Confieso no haber leído – ni tener interés en leer- el libro El Rey del Cash, escrito por la periodista Elena Chávez, mismo que se ha vuelto célebre en los últimos días derivado de aseveraciones que, según dicen, tiene que ver con supuestas irregularidades cometidas por AMLO y por funcionarios de su administración. Entre ellas destacan como operadores políticos del presidente trabajaron para hacerle llegar sumas de dinero para financiar su campaña, y que fueron, desde luego, ocultos al INE y a cualquier autoridad reguladora.

Otros personajes destacados de la administración lopezobradorista, como Marcelo Ebrard, tampoco han quedado libres de acusaciones de la autora, quien acusa al canciller de haber entregado dinero a AMLO proveniente de las arcas de la Ciudad de México. En otras palabras, El Rey del Cash es una acusación abierta y pública contra el presidente, a quien recrimina haber estado envuelto en un círculo de corrupción dirigido a financiar sus campañas políticas.

Acto seguido, los simpatizantes de AMLO reaccionaron argumentando que el libro no es más que un panfleto propagandístico colmado de mentiras dirigidas a descarrilar a la 4T, y hacer perder a Morena las elecciones en el Estado de México el próximo año, y desde luego, las presidenciales de 2024.

En realidad, y a reserva de conocer el estilo y seriedad del texto, el libro parece, según han argumentado los críticos, carecer de argumentos comprobables. Busca sembrar, no obstante, la duda en torno a la honestidad personal de AMLO, la cual, al día de hoy, no ha sido refutada (sí la de su familia y la de miembros destacados de su administración).

Al día de hoy, me aventuro a presagiar que El Rey del Cash, o cualquier otro texto que ataque frontalmente a AMLO y busque poner en duda su integridad moral, no moverá en un punto la popularidad del presidente. ¿Por qué? Porque AMLO posee un genio comunicativo que le permite convertir una mentira en una verdad, o una verdad en una mentira.

No le bastará más de un par de mañaneras para que Elena Chávez sea percibida como un miembro de la derecha conservadora. La descalificará en público durante días o mostrará quizá algún vínculo con un simpatizante de la oposición. Ello le bastará para salir bien airado de este suceso.

En suma, El Rey del Cash será un nuevo intento fallido de descarrilar la popularidad de AMLO. Sin embargo, para el público crítico y libre de cegueras ideológicas será un nuevo indicio de que el presidente y su equipo cercano deben ser fiscalizados, pues nadie de la clase política -ni siquiera el mesías tropical- es incorruptible.