Carretera Golfo-Bajío

Parece revanchismo político, pero no lo es; tiene pinta de arrebato de terrenos a la orilla del Golfo de México, pero es todo lo contrario. Aparenta un uso rudo y con lujo excesivo de la fuerza, sin embargo, tiene todo el toque femenino e intelectual de una abogada recia.

Entre la interminable curva de contagios y picos estadísticos de la mortal pandemia por Coronavirus, el país del nuevo centralismo autodenominado “Cuarta Transformación”, comenzó una reestructuración económica y de progreso que brota desde la necesidad de fortalecer el federalismo.

Las entidades de mayor ingreso y crecimiento que tiene México en la actualidad para la exportación de sus productos e importación de lo necesario a través del Puerto Industrial de Altamira, se van a conectar con el desarrollo de la carretera Golfo-Bajío.

Se trata de Tamaulipas, gobernado por el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien anunció la nueva conectividad terrestre con Aguascalientes, San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato; obra que será puesta en marcha durante los siguientes días.

El federalismo con “alianza” o sin alianza, comenzó a sobrevivir con sus propios recursos. El ejemplo, es la confianza que el Gobierno de Tamaulipas, pone a la mesa de inversionistas locales, nacionales y extranjeros con la recuperación de 5.8 hectáreas mediante un litigio encabezado por Hilda Margarita Gómez Gómez, integrante del despacho de asesores del gobernador tamaulipeco.

Se trata de 58 mil metros cuadrados en la playa de Miramar, al sur de Tamaulipas; tres de estos lotes ubicados sobre el bulevar costero y los otros dos a la orilla del Golfo de México, en la meritita joya turística tamaulipeca.

Hilda Gómez, la nueva “dama de hierro”, encabezó ante la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, y posteriormente llevó ante la autoridad judicial por los delitos de peculado, asociación delictuosa y operación con recursos de procedencia ilícita el alegato jurídico que culminó con la entrega de esos bienes como dación en pago en reparación del daño causado al Estado de Tamaulipas.

No es persecución política, tampoco es algo personal, es como dicta el presidente Andrés Manuel López Obrador, recuperarle a la patria lo robado; pero sea este un ejemplo nacional donde a los tamaulipecos se les respetan sus tierras y quedan al servicio del pueblo y para el pueblo; solo que esto dicho en otro lenguaje por Cerbero, el gobernador tamaulipeco.

El COVID-19, no solamente está matando seres humanos, aniquila la economía del mundo, y acaba con la poca recuperación de empleo; a la fecha, más de 3 mil personas se quedaron sin trabajo en la zona Metropolitana de Tampico, por eso el interés de darle certeza a la tenencia de la tierra en la play de Miramar, porque de aquí la explosión turística y de desarrollo no solo del estado de Tamaulipas, sino de todo el noreste de México.

Después de recuperar estos terrenos ganados a la maña, a exfuncionarios y particulares, Cabeza de Vaca, va por más, muchas hectáreas más que están en poder de unos cuantos y son propiedad de Tamaulipas; esto es sólo el comienzo de un reordenamiento territorial y de justicia en Tamaulipas, y no es que valga más esto que otro tema, simplemente es gobernabilidad.

davidcastellanost@hotmail.com