En el calendario gregoriano falta aún para el 2024. En el ideario del círculo rojo de la política, el 2024 ya comenzó. Las alianzas comienzan a concretarse. Los supremos aspirantes están cada vez más visibles. Todo ello se percibe en las columnas, mesas de debate, en las cámaras y las acciones de gobierno llevan la misma ruta.
La revocación de mandato marcó el Santiago. El presidente ahora tiene un inventario claro sobre el cual sacar sus cuentas. Qué le suma, dónde hay que apretar, con quiénes cuenta y a quiénes debe convertir en aliados. ¿Quién será el ungido de Palacio Nacional? Hay tres y un tapado… o tapada.
La ruta está trazada. López Obrador juega al estilo viejo con estrategias modernas. El que se mueva no va salir en la foto. Un paso en falso y se cae. No comer ansias es importante. Primero, el 5 de junio de este año. Seis gobernaturas en juego. De entrada, Morena aventaja en cuatro de seis. Diversas encuestas coinciden. El ganador será el presidente invariablemente qué partido se lleve la victoria. Todos los candidatos llevan el visto bueno de Palacio Nacional.
Esto no es más que un laboratorio para AMLO y su equipo. Como adelantaba, el Presidente ahora sabe que en los estados de oposición es donde más posibilidades tiene de crecer. La semilla de la 4T representa la posibilidad de un cambio de gobierno. Que se integre al mantra de no robar, no mentir y no traicionar. Los programas sociales están haciendo lo suyo.
El 2024 llevará una operación quirúrgica. Si el 2018 y el 2021 fueron avasalladoras y burdas respectivamente. El año de la sucesión presidencial tendrá un tejido fino, casi invisible. El escenario se está acomodando. Ahora, los números.
MetricsMX de SDPnoticias coloca en Morena a Claudia Sheinbaum con 28.1% de preferencias. El canciller Marcelo Ebrard le sigue con el 25.7%. La alianza (PRI, PAN, PRD) tiene en la senadora Lily Téllez y Ricardo Anaya sus punteros con 10% y 11.7% respectivamente. Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, aparece con 31.1% de las preferencias, mientras que Samuel García apenas lleva un 7.2%, en un Movimiento Ciudadano que puede convertirse en el fiel de la balanza como divisor o aliado.
López Obrador tiene ya tiene elementos para la toma de decisiones. Importantísimos para el CEO de cualquier corporación. El CEO es AMLO y la corporación es la 4T. La oposición no debería voltear a ver con esperanza el resultado de la revocación. Tampoco a lo que llaman logros en el Congreso. López Obrador ya inició lo suyo. Está operando y como dicen en mi rancho: “va sin vara” como el caballo de carreras que no necesita ser espueleado ni ‘varejoneado’ para que rinda más. El 71% de aceptación en abril lo dice todo.
Vanessa Félix: @Jvanessafelix