Hoy en día, sabemos, se juegan muchas cosas en el ejercicio electoral que se votará el próximo dos de junio. Entonces, a partir de lo que suceda, esto impactará en el desarrollo a nivel nacional. En 2018, por ejemplo, el escrutinio final, además de la alegría que muchos esperábamos, trajo una estabilidad en el país en todos los sentidos. De igual forma, se combatió el lastre de la corrupción y, de paso, se terminó con los privilegios de la clase política. A su vez, el gobierno que encabeza el presidente Obrador, a lo largo y ancho del territorio nacional, puso en marcha una serie de programas que, desde luego, contribuyeron a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

El propio Senado de la República -en esta etapa crucial de la vida pública del país- hizo factible que los programas sociales, a través del marco constitucional, fueran un derecho. Ricardo Monreal, coordinador de la fracción de Morena, comandó los trabajos y, de paso, hizo posible aprobar esta serie de reformas constitucionales. Él, en pocas palabras, fue el elemento clave para concretar una de las prioridades de la campaña del ahora presidente, y que hoy en día son un éxito.

Sobre este tema, de hecho, hemos podido ir analizando distintos escenarios con relación a los proyectos que representa cada una de las fuerzas políticas. Mientras Morena -en plena campaña electoral- ha dicho que trabajará para seguir impulsado la multiplicación y mejora de esta plataforma de programa sociales, la oposición ha deslizado que, de ganar la presidencia, revisarán quienes son merecedores de la ayuda.

Uno de los ideólogos de Xóchitl Gálvez, en entrevista para Milenio, llamó huevones a los adultos mayores y, de paso, expuso abiertamente lo inviable que sería para ellos otorgar programas sociales. “A trabajar cabrones”. Con esa megalomanía que le caracteriza a Vicente Fox, salió ante la opinión pública, de manera tajante, a decir que no están de acuerdo con que el gobierno tenga proyectos de apoyo para la gente más necesitada. Y así lo manifestó la propia candidata del Frente Amplio por México en varias entrevistas. Ahora, con una simulación teatral, Xóchitl súplica a la gente que le crean que ella, de llegar a ganar, no quitará los programas sociales. De hecho, fue como una declaración desesperada luego de los tropiezos en los que ha caído, sobre todo con el posicionamiento clasista respecto a los adultos mayores y el insulto posterior por no tener un patrimonio después de los 60 años.

Por eso la sociedad reacciona ante los comentarios. Hace un par de días, estudiantes de la Universidad Autónoma de Guadalajara abuchearon a Gálvez bajo la consigna de “Fuera Xóchitl”. Inclusive, con mucha frecuencia se han dado casos similares en algunos puntos donde, no hace falta que nos digan, hay una animadversión por el Frente Amplio por México. Caso contrario, la comunidad estudiantil, en muchas partes del país, le ha manifestado respaldo a Claudia Sheinbaum. Siendo así, podemos darnos cuenta de la diferencia entre un proyecto y otro. El del PRIAN, por cierto, muy mermado y con el desencanto que cargan por su pasado corrupto. Detrás de ellos, en definitiva, tres dirigentes que, por mucho, han demostrado que son adictos a los puestos de elección popular para su beneficio personal. Desde luego, la apuesta de ellos no es Xóchitl -a quien tienen abandonada- sino el futuro de las primeras posiciones plurinominales del Senado de la República que ya se echaron a la bolsa.

Si hacemos un balance rápido, Xóchitl perdió el voto de los migrantes, lo mismo que de los adultos mayores, a quienes, una y otra vez, ha denostado abiertamente con sus comentarios clasistas. De igual forma, sabemos, el voto de los jóvenes, en su gran mayoría, también lo dejó ir, especialmente con esas conferencias que ha dado de “superación personal” donde salió a flote su propia Mamá. Es sencillo: Xóchitl tiene perdida la elección desde hace muchos meses, y tiene que ver con las malas decisiones de los dirigentes del Frente Amplio por México. Así como siguen fracasando en su intento de hacernos creer que Gálvez es un fenómeno social, continúan en detrimento como contrapeso.

En cambio, el proyecto que encabeza Morena, además de lucir unido y fuerte, constituye la mejor alternativa. Claudia Sheinbaum, en estas semanas de campaña, ha demostrado porque es la mejor propuesta para gobernar el país. La propia candidata, de hecho, ha ido construyendo las condiciones en sus recorridos territoriales. La percepción social que notamos, por tanto, es el mejor ejemplo de la diferencia que hay entre un proyecto y otro. No hay punto de comparación: el lopezobradorismo, por mucho, es inmensamente superior al bloque opositor, al grado en que las propias encuestas de opinión, de manera clara, coinciden en la misma tendencia holgada a favor de la coalición “Seguimos Haciendo Historia”.

Morena representa la continuidad del proceso de transformación. En cambio, queda claro, el Frente Amplio por México constituye el anacronismo.

Notas finales

Hay cambios importantes en la administración de David Monreal. A cargo de la coordinación de comunicación social en la Jefatura de Oficina del Gobernador, el mandatario estatal nombró a Ana Isabel Pineda Flores, joven con mucha experiencia en estos ambientes donde la información de las actividades deben fluir, concretamente en todos aquellos mecanismos que, evidentemente, son de gran ayuda para impulsar la agenda de quehaceres y, por supuesto, los avances en distintas materias. Recordemos que, hace más de un año, el gobernador de Zacatecas realizó algunos ajustes. De hecho, resultó muy productiva la llegada de Rodrigo Reyes al despacho de gobernación. Para ello, queda claro, se augura el mismo trabajo productivo en medios de comunicación. En efecto, podemos decir que, tanto en la política como en la administración pública, el relevo generacional continúa ganando terreno por los atributos que han demostrado jóvenes con mucho talento.