Todo es Messi a partir del partido contra Australia de los octavos de final de este mundial 2022, y es justificado y merecido, pero no nos confundamos, a continuación unas pocas razones (entre muchas más que hay) por las que Maradona siempre será, inmensamente, el más grande:
- Maradona nunca tuvo un camino que no estuviera lleno de espinas. Muy poco tiempo antes de arrancar el mundial en su país, Argentina 1978, fue súbitamente dejado fuera de la lista de convocados por el D.T. César Luis Menotti, haciéndolo perder la oportunidad de un más que merecido debut a una edad temprana (18 años) oportunidad que en cambio, si la tuvo Messi, con el entonces D.T. Nestor Pekerman en Alemania 2006.
- Nadar siempre a contracorriente. Ahora Messi llega a su último mundial (Qatar 2022), a lo cual Diego Armando Maradona no tuvo la posibilidad de terminarlo (USA 1994), dado que la FIFA, en una escena inimaginable y nunca vista antes y que tampoco nadie la verá después, enviaba al término de su segundo partido de fase de grupos ante Nigeria, a elementos policíacos al campo de juego acompañados de una muy desagradable figura de enfermera malencarada, “la viuda blanca”, la bautizó a la bruja la prensa argentina; con todas las cámaras y tomas coordinadas para enviar la escena a miles de millones de personas en todo el planeta, se daría el ÚNICO caso de descalificación definitiva de un futbolista de una Copa del Mundo por caso de dopaje.
Sólo un antecedente hay, el del español José Maria Calderé, que en México 86, a diferencia de Maradona, sólo fue suspendido por un partido. Es muy difícil creer que los controles anti dopping de la FIFA en los mundiales no sean laxos, directamente proporcional a lo poco creíble que es que todos los futbolistas sean impecablemente limpios en ese tan delicado, pero igualmente común, tema en el deporte de alto rendimiento.
Y es que esa selección de Argentina en USA 94 es, de lejos, la mejor que ha tenido Argentina en toda su historia, y nadie la iba a detener en su firme marcha rumbo a la final en Pasadena, California, dónde sin lugar a dudas levantaría la copa; se dice, que durante la larguísima gestión al frente de la FIFA del brasileño Joao Havelange, Brasil no había resultado Campeón del mundo, y fue una de las razones por las que la FIFA “le cortaba las piernas a Maradona”, según sus propias palabras a la prensa, envueltas en un desconsolador llanto; el tercer partido de grupos contra Bulgaria y el de los octavos de final contra Rumania, los perdería esa misma selección, herida moralmente de muerte por la caída de su caudillo.
- Messi es la cara opuesta de Maradona. Esto en cuánto al ‘status quo’ de la FIFA se refiere (y del mundo, en general) se refiere, surgido de un caserío suburbano con carencias de sobra, siempre estuvo del lado de los débiles y de la Justicia social; en contra de los atropellos de los más poderosos; abiertamente cuestionaba a la mafia de los dirigentes del fútbol y de la FIFA misma. Siempre casado con ideas de izquierda, el organismo rector del fútbol mundial NUNCA le jugó a favor; imposible ver un penal en favor de Argentina con Maradona en un mundial, pero si varios en contra, demasiado rigurosos algunos, uno sin más, en la gran final misma del mundial de Italia 1990, que con esa jugada perderían por la mínima diferencia, al finalizar los 90 minutos reglamentarios.
- Las lesiones. Están nunca lo trataron tan bien, cómo a Messi, si señores, en épocas de Maradona los arbitrajes eran demasiado permisivos y el juego por ende muchísimo más ríspido e incluso violento; esto en su carrera se puede observar en casos como el del criminal marcaje que le realizó el italiano Claudio Gentile en su primer mundial, España 82, impensable hoy en día, dónde el zaguero italiano se dio un festín de patadas y golpes y que sólo se le castigó con una tímida tarjeta amarilla; eso sí, a Diego le mostraron la tarjeta roja en ese mismo mundial contra Brasil, y por una jugada que bien pudo haber sido sancionada sólo con amarilla. También sufrió una fractura dónde se temió incluso por su carrera misma, esto aún en el Barcelona en un partido contra el Bilbao en septiembre de 1983 Andoni Goikoetxea le rompió el tobillo izquierdo, y por si fuera poco fue atacado por una hepatitis durante su rehabilitación.
- Su gigantesco papel en su selección nacional. Maradona fue siempre un auténtico caudillo enfundado en su Jersey celeste y blanco, en México 86, un estudio reciente reveló que en cualquier selección, de las 24 participantes por entonces, que hubiera sido parte Maradona, habría resultado campeona del mundo; de ese tamaño su peso específico; Messi sólo ha tenido peso y brillo en un mundial, hasta en este del lejano Emirato árabe. Jugando ya el mundial de Italia 1990 con el tobillo maltrecho por sobre carga de trabajo y patadas rivales, inflamado cómo una pera, y en condiciones que no eran recomendadas por los médicos, aun así, y pese a los dolores, cumplió con creces para con su selección; jugando diezmado fue el orquestador que llevó hasta el mismísimo subcampeonato a su equipo, con una asistencia para el gol de Claudio Caniggia, con el que eliminaban en los octavos de final al equipo que lucía prácticamente cómo campeón de la justa, el poderoso Brasil y participando en la jugada que dejaría fuera también al favorito que quedaba con vida, la anfitriona Italia. Messi juega su quinto mundial en Qatar, y aunque parezca mentira, nunca había brillado, baste con el ejemplo de que su primer gol que no haya sido en fase de grupos fue hasta ahora en Qatar, en los octavos contra Australia.
En fin, sin duda Messi ha brillado cómo ningún otro futbolista en este mundial (a reserva de ver lo que hace el francés M’bappé en sus dos partidos aún pendientes), pero nunca podrá sentarse a la misma mesa de Maradona y Pelé, quienes entre ambos levantaron cuatro copas del mundo en las que fueron protagonistas indiscutibles; si Maradona no ganó más, fue por la suma de circunstancias antes aquí narradas; que si hay gente que se piensa que las adicciones de Maradona (una espantosa enfermedad) ayudaban en su rendimiento, no puede haber mayor ignorancia: Maradona fue Maradona A PESAR de su adicción a la cocaína y no al revés, y eso también al paso del tiempo mermó su salud, influyendo en su temprana muerte a los 60 años de edad.
Messi en cambio, conviene a FIFA sea campeón del mundo, ya que sería el muñequito de porcelana sin pecado alguno, ideal para utilizarlo cómo la imagen del fútbol a nivel mundial. Un perfecto agente de relaciones públicas, pues, idóneo para moldearlo a placer. Si todo lo aquí descrito no se tiene en cuenta a la hora de describir la figura de ambos número diez de Argentina y hay quienes osaran el ponerlo al nivel mismo de Diego, es que de plano no sólo no sabe lo suficiente de fútbol, sino es que carece, de plano, del menos común de los sentidos, que es el SENTIDO COMÚN.