Recuerdo muy bien que hace seis años las encuestas alineadas al sistema oligárquico jugaron un papel importante en la percepción de la ciudadanía. Así como en el 2006, muchas de las casas encuestadoras que hoy publican sus números como Consulta Mitofsky, la encuesta de Milenio –que hoy ya son otros encuestadores-, la de el Universal, del Reforma, y otras más, buscaban incidir en la percepción de la sociedad para cargar la elección hacia su candidato.

A diferencia de aquella elección polarizada, recuerdo muy bien cómo la casa encuestadora de María de las Heras jugó un papel importante con el resto de los estudios demoscópicos que se publicaban. Y rememoremos también, que hace seis años el puntero era el candidato que representaba el eslogan “primero los pobres”, contra el segundo lugar que era el candidato del empleo Felipe Calderón. Pues bien,  todos conocemos el final trágico de aquella elección, donde la última semana todas y cada una de las casas encuestadoras cerraban sus números con la novedad que el candidato de Acción Nacional había rebasado al candidato de la coalición PRD-Convergencia-PT, y María de las Heras no fue la excepción.

Hoy las circunstancias son otras –como lo expresaba en mi texto de ayer- para todos los mexicanos. La elección de este 2012 rompió con todo pronóstico, nunca vimos a un Juan Camilo Mouriño como candidato del PAN –por circunstancias trágicas-, tampoco logró posicionarse Marcelo Ebrard ante López Obrador. Y mucho menos, el puntero de las encuestas es el candidato incómodo de hace seis año.

Pues esta elección también es en circunstancias totalmente diferente para María de las Heras, después aquella salida –no en muy buenos términos- del diario Milenio, y que gracias a esa repentina separación, se ha comenzado a ver un trabajo con mayor credibilidad en sus números. Hoy los estudios demoscópicos de la Sra de las Heras son congruentes, gracias a un factor imprescindible, su lejanía con los círculos del poder de hace seis años.

De Covarrubias, sus trabajos han destacado en esta elección gracias a que han sido publicados sus números en un medio que nació siendo a fin al lopezobradorismo. Sin embargo, al hacer contraste, el estudio de María de las Heras nos muestra un dato muy interesante, el voto duro inamovible de Andrés Manuel López Obrador, sí, aquellos 15 millones de mexicanos que dieron el triunfo al candidato de la coalición “primero los pobres”. Con esta imagen, nos muestra que existe un margen real de revertir esta elección.

El Apunte

Cómo cambian las circunstancias con el tiempo, y más, si hemos sido apartados de los círculos del poder.