El título no es una referencia a quienes, constantemente se dice, son los padrinos de Peña Nieto, Salinas de Gortari o Arturo Montiel, sino a una foto de la presidencia publicada por el diario La Jornada el 20-09-14, y en cuyo pie se señala que la fundación Appeal Conscience ha otorgado en Nueva York, al nativo de Atlacomulco (dándole incluso el trato de ?su excelencia?), ??el premio Estadista Mundial 2014, por su liderazgo y los avances logrados en el país?.

Independientemente de que los analistas, las cifras y el pulso de la sociedad registren reiteradamente que no existe algo  semejante a ?avances logrados en el país?, sino todo lo contrario, ¿cuál es el perfil y en interés de quienes han otorgado dicho premio y por qué?

El creador en 1965 de esta fundación (una de tantas, excepto por el nivel de poderío de los miembros y participantes de ésta), fue el rabino Arthur Schneier. Y a pesar de que la fundación supone una alianza de religión y negocios (desecho para el descargo de ?culpas?), dice promover la paz, la tolerancia y la resolución de los conflictos étnicos, entre los miembros y premiados por la misma, destacan algunos de los más célebres ultraconservadores del mundo. Por ejemplo, Henri Kissinger, Michael Bloomberg, Nicolas Sarkozy, José María Aznar, Juan Carlos, el ?rey?-mata-elefantes, el banquero John Bond (HSBC), Paul Wolfowitz (Banco Mundial), Stepehn Haarper, y el nuevo ídolo del sionismo internacional, el actor Robert de Niro,?

Y así continúa la lista de ?finas personas?, a la cual se añade ahora la del premiado en 2014. En el hotel Waldorf Astoria, Peña ?agradeció el galardón que recibió a nombre de todo México, ?porque los avances no son resultado del trabajo de un solo hombre, ni siquiera de un solo gobierno, son logros de toda una nación?? (Milenio; 23-09-24).

Para empezar, hay que insistir en que no existen tales ?avances? durante la presente administración. Para continuar, si por avances, los que premian y el premiado, se refieren a las llamadas reformas estructurales -entre las cuales la energética ha sido ovacionada por el poder internacional y por la prensa a su servicio-, hay que reafirmar lo que es sabido por todos, que dicha reforma jamás ha sido consultada a los mexicanos, fue impuesta por dedazo por la mayoría de los legisladores que sólo obedecieron una consigna y, naturalmente, no consideraron el pensamiento siquiera de preguntar a la nación sobre un cambio tan trascendente que, antes que a ésta, beneficiará a ese poder internacional aplaudidor. Por tanto, si esa es la razón del premio, Peña sólo puede recibirlo a título individual, no en nombre de los mexicanos a quienes este galardón no honra.

Se entiende que los individuos agrupados en torno a la Appeal Conscience Foundation estén de plácemes, felices y que no duden en premiar a alguien que no sólo va en la línea de su concepto vital, sino que impone políticas que reafirman y fortalecen ese concepto y el consecuente poder trasnacional. ¿Cómo no va a estar contento el rabino Schneir o Henry Kissinger? Miren estas fotos de Nueva York:

Peña con el nuevo ídolo del sionismo internacional, Robert de Niro:

 

Con Henry Kissinger, intervencionista-golpista ex secretario de estado gringo; celebrando:

Recibiendo el consejo del sospechoso ultraconservador, Kissinger:

 

 Y mientras tanto, en México, Peña a la baja y como los cangrejos?