IMSS EN LA PANDEMIA

El pasado 22 de septiembre inició el otoño en los países que estamos en el hemisferio Norte. La mayoría pensamos en esta temporada del año como el inicio del cierre de un ciclo, la cercanía del invierno, las fiestas y el fin de año.

También sabemos que es hora de sacar los abrigos y las bufandas pues inician los meses más fríos del año y con ello se multiplican las enfermedades de tipo respiratorio como la influenza estacional.

La influenza es una enfermedad provocada por un virus que generalmente ataca el sistema respiratorio, es decir, nariz, garganta y, en algunos casos, los pulmones, que si bien, en la mayoría de los casos induce una enfermedad leve, en algunas condiciones puede provocar la muerte.

Para la protección de la población mexicana, el sector Salud, incluido el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) implementan la Campaña Nacional de Vacunación Estacional 2021-2022, que ya arrancó y se extenderá hasta el 31 de marzo de 2022, fecha en la que se calcula se habrán aplicado más de 32 millones de dosis.

Todos recordamos que el virus de la influenza es uno de los agentes con mayor potencial pandémico y que es altamente contagiable como lo constatamos en el año 2009 cuando surgió una nueva cepa.

Reforzar la defensa

La facilidad con la que se propaga y la necesidad de vacunarse año con año se explica porque existen tres serotipos de importancia en el ser humano, denominados A, B y C; de ellos, los de mayor riesgo epidémico son los tipos A y B.

Estos virus frecuentemente cambian su estructura a través de un mecanismo de intercambio de segmentos de genes denominado redistribución, que se produce cuando dos o más virus de influenza infectan a una misma persona de manera simultánea e intercambian información genética, provocando cambios en su estructura antigénica, proteínas que se ubican en la superficie de los virus y permite a nuestro sistema inmunitario reconocerlo y activarse

Cuando esto sucede, los anticuerpos que una persona ha producido, ya sea porque se expuso previamente de forma natural al virus o porque se vacunó anteriormente, no reconocerán al nuevo virus que, hay que recordar, cambio sus propiedades antigénicas y, por lo tanto, será mucho más difícil que el sistema inmunitario lo neutralice.

En consecuencia, la inmunidad no es cruzada, esto quiere decir que la “memoria” de nuestro sistema inmune (en particular los linfocitos o células T), que nos protegió en el pasado tras una infección previa o por vacunación, no nos resguardará tan efectivamente contra este virus que tiene nueva estructura.

De esta manera, es muy importante el refuerzo anual de la vacuna, ya que la estimación de los virus circulantes que causan la infección de la influenza es diferente en cada región y en algunos casos imprevisibles.

Por ello, año con año, las vacunas contra la influenza se actualizan.

Eficacia de la vacuna

Los estudios más recientes señalan que la eficacia de las vacunas contra la influenza estacional en la población en general se estima entre el 40 y el 60 por ciento para la infección y cercana al 80 por ciento para las formas graves.

Es importante no generalizar pues la eficacia puede variar entre diferentes grupos de edad, por comorbilidades asociadas o por el tipo de cepas locales circulantes.

Este año, México adquirió la vacuna trivalente contra la influenza estacional que ha demostrado ser altamente efectiva para reducir la enfermedad grave por influenza.

Sin embargo, la vacuna es un buen primer paso para protegerse del virus pues además de acudir a la aplicación, es fundamental seguir y atender las medidas preventivas generales para evitar la enfermedad.

Si bien estas medidas son cada vez más conocidas es importante recordarlas y llevarlas a la práctica. Estas son:

  • El uso correcto de cubrebocas
  • El lavado de manos regular con agua y jabón, o en su defecto, uso de alcohol en gel a concentraciones de 70%
  • El estornudo de etiqueta
  • Ventilación de espacios
  • Ejercicio
  • Alimentación balanceada.

Campaña Nacional de Vacunación.

Este 2021, como sucedió en 2020, la circulación del virus de la influenza estacional ha mantenido un bajo perfil, pero no por ello debemos bajar la guardia pues estamos apenas en el inicio de la temporada.

Para una correcta intervención de salud pública que proteja de manera correcta a la colectividad, el Gobierno de México ha diseñado un esquema de vacunación considerando a los grupos que tienen alto grado de exposición.

El primer grupo que ya se está vacunando es el del personal de salud en contacto con usuarios. Posteriormente se vacunará de forma voluntaria al 100 por ciento de la población que tengan un alto riesgo de presentar complicaciones, entre ellos las personas de 60 y más años, embarazadas o en periodo de lactancia, población infantil de seis meses a 4 años 11 meses de edad, además de personas de 5 a 59 años con enfermedades crónicas que derivan en alteraciones de la inmunidad de nacimiento o adquiridas.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estamos listos para aplicar 15 millones 200 mil dosis y continuaremos con la campaña informativa para prevenir las enfermedades respiratorias.

En estos años recientes hemos aprendido que la salud es una decisión que no solo impacta en lo individual, pues tiene repercusiones en nuestra familia y la colectividad con la que convivimos. Por ellos y por nosotros, sigamos cuidándonos.

Dr. Carlos Martínez Vivar en Twitter: @CarlosMartzV