De entrada, me parece realmente horrible que a las personas se les tenga que poner un nombre para etiquetarlas por su forma de vestir, sus preferencias sexuales, las cosas que les gustan, lo que prefieren en general de la vida.
En este contexto es que se ha desatado una verdadera polémica por ver si una persona transgénero tiene el derecho de entrar a un baño de mujeres o es indebido que lo haga y que lo correcto sea que entre a un baño de hombres porque biológicamente son hombres.
Yo daré mi punto de vista como mujer y madre de dos adolescentes: Estoy francamente algo cansada del odio que se viene gestando en todo ámbito. La gente está triste y neurótica, lo puedes oler y vibrar en el ambiente.
Continuos videos en redes sociales dan cuenta de escenas de personas peleándose a golpes por simples problemas viales, incluso llegándose a asesinar.
Y bueno, si a eso le sumamos que tenemos a un señor como presidente que diariamente por la mañana nos habla de odios y rencores, eso no ayuda.
Hay guerras en otras partes del mundo y cientos de miles de personas murieron en una pandemia horrorosa dejando huecos imborrables y dolorosos en la vida de muchas familias.
Como para ahora indignarnos y enojarnos porque los trans decidan usar los baños de mujeres.
En lo personal, realmente nunca he vivido la experiencia de encontrarme con un trans en algún baño público. Pero puedo asegurarles que yo no sentiría la más mínima indignación.
Me parece ofensivo que se crea que los hombres trans o las mujeres trans tienen algún trastorno mental y que por eso, y casi de ley, un hombre trans estaría violando a una mujer en baños para mujeres.
Ahora que estuvo en boga el reality de La Casa de los Famosos, fue muy comentada la presencia de un trans concursando: Wendy Guevara. Ya les confesé que fui fiel seguidora del reality. Ella jugó un juego limpio y transparente, nunca habló mal de otros, nunca pasó por encima de otros. Realmente creo que es un ser humano con muchos valores.
Mi hijo adolescente empezó a sentir curiosidad por ella, pues nunca había tenido esta cercanía digamos, con una persona trans. Me preguntaba si eso estaba bien y se preguntaba que cómo podía ser posible que un hombre de pronto se convirtiera en mujer.
Le dije que a veces las personas no se sienten cómodas con sus cuerpos ni sus géneros y deciden cambiarse físicamente para parecer hombres o mujeres.
Le traté de hacer ver las cosas que Wendy hacía bien como ser humano: era empática al dolor de otros, solidaria con las mujeres que concursaban en la casa y leal a sus compañeros. Esos atributos la hicieron ganadora y no el tener un par de senos postizos.
Quise explicarle a mi hijo que en su vida encontrará mil formas de ser de muchas personas, pero que a cada una de ellas le debe de dar su valor y su importancia. Le dije que muchas personas le romperán el corazón y que hay gente mala en este mundo, y no precisamente los malos tienen que ser las personas trans.
Francamente puedo asegurar que si, hipotéticamente, yo me encontrara en un baño de mujeres y algo me sucediera, como por ejemplo empezarme a sentir mal o algo así, pienso que quizá una mujer trans me ayudaría más que una mujer.
Es decir, que creo que una mujer puede llegar a ser tan tóxica y destructiva con otra como la que más. Entre mujeres hay envidias, hay competencia, hay más traiciones que entre hombres por ejemplo.
¿Entonces porqué nosotras las mujeres nos ofendemos que una mujer trans entre a un baño de mujeres?
Yo preferiría que una mujer trans entre al baño de mujeres, porque vestida como mujer, al entrar al baño de los hombres, simplemente saldrían muertas.
Los niveles de homofobia en nuestro país son altísimos. Y han llegado a ser asesinadas cientos de personas trans en nuestro país.
Tampoco estoy de acuerdo en que se hagan baños para trans, pues estamos marcando nuevamente la diferencia entre unos y otros.
Sueño con un mundo de igualdad donde todos podamos transitarlo sabiendo que nadie jamás será rechazado por sus elecciones en cuanto a su género.
Quiero que mis hijos aprendan a amar más y a odiar menos, en un mundo donde cada día se habla menos del amor, pero se sabe más de la violencia.
A lo mejor soy demasiado ingenua.
También me queda claro que todos los extremos son malos. Y que la chica trans que reclamaba hace unos días el que no se le hubiera permitido el ingreso al baño de mujeres fue una voz para muchas de ellas que constantemente reciben el rechazo.
Pero que ahora esta misma chica haya convocado a otras para vandalizar el lugar de donde fue rechazada me parece que desvía todo el esfuerzo que ha hecho durante años la comunidad trans para ser respetada y visibilizada.
Pero bueno, como hay cosas que no puedo cambiar, al menos me enfocaré en lo que sí puedo cambiar y es empezar por mi forma de conducirme en la vida hacia los demás y cómo puedo criar a dos adolescentes hacia el camino del respeto y la aceptación hacia los demás.
Esa será mi labor desde donde puedo y con lo que puedo. Sé que es un tema muy polémico y que hay gente que piensa totalmente diferente a mi.
Lo cual respeto también.
Ojalá el discurso que tengamos hacia otros sea más abiertao y dejemos de rechazar al otro, creyéndonos superiores a los demás. Porque ellos podrán ser trans pero uno como no trans está plagado de errores y de fallas.
¿De dónde nos sentimos perfectos para juzgar a otros? Bueno, como ustedes saben es mi mera opinión muy personal, que aquí comparto. Gracias por leerme.
Es cuánto.