Las reglas del poder son las mismas. El juego, es exactamente el mismo desde hace siglos. Las circunstancias y los contextos pueden variar. Sin embargo, lo que más varía es el estilo o las formas de ‘jugar’ el juego del poder.

Antes, la pleitesía al líder primero que todo. Un presidente municipal creía que con ‘besar la mano’ del gobernador, tendría sus problemas resueltos. El diputado, si conseguía un guiño, sería el siguiente ungido. Ya no es así. Ahora, el pueblo tiene mucho más qué decir y la muestra las ha dado.

La comidilla estos últimos días en Sinaloa ha sido el alcalde mazatleco Luis Guillermo “Químico” Benítez. Morenista de cepa, eso sí. Fiel seguidor del Presidente López Obrador. Incluso en las horas más oscuras del macuspano, vimos al Químico apoyando al hoy titular del Ejecutivo Federal. De eso no hay duda. Ser obradorista de ‘abolengo’, tampoco da un voucher de impunidad. Todo lo contrario, tienen la obligación de ser ejemplares en las responsabilidades que les fueron conferidas por la gente. Que cada quien responda por sus actos.

Demócratas, humanistas, austeros y demás valores que enarbola la lucha de la cuarta transformación. Son características que deben abanderar los beneficiarios de la revolución popular del 2018. Quien falle, que sea juzgado por el pueblo y las instituciones.

El Químico Benítez contrasta con esas características. Gobierna el puerto de Mazatlán con singular displicencia. El primer edil no ha podido conciliar políticamente ni con su grupo. La ASE y el Congreso le han señalado desaseo en el manejo de la comuna. En ese sentido, el gobernador Rubén Rocha Moya ha enviado mensajes al Químico. Primero, que no intervendría para ayudarle con sus problemas legales. Segundo, que no consideraba necesario tanto viaje del alcalde, y menos uno tan lejano como el que estaba en puerta rumbo a España.

Don Luis Guillermo, acató. Recogió los mensajes del Gobernador, tomó el ‘librito’ y primero celebró que el Dr. Rocha no interviniera en los asuntos legales de la comuna. Segundo, optó por no viajar a España para encabezar el desfile de la Hispanidad 2022, mismo que tiene a la Perla del Pacífico como invitada especial.

Si el Químico piensa que esas acciones lo van a congraciar con el Gobernador (si es que hubiese alguna discordia) está completamente equivocado. Porque el Dr. Rocha Moya conoce las reglas del poder, pero juega con un estilo diferente. El mandatario sinaloense escucha a la gente y mientras el presidente mazatleco no recupere el favor de la ciudadanía, no habrá voluntad política por parte del ejecutivo estatal.

Quienes aún pretenden valorar con el estilo anterior de las formas del poder, están equivocados. Estiman desaire del gobernador no haberse quedado en Mazatlán para el juego con causa. Y considerarán una señal aún más grave, el que Alejandro “el diablo” Higuera acudiera al evento beisbolero con la representación de la autoridad estatal.

Desaire habría sido no acudir a Los Mochis para el “cuadrangular del bienestar”, cuando en Mazatlán acababa de tener un evento con Carlos Torres, Secretario técnico del Gabinete Presidencial y Coordinador general de Programas para el Bienestar. Anunciaron 324 millones de pesos en apoyo directo para pescadores en Sinaloa. De la visita del funcionario federal, ya les contaré luego.

El único mensaje que el Dr. Rocha parece enviar, es el de ser demócrata y de tener un estilo propio del ejercicio del poder. Se aleja del Químico porque claramente si el alcalde de Mazatlán ha de caer, que sea porque la población así lo decidió. El mandatario sinaloense no hará falsas promesas ni compromisos con el presidente municipal que no pueda cumplir. El pueblo pone y el pueblo quita. Si Benítez Torres ha de continuar como edil e incluso aparecer en una boleta, que sea también, por designio de los ciudadanos, no por acuerdos con el gobernador.

Vanessa Félix | Twitter: @vanessafelixmx