Ya se llegó al extremo. El apoyo de que tienen Alfredo y Guillermo Álvarez Cuevas del Poder Judicial comienza a hacer estragos en las familias de los socios de la Cooperativa Manufacturera de Cemento Portland La Cruz Azul. Un juez les “otorgó” medidas cautelares por las cuales perdieron su trabajo 13 miembros activos y 8 más que pertenecen al llamado Grupo Azul, ninguno de ellos tienen ingreso salarial por orden ilegal de un juez.

La ilegalidad consiste en que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (http://bit.ly/2XBEXqd) prohíbe en su artículo 5 que nadie puede ser excluido de un trabajo y no se le puede obligar a desempeñar cualquier función y ser despojado de su fuente de ingresos. Todavía más allá el 13 reza a la letra “Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales”.  Por lo tanto, la Ley General de Sociedades Cooperativas en su artículo 35 deja bien claro que la asamblea de socios en la “autoridad suprema” dentro de la Cooperativa (http://bit.ly/2JWW57g). Sin embargo, a los socios de la Cooperativa les quitaron su trabajo, aún con este marco legal a su favor.

Fue un juez del Poder Judicial que sin tener atribuciones les otorgó “medidas cautelares” a los hermanos Álvarez Cuevas, él es responsable del juzgado 24 de lo civil, Luis de Gives, su sentencia fue por encima de la Asamblea de Socios cometiendo un acto anticonstitucional al desconocer su carácter de socios y de trabajadores de la Cooperativa. Todo empeora cuando viene la impugnación a una segunda instancia, el magistrado de la sala 6ª civil, Francisco José Úber Olea, él mismo aglutina 18 casos judiciales de la Cooperativa Cruz Azul convirtiéndose en otro acto inconstitucional; a ello se le suma la negativa a pronunciarse ante la suspensión de derechos de los socios expulsados de la Cooperativa y sobre todo del despido injustificado de su puesto laboral para darle continuidad al amparo promovido por ellos.

El asco no se detiene ahí. Se sabe que la familia Álvarez Cuevas ha mandado a amenazar de muerte a las activistas de CruzHada, esposas de socios de la Cooperativa que luchan contra la transa y la corrupción orquestadas desde la Dirección General. Lo peor, las formas: Son amedrentadas y amenazadas de muerte en la calle y en presencia de sus hijos, este modus operandi se ha manifestado en la gran mayoría de las amenazas. Poco hombres que no actúan contra sus pares sino contra mujeres más que indefensas.

El miedo no cabe al interior de los socios de la Cooperativa. Todos están apanicados por las acciones de los hermanos Álvarez Cuevas pero ese terror debe ser el motor de su protesta, tienen todas las de ganar porque están ante una gran injusticia y sobre todo un saqueo de cantidades incalculables. Necesitan levantar la voz, hacerse oír porque hasta ahora les llevan ganada la carrera, por el bien de la Cooperativa más antigua del país, el pánico debe ser dejado atrás.