Estamos a casi una semana de que comience una de las mejores temporadas para la aviación nacional: la temporada alta de Semana Santa, por lo que de nueva cuenta volverá a imperar el caos en algunas terminales aéreas, sobre todo aquellas cuyos destinos son a la playa.

En las redes sociales veremos las quejas de miles de usuarios a los que una empresa no le cumplió, o de plano ni siquiera es el servicio que adquirió. Y hablo solo de incumplimientos por parte de las líneas aéreas, sino también algo recurrente en la compra de paquetes vacacionales.

Lo que le voy a decir, estimado lector, puede ser obvio, pero no está de más tomar previsiones antes de salir de viaje. Muchos, realmente muchos de los pasajeros de esta temporada suelen comprar sus viajes con tal emoción que omiten leer las letras pequeñas.

Les recordamos que en caso de adquirir boletos de avión, lo que está firmando es un contrato de transporte del punto A al punto B, y tenga en cuenta que en esta temporada se suelen sobrevender los vuelos. Lo sé, es una práctica que se lleva a cabo en todas las aerolíneas del mundo, y que es odiada entre los usuarios, pues es común que con la sobreventa de boletos, no se puedan subir al avión y les arruinen sus vacaciones.

Ya sea que viaje al extranjero, o dentro del territorio nacional, no está de más que antes de salir de su casa verifique perfectamente a qué tiene derecho su boleto de avión. En el caso de Aeroméxico, es común que se tenga que comprar el “asiento”, que se paga aparte; desconozco la razón de ser de esta política, pero hay que tener claro que cada empresa de aviación pone sus reglas.

Otro punto a considerar es que siempre, invariablemente, trate de llegar lo más temprano posible. Si le dicen que debe estar en el aeropuerto dos horas antes, Usted llegue tres horas antes; muchas veces los vuelos se sobrevenden porque quedaron pasajeros de un vuelo anterior, y los comienzan a documentar antes de que lleguen los pasajeros (citados dos horas antes). Llegar temprano aumentará considerablemente las probabilidades de que no pierda su vuelo, más si su viaje es con la familia.

No está de más, pero es de suma importancia dirigirse de la manera más amable al personal de tráfico. Créanme que estos trabajadores agradecen cuando se les saluda educadamente, e incluso si le regalan una sonrisa o algún reconocimiento a su trabajo, verán la diferencia de trato. Bien dice un dicho “se atrapan más moscas con miel que con hiel”, y no sobra el ser educado.

A nadie nos gustan las filas ni las aglomeraciones, pero es importante estar mentalizado a pasar muchas horas en el aeropuerto y con mucha gente, por lo que le recomiendo lleve usted una botella de agua, algunos snacks de su casa (todo en desechable), y sobre todo, ropa muy cómoda, yo sé que algunos creen que los pasillos del aeropuerto son pasarela, pero no es el mejor momento para andar entaconada y con el pantalón mega embarrado. Ropa holgada, preferentemente de algodón, y no olviden llevar suéter (más adelante les diré por qué) y tenis, preferentemente que no sean de agujetas, o también pueden ser alpargatas de piso.

Una vez preparados y mentalizados para pasar varias horas en el aeropuerto, lleve usted un libro, y si no es afecto a la lectura utilice sus dispositivos; le recomiendo que los utilice en modo ahorro de energía para que no le entré el pánico cuando vea que se le va gastando la pila. Yo recomiendo un buen libro, ya que no necesitan recargarse.

Ahora, empaque de manera inteligente. Mucha gente hace su maleta llevando ropa que nunca usarán durante sus vacaciones, y solo la llevan a pasear; piense en el número de días que este fuera y lo primero que debe guardar es la ropa interior, una para cada día. No doble su ropa, hágala rollito, y así siga con todo lo que va a usar. Para más claridad en este punto, ponga toda su ropa que se piense llevar sobre su cama, arme sus “outfiits” y cuente el número de días que estará fuera, y descarte todo conjunto de ropa que cuando lo vea diga “por si…”.

Dependiendo del número de días es el número de conjuntos, y si puede simplificar más, mucho mejor, un viaje de cinco días, en caso de ser hombre, lo óptimo es llevar, un pantalón, dos shorts y cinco playeras o camisas, un pijama, dos trajes de baño, unas chanclas, unos huaraches y los tenis ya los trae puestos para tomar su vuelo. En una bolsa aparte coloque todos sus artículos de limpieza y guarde cada uno en una bolsa de plástico, y de preferencia que no estén muy llenos. Y ya tiene la maleta perfecta.

Aplica exactamente igual para las mujeres, un short, dos vestidos, tres playeras…incluyendo la misma recomendación que para los hombres y ya está. Eviten de verdad cargar de más. Niños, niñas y adolescentes lo mismo, a menos que sea un bebé, porque ahí sí aplica todo doble.

¿Recuerdan que les dije que lleven suéter? No debe ir en la maleta, sino con usted, estimado viajero, pues generalmente la temperatura de la cabina de pasajeros en los vuelos es de 22, incluso 20 grados centígrados. Y es que debe considerar que si vienen de un destino donde hace mucho calor, sentirán repentinamente mucho frío, y es muy común que los pasajeros pidan cobijas. En las aerolíneas tradicionales generalmente las cobijas no tienen costo adicional, pero en las aerolíneas de bajo costo, o no hay cobijas o hay que adquirirlas. Nada mejor que llevar un suéter con usted. Además, no sabe quién usó la cobija antes. No son desechables y no colocan piezas nuevas en cada vuelo, nada más las doblan y las vuelven a poner en una bolsa de plástico.

Es muy común que durante el vuelo algunos pasajeros se quiten los zapatos y al aterrizar se sorprendan que no les entran; esto se debe a la presurización. Es normal que el pasajero de un avión “se hinche” durante el vuelo, y los pies al ser las extremidades más alejadas del corazón, se les dificulta un poco más que les llegue sangre, provocando hinchazón; por eso zapatos cómodos, como tenis o alpargatas de tela son la mejor elección.

El día de su vuelo no ingiera leguminosas, brócoli, coliflor, ni ningún alimento que le provoque gases. Como le dije, con la presurización uno se hincha allá arriba y cuando vuelve a tierra… no le quiero contar cómo va a responder su sistema digestivo. Coma algo ligero, las galletas “Ritz” son una recomendación fabulosa.

Y para finalizar, tome en cuenta que no lo mejor es no viajar enfermo. Parece una tontería pero no lo es; en caso de que tenga una simple gripe, mejor posponga su viaje, no se arriesgue a perder el oído, ya que de nueva cuenta, por el tema de la presurización, las enfermedades de vías aéreas altas son consideradas como “de riesgo” para volar. De la misma manera, antes de su vuelo visite al dentista, una caries puede provocarle un dolor de muelas aterrador, por la presurización.

Espero que se tome con calma la saturación de los aeropuertos; no es “el caos apocalíptico”, es más normal de lo que se imagina. No crea que es exclusivo de este país, este fenómeno se repite en todos los aeropuertos del mundo en sus temporadas altas. Tenga en mente posibles demoras, sobreventas o cancelaciones. Aglomeraciones e incluso malos tratos por parte del personal aeroportuario o de la aerolínea, esta temporada es sumamente estresante para los trabajadores.

Recuerde, cada viaje es una aventura y un aprendizaje, saque lo mejor de la experiencia vivida y disfrute sus vacaciones.