“Para crear lo fantástico, primero debemos conocer lo real.”

Walt Disney

“Ésta es nuestra oportunidad de marcar la diferencia.”

Mujer Invisible, ‘Los cuatro fantásticos’

Si supieras con qué piedad te miro y cómo te compadezco en esta hora. En medio de la paz de mi retiro mi lira es más fecunda y más sonora.

Si con ello un pesar mayor te causo y el dedo pongo en tu llaga viva, debes saber que nunca me importó el aplauso ni nunca me ha importado la diatriba.

¿A qué dar tanto pábulo a la pena que produce una lírica victoria? Ya la posteridad, grave y serena,

al separar el oro de la escoria, dirá cuando termine la faena, quién mereció el olvido y quién la gloria.

Julio Flores

Si usted es fanático de los cómics, olvídese.

Estos cuatro fantásticos no son héroes que salvarán al planeta. Si acaso tienen la facultad de arrasar por donde pasan. Para lograrlo tienen indecibles ideas, las peores propuestas y, cuando las llevan a la práctica, fastidian todo. Ahora que, si a usted le apasiona la política comparada como a mí y está en proceso de superar a estudiosos como Scott Mainwaring o Laurence Whitehead, documentando el neopopulismo que recorre la región, le sobrará material para el análisis.

Como en gustos se rompen géneros, propongo un esbozo de algunos malandros que también podría ser la octeta trágica por cómo comandan sus países, para que usted, querido lector, opte por los cuatro ¿mejorcitos?

Los une el ser populistas y demagogos; la ideología no importa. Hay quienes se llaman de izquierdas y otros de derecha. Todos presumen ser austeros y sencillitos, pero la verdad es que solo son carismáticos pues apelan a lo más primitivo y básico de la gente. A sus carencias y dolencias.

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Componen la ralea de nuestra América.

Son entes por los cuales Simón Bolívar solo ofrecería rechazo. Ellos que tanto lo mientan...

Su referente es quebrar a sus países y a sus sociedades, tener a la gente hambreada, sojuzgada y manipulada, aunque eso sí, haciéndoles creer que no están siendo manejados cuando hoy más que nunca se les retiene con dádivas, con prejuicios y, ante todo, azuzando el odio a las diferencias, pero nunca en aras de que los de abajo logren vivir mejor.

En algunos casos utilizan la ignorancia de los pueblos, la forma más fácil de manejarles; no, de eso no son culpables, son beneficiarios de un sistema que prefirió mantener a su población idiotizada.

Pero vayamos al grano, ¿cuáles son los países americanos que hoy sufren el yugo de dictadores, tiranos, reyezuelos, déspotas y practicantes del nepotismo? En lo particular me costó decidir por cuatro sátrapas, por lo cual preferí poner a varios (solo algunos) en orden alfabético por su país.

Brasil, Jair Bolsonaro. De derechas, populista; de los países que más han sufrido el azote de la pandemia de covid-19 debido a las estúpidas medidas llevadas a cabo por el fantoche que dirige esa nación. Su egolatría no tiene límite al ser el único líder del G-20, que acudió apenas ahora a reunirse en Nueva York sin estar vacunado contra el covid-19. Se ufana de defender el medio ambiente, pero ha sido durante su régimen cuando se ha registrado el mayor azote en la historia contra la selva amazónica (medido en miles de hectáreas deforestadas).

Bolivia, Luis Arce Catacora. Secretario de Economía en tiempos de Evo Morales. Muchos le dan el crédito de cómo mejoró Bolivia económicamente, olvidando que una importante razón de dicha mejora se debe al litio, recurso natural del país. Tuvo cáncer de riñón y, para curarse este socialista fue a Brasil, a consultar médicos neoliberales de prestigio. A la hora de la repartición de las vacunas contra covid-19, se las ha negado a las familias ricas de la nación. Chantajea abiertamente pidiendo que voten por su partido “para poder trabajar y entonces dar recursos a las demarcaciones socio económicamente más altas de ese país”.

Un déspota ilustrado que renovó las relaciones diplomáticas con Irán, Cuba, Venezuela…

Cuba, Miguel Díaz Canel. Dictador y asesino. Ante las revueltas en la isla por falta de libertades en julio pasado, pidió a la gente parar a los manifestantes ‘a cómo diera lugar’. Capitalista de clóset; para venir a México se transportó en jet privado y presume el uso de un iPad, producto del imperialismo yanqui que no puede ni siquiera ser soñado/comprado por sus compatriotas. En Europa, lo declaran tratante de personas por la forma en que maneja a los médicos cubanos enviados al extranjero. El sistema carcelario en Cuba, es destinado para todo aquel que ose cuestionar al gobierno.

El Salvador, Nayib Bukele. Nombrado por él mismo en su cuenta de Twitter como dictador, primero, y después como “el dictador más cool del mundo mundial”. No, no es broma.

Además de dictador es un payaso y vividor de los impuestos de sus contribuyentes; también, por cierto, de los nuestros. Y es que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, le dio dinero para implementar en El Salvador el programa “sembrando vida”, algo de lo que al día de hoy no se tienen noticias. De izquierda cuando le conviene y neocapitalista como para ser el primer país que implementa un “bitcoin” como moneda. Obvio no ha permitido se le cuestione sobre el lavado de dinero que conlleva, ni de la inflación subyacente, la cual impactará en su población. Infame personaje con ínfulas de galán.

Guatemala, Alejandro Eduardo Giammattei. Considera el uso militar para la seguridad pública. Conservador de derecha; encarcelador de la oposición. Sabe las formas, pues fue director de la penitenciaria de ese país. Coquetea con Estados Unidos, aunque está molesto porque esa nación acusó a su fiscal de corrupción. Mientras, a Rusia le solicita la vacuna Sputnik V. En el colmo del cinismo, guarda la nacionalidad italiana (por derecho de sangre de su abuelo) por lo que pueda ofrecerse.

México, Andrés Manuel López Obrador. Mucho que decir, dado que es de quien más conocemos. Pero hoy solo comentaré temas de salud. En resumidas cuentas: dejar a los niños con cáncer sin quimios para castigar a las farmacéuticas, no solo es enfermizo, es criminal. ¿Números? Más de 15 millones de personas sin medicamentos ni tratamientos; México es el cuarto país con mayor número de muertos por covid-19 y el primero en muertes del sector salud por la misma enfermedad. Regala vacunas a Sudamérica, pero se enoja porque niños mexicanos con problemas de salud graves solicitan ser vacunados.

Nicaragua, Daniel Ortega. Dictador de su país durante los últimos 14 años (antes, presidente por 5). Líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional, hoy tan tirano como lo fue Anastasio Somoza. Mantiene a sus opositores en la cárcel, desaparecidos y no permite ningún tipo de expresión pública en contra de su persona. Por demás decir que su enriquecimiento ilícito y el posicionar a familiares con negocios para el estado son ampliamente conocidos.

Perú, Pedro Castillo. ¿Qué pasa con los gobernantes latinoamericanos quienes creen que por ponerse una vestimenta de una región específica los hace más cercanos a la gente? Pues el sombrero de Pedro Castillo es casi tan grande como su ansiedad de parecerse al expresidente de Ecuador, Rafael Correa. Más allá de su discurso cantinflesco en la reunión de la CELAC en México, ya llegó a un acuerdo con su símil venezolano para expatriar a los migrantes de ese país que huyeron de esa nación por las pésimas condiciones de vida que ahí tienen. Lleva razón con lo dicho en la Asamblea General de la ONU: “un pueblo educado jamás será engañado”. Que lástima que los pueblos gobernados por estos retrógrados en general estén tan mal educados.

Venezuela, Nicolás Maduro. Dictador, asesino, loco de atar. Quien viaja en un avión que no tiene ni Obama, no le importa presumir y gastar lo más caro en transporte, vestimenta y hasta comida. El gobierno de México debería pensar venderle el avión presidencial, aunque no esté tan lujoso como la aeronave que mostró en un video de regreso a Venezuela.

Ha logrado lo impensable. Pasar a Venezuela de ser uno de los países más ricos de América y tener una población con un estándar de vida mejor al de los países vecinos, pero hoy es el segundo país más pobre del continente (solo le gana Haití); vaya, está peor que Cuba. Habla con pajaritos, encarcela opositores, está ligado al narcotráfico. Un delincuente a cargo de un país.

Características de todos.

Les encanta que los retraten comiendo. Buscan la división de clases. Reescriben la historia a su conveniencia. Culpan al pasado, siempre al pasado, en especial a los opositores. Cada día son más intolerantes. Presumen de austeridad, pero viven como reyes. Utilizan la ley y hasta la justicia a su capricho. Reciben apoyos de Estados Unidos y coquetean con Rusia y con China.

Uno más. El vicepresidente de Surinam, Ronnie Brunswijk dueño del equipo de futbol Inter Moengotapoe, con 60 años jugó 54 minutos contra el Olimpia de Costa Rica en la Concacaf. Las prioridades quedan claras. Su CV es digno de los otros tiranos: jugador de fútbol, buscado por ratero de bancos, preso en Europa por tráfico de drogas, líder guerrillero, procreador de al menos 50 hijos… y sí, apoyó la democracia en Surinam…

Pues lo dicho, opciones sobran para los Cuatro Fantásticos. Una ola de locura golpea a América Latina, atisbos de pasados dictatoriales con nuevos aires. Usted escoja, la peor escoria gobierna estos países.