Cada año, más de 720,000 personas fallecen por suicidio. Existen silencios que buscan ayuda, pero las “autoridades” han hecho oídos sordos ante esta dolorosa problemática que prevalece en la época contemporánea.
Eliminemos el estigma y generemos comprensión hacia las personas que piensan en el sufrimiento y en el suicidio. El próximo 10 de septiembre es Día Mundial de la Prevención del Suicidio.
“Cada año, 727,000 personas se quitan la vida y muchas más lo intentan. Todos los casos son tragedias para las familias, su entorno y todo el país, y dejan efectos duraderos para los allegados. Los suicidios pueden ocurrir a cualquier edad y fueron la tercera causa más frecuente de muerte en las personas de 15 a 29 años a nivel mundial en 2021”, (ONU, 2025).
Japón y Corea del Sur tienen tasas altas, aunque han disminuido con políticas públicas específicas.
Países nórdicos y europeos han implementado modelos preventivos con resultados positivos.
En Latinoamérica, el estigma y la falta de atención en salud mental siguen siendo obstáculos clave.
Las políticas públicas que elaboren los expertos para prevenir el suicido tienen que ser con un enfoque multidisciplinario en donde participen diversos expertos en salud mental, educación, sociólogos, administradores públicos y medios de comunicación, entre otros.
Hay que desempolvar las investigaciones nacionales e internacionales para hacer políticas públicas de calidad que generen bienestar en la sociedad, y no solo el bienestar de los hombres “poderosos”.
Tenemos que trabajar desde nuestras trincheras, para abonar en el bienestar de las personas, porque nadie, absolutamente nadie, está exento de pensar en el suicidio.
La página de internet de la Organización Panamericana de la Salud destaca: “El lema del Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024-2026, “Cambiar la narrativa”, tiene como objetivo derribar barreras, como el estigma, crear conciencia y crear una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio. Todos, individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos tienen un papel importante que desempeñar para cambiar la narrativa sobre el suicidio”.
Hay temas de los que el gobierno y la sociedad no quieren hablar, ha sido más fácil ignorar las cifras de las personas que se quitan la vida diariamente.
El Dr. Jarbas Barbosa, Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio 2024, solicitó a los gobiernos y a la sociedad a trabajar unidos en la prevención basado en evidencia y destacó que un solo suicidio causa afectaciones severas en la familia y en las comunidades.
Apostemos por políticas públicas de prevención elaboradas por los expertos, cada fracaso, cada sufrimiento, cada suicidio es responsabilidad de los gobernantes y de los que hicieron políticas públicas fallidas.