“Solo sé que nada sé”.

SÓCRATES

“La teología no es escribir un libro y ganar un premio. Mi teología es un servicio, una hermenéutica de la esperanza, es saber qué razones hay para esperar.”

GUSTAVO GUTIÉRREZ MERINO

“México está preparado para una mujer presidenta”, dijo el gobernador sonorense, Alfonso Durazo, ahora que Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la capital del país, visitó la entidad. ¿Qué quiso decir Durazo? ¿La destapó? ¿El originario de Bavispe se alinea con la funcionaria chilanga?

Para entender cabalmente a un político tan experimentado —cercanísimo a Colosio Murrieta y a AMLO en responsabilidades de primer nivel—, necesitaríamos recurrir a un maestro en el arte de la hermenéutica. Sobre todo cuando las recientes palabras del gobernador se comparan con las que él mismo expresó hace unas semanas acerca de Adán Augusto López, de quien dijo, también en tono misterioso, “tiene más futuro que pasado”…

Quizá más complicado será entenderlo cuando lo visite Marcelo Ebrard y Durazo diga algo así como: “Un canciller preparado para gobernar hacia el interior y hacia el exterior”.

Si nosotros necesitamos un doctorado en interpretación de textos complejos para comprender hacia dónde se inclina Alfonso Durazo, este gobernador de Morena —como todos en el partido de izquierda— estará necesitado de lo mismo y hasta algo más para descifrar el enigma de a quién verdaderamente apoya el presidente López Obrador cuando habla de las corcholatas. Y es que Durazo, institucional por cultura política aprendida en el trabajo con personajes muy disímbolos, se la jugará con la persona que el líder decida. Ni hablar, así es esto.

Naturalmente, ello no quita que trasmitirá en general cercanía y sentido de pertenencia a Morena (a prácticamente todas sus figuras sin distinción) y que el ejecutivo local respalde acciones de figuras de ese partido que sean de particular importancia para el gobierno de Sonora y el desarrollo de su gente.

Delicado balance, por ahora, entre una suerte de liga en materia de política pública y a la vez un deslinde en materia político electoral. Mas, señales recibirá el sonorense, detectadas en el trato continuado con el presidente, para hacerlo.

Los observadores en Sonora, por su parte, sabrán si expresó gestos más cariñosos a Claudia o a Adán. Habrá que leer los periódicos y a los columnistas de ese estado para conocer por dónde late el corazón de su gobernador, Durazo; esto es, si por la figura de la mujer, una que ya merece llegar a la presidencia después de un recorrido —y hablo por todas las féminas— de oportunidades negadas, o bien por un hombre con futuro —otro de tantos hombres como ha habido en México a quienes la suerte les ha sonreído—.