No es sorpresa para nadie que tanto el bando oficialista como la oposición cuentan con sus periodistas “a modo”. La polarización política que vive el país ha agudizado las diferencias entre los mexicanos, a la vez que ha acentuado las filias y fobias entre los líderes de opinión.

Carlos Loret de Mola ha consolidado su imagen como el principal periodista de oposición. Con sus investigaciones de Latinus ha sembrado serias dudas en torno a la honestidad del presidente AMLO y de sus hijos. Sin embargo, para la fortuna del tabasqueño y de su círculo familiar inmediato, sus altos niveles de credibilidad vis-á-vis la mayoría de los mexicanos le ha permitido sortear públicamente los embates en su contra.

Y, ciertamente, todo ha quedado dentro de la esfera de una investigación periodística, pues, a decir verdad, no ha sido comprobado ninguno de los hechos en torno a las casas de los hijos o los contratos supuestamente asignados por el gobierno federal.

Del otro lado del espectro político, Epigmenio Ibarra se ha convertido en quizás el principal propagandista del régimen. Con ese halo de supuesta superioridad ética y ese tono aleccionador que evoca a Carlos Salinas, imparte cátedra moral semanalmente, y denuesta sin titubeos a lo que él llama la “derecha conservadora”

Hace unos días, tras el debate, Xóchitl participó en una conversación con Ibarra en el programa de Ciro Gómez Leyva. El propagandista, fiel a su retórica, buscó lastimar a la candidata en relación con el tema de la utilización política de la tragedia del Rébsamen. Mientras Xóchitl aludía a su papel como la voz silenciosa de las víctimas de la tragedia, el maestro Ibarra (risas a discreción) buscaba restarle legitimidad acusándola de oportunista.

En otras palabras, Xóchitl Gálvez, sabiendo de antemano que Epigmenio buscaría acorralarla para provocar algún desliz narrativo, aceptó valientemente dialogar. Y no ha sido una excepción.

Ahora bien, si Gálvez ha aceptado someterse al escrutinio de sus más acérrimos enemigos… ¿por qué Claudia no acepta ponerse al teléfono con Carlos Loret de Mola? ¿O concederle una entrevista? ¿Le teme? ¿No le caen bien los periodistas que le plantan cara? ¿O piensa que debe evitar cualquier tipo de exposición pública que pueda reducir su ventaja en las encuestas?

En este tenor, persisten muchas preguntas que Claudia ha omitido responder. Si Xóchitl dialoga con Epigmenio… ¿por qué Claudia no hace lo propio con Loret? Muchos nos preguntamos.