En Argentina, una niña con mente de tiburón vendía dulces en su escuela y lograba ganancias de casi 5 mil pesos semanales.

La pequeña emprendedora, identificada con el nombre de Carolina, tenía un exitoso negocio en la escuela Nº62 Luis Piedrabuena.

Instituto ubicado en la localidad de Alem, a 90 kilómetros de Posadas, en Argentina.

Según reportan medios locales, la niña empresaria tenía, en promedio, ganancias semanales de entre 3 mil 580 y 4 mil 475 pesos mexicanos.

Dulces

Maestras le quitan a niña sus dulces y se queda sin negocio

La historia de Carolina, la niña emprendedora que venía dulces en su escuela, no tuvo un final feliz, ya que las maestras al percatarse del negocio la despojaron de su mercancía.

Esta situación generó la reacción de su padres, quienes estaban enterados del negocio dulcero que tenía la niña.

En una entrevista para el medio digital, Alem News, los padres de Carolina aseguraron que la niña siempre quería comprarse sus cosas, que ella se “quería ganar el dinero trabajando”.

Situación por la que no vieron con malos ojos que tuviera un negocio de dulces tan redituable, el cual le hacía ganar entre 716 y 895 pesos al día.

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Incluso los padres de la pequeña declararon que ellos mismos le resurtían la mercancía para que siguiera en el negocio de las golosinas escolares.

A pesar de la prohibición de la escuela para que esta niña venda dulces, ella ha decidido continuar con su emprendimiento.

Ahora, venderá dulces afuera de su institución educativa para evitar que nuevamente le decomisen sus dulces.

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Redes reaccionan a la niña empresaria que ganaba casi 5 mil pesos por vender dulces en su escuela

Las redes sociales no se quedaron indiferentes a la niña mente de tiburón que vendía dulces en su escuela y ganaba casi 5 mil pesos.

Alguno internautas mostraron su simpatía por esta mini emprendedora y justificaron sus acciones.

Incluso tacharon de injusto que las maestras de su instituto hayan despojado de su mercancía al pequeña.

No obstante, otras personas llegaron a comentar que no era correcto que una niña de 9 años vendiera dulces sin permiso en una escuela.