superior en la reforma educativa? Pareciera que no se tocó al subsistema, y presenta los mismos síntomas y la misma realidad que el sistema de educación básica. Aunque se quiera ocultar y matizar, la prueba de que ya observamos la punta del iceberg del gran problema son el movimiento en el IPN y próximamente la UNAM.

En efecto, las mismas prácticas que ejecutan tanto el SNTE como la CNTE operan a otro nivel en nuestro sistema de educación superior, con otros actores, y pareciera que al gobierno no le interesa, que no lo nota. Puedo poner miles de ejemplos: bajísima eficiencia terminal, deserción, nepotismo, tráfico de nalgas, venta de plazas, nulo aprovechamiento (recuerde que según un estudio, la mitad de los profesionistas que se titulan, que a su vez no son ni la mitad de los que se tienen que titular, no saben leer, no comprenden lo que leen), y un largísimo etcétera.

Si usted recuerda las banderas del reciente movimiento estudiantil del IPN, de primera mano se planteaban rechazo a ciertas reformas que ?limitaban? el aprendizaje de los estudiantes, entre otras cosas. En un arrebato de valor y legitimidad, los estudiantes triunfaron. ¿Qué los legitima? Ojo al parche: que esas reformas son las que quiso imponer Francisco Barnés de Castro en la UNAM y que lo consiguió Juan Ramón de la Fuente. Resultado, la UNAM ya se encuentra en el lodo. A excepción claro del cobro de cuotas y la ?permanencia? en la institución.

Ojo al parche. La UNAM está en tal crisis que esos grupos de poder se encuentran tan débiles que necesitan reforzarse con otros aliados que los revitalicen para seguir ostentando el poder y el ?control? de la institución, hoy no funciona el divide y vencerás, sino el unirse para un fin común.

Tan comienza a funcionar la reforma educativa, por acciones gubernamentales y empuje social, que el SNTE ya comienza a perder fuerza, sabe que enfrentarse a esas condiciones sería un suicidio y entonces busca nuevos mercados, nuevas fronteras. El objetivo a corto plazo: LA UNAM.

Ya han sido señalados los actores y los grupos que comienzan hacer esta maligna alianza, de concretarse uno de los primero síntomas que se sentirán en la UNAM sería la conformación de un nuevo ?sindicato de profesores?, muy ?funcional? no como el AAPAUNAM (según ellos, claro está).

Es tan grande el daño al sector educativo, que se necesitan de generaciones para regenerarlo totalmente, OJO AL PARCHE, les guste o no les guste la reforma a algunos, es una reforma viable, de consenso, y comienza a funcionar, si se quiere acelerar el efecto, necesariamente se tiene que erradicar a las cúpulas sindicales. NO TIENE NADA QUE VER ESTO CON EL GRUESO DE LOS PROFESORES DE MEXICO. Ellos, aunque usted no lo crea, son los más afectados por el SNTE y la CNTE.

El momento que atraviesa el sistema de educación superior es de vital importancia para que no se degenere más y ayude a que esa misma vialidad y ?cura? del sector educativo se dé a corto y mediano plazo.

El empuje social no debe parar, porque éste es la garantía de que la reforma siga funcionando y que estos dos ?monstruos? y los otros que se están formando caigan. Entre más se involucren los padres de familia en la educación de sus hijos a cualquier nivel, el proceso será más sencillo.

Si se sigue alimentando la $oberbia del SNTE, la CNTE y los grupos de poder en el sistema de educación superior, la reforma fracasará, si apoyados en el empuje social los eliminamos podremos contar con un sistema educativo funcional.

La soberbia es el origen de todos los pecados, de manera humilde y sencilla podremos erradicar los grandes malestares de México si seguimos por el camino correcto. Es la reforma educativa una reforma capital, y quizá la única reforma que sí es viable y que comienza a funcionar.