Robo de infantes, periodistas siniestros que buscan desestabilizar al país, candidatos y partidos de oposición que son algo peor que ?traidores a la patria?, difusión extrema de la violencia que destruye a México, son las estrategias del régimen para crear una ?histeria colectiva? que inhiba la participación ciudadana en las próximas elecciones.

 Ante un gobierno paralítico, frente al repudio de los excesos de la familia presidencial, gracias a la ineficiencia de los responsables de la seguridad y hacienda pública de la Nación, hoy aparece una especie de ?macartismo mexicano?, que por el origen sus creadores bien podría denominarse como ?nacartismo?, en el que todo aquel que disienta con el Partido Político en el poder es un mexicano desleal, subversivo, comunista e incluso terrorista.

El objetivo de estas acciones para difundir el terror es propio de las dictaduras totalitarias (aquellas en las que las que un partido político perdura durante 71 años en el poder), su objetivo dada su incapacidad para gobernar eficientemente es crear una nueva legitimidad en su beneficio, a través de la difusión de los riesgos que amenazan la seguridad de población, a través de fuertes campañas de difusión en las que se usa principalmente nacionalismo, por ejemplo culpar a la prensa extranjera como responsable del complot contra el Presidente.

 No es casual que en las próximas semanas, la propaganda ?no oficial? e incluso la proveniente de oficinas gubernamentales, exalte las ideas más oscuras para forjar la imagen de un enemigo fundamental de México, el cual lo amenaza permanentemente e intenta siempre destruir, para esta historia no existe un mejor villano que los partidos políticos de oposición que no saben gobernar, pues dicen en los spots de radio y televisión que ?estamos? mejor con el gobierno actual.

 Polarizar las angustias, resentimientos y miedos a través de la difusión constante de mensajes subliminales en los medios de comunicación tales como las vulgares campañas en contra de Jorge Ramos y Carmen Aristegui o la difusión en la plaza pública de falsos rumores primordialmente señalando la sustracción de menores, son las mejores estrategias para desincentivar la participación ciudadana en la próxima jornada electoral.

 Aterrorizar a la población previo a una elección no es algo nuevo, más bien es algo común, la psicología al servicio de la política es un recurrente, podría decirse que es un medio histórico, y lo seguirá siendo, pero hoy día, el uso de Internet y sus redes sociales hacen que en México estemos mejor informados, comunicar la realidad del país a quienes todavía no acceden a estas tecnologías, será el mejor instrumento para combatir al ?nacartismo mexicano? que no tiene otro fin sino el abstencionismo electoral.

Porfirio Ramírez García.

Twitter: @Porfirio_RG