EL AJEDREZ HUMANO

Volvió a caer en un tobogán, misma parte de la temporada, como el año pasado y Sergio Pérez vuelve a tener los mismos problemas desde que llegó a Red Bull en 2021, la falta de entendimiento con su monoplaza es notorio, pero además lo es también su confianza, esa que desde Arabia Saudita nos hizo ilusionar, hoy, en la octava parada de un calendario que ha tenido muchas pausas, hace dudar que el piloto tapatío termine en un lógico y obligatorio segundo lugar del campeonato de pilotos.

Mónaco, que fue el parteaguas hace un año, encumbrándolo cuando lo ganó, ahora lo ha sumergido en un mar de dudas, el error en la Q1 lo dejó sin la posibilidad de pelear por los puntos en carrera, el asunto es que para mí, Pérez este 2023 realmente estaba convencido que podía pelear por el titulo con Verstappen y ese golpe directo sufrido en el principado fue doloroso, un cero ante Max es una lápida, sobre todo porque el neerlandes no está cometiendo errores, a partir de ahí la vida en la pista para Checo no ha sido fácil, pero fiel a su mantra, debería no rendirse y concentrarse no en el campeonato ya, sino en cada carrera para seguir peleando con la consistencia y disciplina que lo caracterizan, porque en una de esas hasta el sub campeonato estaría otra vez en duda.

Se que es un trago difícil de digerir para muchos, la verdad, honestamente, era difícil la misión de ganarle a Max, por muchos factores que ya hemos platicado y qué en su momento, me llevó a ser blanco de muchas críticas, me encantaría haberme equivocado, pero la realidad golpea más duro y Sergio sabe que para ser campeón tiene que tener un rendimiento muy constante, un altibajo es la muerte y eso está pasando.

Ahora lo verdaderamente importante es que Pérez recupere su confianza, que vuelva a ponerse a tiro con su coche para estar calificando allá arriba y por ende, peleando por podios como es la obligación por el carro que trae.

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Analizando el GP de Canadá es preocupante como no pudo competirle a los Ferrari, de menos de cuatro segundos se separó a once, argumentando al final, cuando cruzó la meta de poco agarre que tuvo durante todo el fin de semana, aunado a la desconfianza, los llevó a arrancar de la posición doce, logrando acomodarse sexto con el punto de la vuelta rápida, pero muy lejos de los compromisos que debería de cumplir, ante un Christian Horner que ahora si no ocultó su malestar tras no pasar el corte de la Q2, el Team Principal de Red Bull siempre ha sido muy cauto a la hora de expresarse en público de sus pilotos, incluso defendió a Checo de los ataques de Nico Rosberg tras el GP de España, pero ahora su movimiento de la cabeza, un no rotundo, hace pensar que la paciencia se puede estar agotando, no para correr a Checo ¡por dios! Pero si para exigirle mucho más, sabedores de lo que puede rendir el mexicano.

En 2 semanas se viene el GP de Austria, una pista que con Red Bull a Checo no le trae buenos recuerdos, pero que tiene que ser el punto de quiebre para poner un alto a su mal momento.

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