Frente a la crisis de los partidos políticos, la incapacidad de la oposición y con la extraordinaria estrategia electoral del compañero presidente y camarada Andrés Manuel López Obrador, no habrá quién le gane en el 2021.

La participación más importante 

La elección del 2021 será la mayor que se haya realizado en el país. Con datos del INE, el proceso electoral de 2020-2021 será el más grande y complejo porque se espera una concurrencia inédita de comicios, con un padrón electoral nunca visto, que según se calcula superará los 96 millones de personas, es decir, 6 millones más que en 2018 y se disputarán alrededor de 3 mil 500 cargos, 260 más que en 2018.

Aparte de renovase la Cámara de Diputados federal, se tendrá la concurrencia en las 32 entidades federativas con elecciones locales de las cuales en 15 se elegirá gobernador.

Cámara de diputados. Se elegirán 300 diputados por el principio de Mayoría Relativa y 200 por representación proporcional (plurinominales).

15 estados renovarán gubernatura, diputaciones locales y ayuntamientos: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colina, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.

En CDMX, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, se elegirán congresos locales y ayuntamientos.

Únicamente por ayuntamientos en Coahuila, Quintana Roo y Tamaulipas y congresos locales de Aguascalientes, Durango e Hidalgo.

13 partidos y dos opciones 

La contienda será entre 13 partidos políticos. MORENA, PAN, PRI, PRD, PT, Movimiento Ciudadano, PVEM, Redes Sociales Progresistas, (del SNTE-Elba Esther Gordillo) Encuentro Solidario (antes PES), Grupo Social Promotor por México (antes Nueva Alianza), México Libre (encabezado por Margarita Zavala y Felipe Calderón), Fuerza Social por México (del sindicalista Pedro Haces) y Fundación Alternativa (del expriista, César Augusto Santiago).

No hay partidos preponderantes, con excepción de MORENA, por lo que es de esperarse una elección altamente fragmentada, sin identidad, sin principios y sin ideales.

La elección tendrá varias características que vale la pena destacar:

1) Los partidos políticos se agruparán por bloques de alianzas, las de MORENA y las de la oposición. 

En pocas palabras, MORENA hará alianza con los mismos de 2018 como PT, PVEM, Encuentro Solidario (antes PES, el del movimiento conservador cristiano). A los que se suman nuevas franquicias como Redes Sociales Progresistas, de la profesora Elba Esther Gordillo, quien salió de la cárcel para sumarse al proyecto de AMLO; Fuerza Social por México, del líder sindical Pedro Haces, quien se quiere colocar como el nuevo Fidel Velázquez y el de Fundación Alternativa, de uno de los mapaches más grandes del priismo, César Augusto Santiago, cercanísimo del tabasqueño Roberto Madrazo y muy cercano al grupo Chiapas que hoy rodea al presidente de la República. 

Además de estos partidos, AMLO contará eventualmente, en diversas localidades con la alianza de MC, recordar que Dante Delgado armó un super teatro para debilitar al bloque opositor que se está conformando con los gobernadores del PAN y cuando fue necesario su apoyo que AMLO pudiera tener su periodo extraordinario, le mandó un senador para completar su mayoría.

El otro aliado en diversos estados, como Tlaxcala, Oaxaca, Campeche, Hidalgo será el PRI, donde actuaran más como morenistas que como priistas. 

Así el Bloque de MORENA conjuntará a 7 franquicias de las 13 que contenderán, más las que se sumen en el momento “oportuno”como el PRI y Movimiento Ciudadano. 

¿Y los opositores? 

Mientras que la oposición estará fragmentada, ampliamente dividida, por ejemplo, la agrupación de Calderón no podrá ir en alianza con el PAN, en muchos lugares PRI y PAN chocaran y MC entrará como factor de división, con lo que difícilmente podrán generar alianzas ganadoras.

2) La agenda electoral, aun en las elecciones locales, será impuesta por AMLO y mantendrá el debate en torno a su persona.

Actualmente, aún con la pandemia y la crisis económica que viene desde el principio de la administración, AMLO marca la agenda político electoral, e incluso fue él quien decidió iniciar las hostilidades de las campañas exhibiendo a un disque bloque opositor como el BOA y todas las mañanas dice que quien lo critica tiene intenciones electorales. 

En pocas palabras, AMLO no estará en la boleta, pero es él quien ha definido desde ya la agenda político-electoral.

Si uno lee, ve noticas o escucha a los analistas políticos y en general el debate en cada entidad, las referencias son en relación con lo que hace o deja de hacer AMLO. ¿Quién habla de las cuestiones locales? 

¿Cuál es el gran reto que enfrenta la oposición? 

El encontrar candidatos con propuestas propias, con trayectoria local y una agenda bien definida cercana al electorado. 

No caer en la trampa que a diario les pone AMLO ni en sus provocaciones. Tienen que dejar de ser contestatarios y no actuar como él, porque ese es el terreno que mejor domina, por el contrario, deberán llevar propuestas y construir liderazgos locales, es decir, establecer alianzas en temas específicos y muy concretos de sus comunidades, regiones distritos y municipios. 

El reto de la oposición se ve enorme, sobre todo porque quienes se dicen contrarios a la 4T, no alcanzan a destacarse en un escenario democrático como oposición. 

AMLO ya ganó el 2021.