“La memoria es frágil y caprichosa, cada uno recuerda y olvida según su conveniencia. El pasado es un cuaderno de muchas hojas, donde anotamos la vida con una tinta que cambia según el estado de ánimo.

Isabel Allende

Soy el que sabe que no es menos vano

que el vano observador que en el espejo

de silencio y cristal sigue el reflejo

o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.

Soy, tácitos amigos, el que sabe

que no hay otra venganza que el olvido

ni otro perdón. Un dios ha concedido

al odio humano esta curiosa llave.

Soy el que pese a tan ilustres modos

de errar, no ha descifrado el laberinto

singular y plural, arduo y distinto,

del tiempo, que es uno y es de todos.

Soy el que es nadie, el que no fue una espada

en la guerra. Soy eco, olvido, nada.

Jorge Luis Borges

Imposible saber la verdadera razón del adiós de Julio Scherer.

Los únicos que la conocen son el mismo Scherer y Andrés Manuel López Obrador. Por supuesto, especulaciones sobran: desde que el consejero simplemente ya no quiso seguir, que se aleja para volver como fiscal o inclusive como ministro de la SCJN si los tiempos le alcanzan de acuerdo a la ley. Otros murmuran que renunció por problemas de salud; unos más porque no soportó la llegada de Adán Augusto López a Gobernación; hay quien habla de sus eternos pleitos con Olga Sánchez Cordero, y un largo etcétera.

En esa larga lista de elucubraciones sobresale una por demás perversa y sobre la que voy a ahondar: los enemigos de Julio Scherer le armaron expedientes que ameritarían proceso judiciales que obligaron a López Obrador a solicitarle su renuncia.

En lo particular no comparto esta última versión, pues considero que Julio es un abogado quien hace correctamente su trabajo, si bien también es cierto que en este país los casos se pueden armar con medias verdades o con muchas mentiras. No sería la primera vez, y como ejemplo el injusto encarcelamiento de la pariente política de Alejandro Gertz Manero…

Suponiendo que lo que digo fuese el caso, la pregunta lógica es ¿quién tiene la capacidad y la motivación necesaria para grillar y vapulear de esa manera a Julio? Y en el mismo plano de la especulación, la respuesta posible sería Marcelo Ebrard apoyado por Carlos Slim.

La amistad existente entre Julio y Marcelo se fracturó cuando el primero le dijo al último —ya hace tiempo— que él se lo jugaba todo con el presidente y, dado que López Obrador prefiere a Claudia Sheinbaum, entonces él, Julio la apoyaba.

Ante lo anterior, es plausible un enfurecimiento del canciller y el que posiblemente haya grillado al consejero jurídico ante López Obrador. No se olvide que Marcelo también juega por la grande, dicho por él mismo y parte de sus fortalezas es la buena relación que tiene con Slim.

Todo apunta que grupo Carso y de manera particular Slim tiene interés en posicionar, fortalecer y apuntalar al hoy secretario de Estado. Máxime desde la tragedia de la línea 12 del Metro, pues durante la construcción de esta, el jefe de gobierno era Ebrard y la compañía a cargo de la construcción fue el consorcio de Slim.

Aunque legalmente no se ha señalado aún a nadie de la tragedia, los peritajes y los informes apuntan primordialmente a la culpabilidad del magnate y de Ebrard.

Ante ello, el secretario de Relaciones Exteriores se ha escondido en las vacunas, mientras que el hombre de negocios ha afirmado estar dispuesto a pagar la rehabilitación de la Línea 12. Esto último, dada la cercanía con López Obrador, hace suponer que fue decidido (o negociado) entre el empresario y el presidente, no con la jefa de gobierno de la capital, y ante la decisión de Palacio, ella aceptó el trato. Hay que recordar que ya por ese entonces, el presidente se anunció formalmente como la cabeza de las negociaciones. En su momento se especuló que esta decisión era para proteger a Claudia Sheinbaum, pero todo apunta ahora a que el verdadero motivo es que el ingeniero no quería tratar con ella.

Después de tamaña injerencia de Slim en favor de él mismo y de Marcelo Ebrard, se dice que Julio Scherer protestó…

Por cuanto a la tragedia, no hay sorpresa. Unos y otros han tratado de redirigir la culpa. Lógico. Es el componente de cara a la sucesión presidencial del 2024 lo que vino a complicarlo adicionalmente. Y, ante las protestas de Scherer, lo esperable era dinamitar al aliado de la jefa de gobierno de la CDMX en Palacio Nacional. Y eso es lo que presumiblemente ocurrió.

En la especulación también pesa, como señalan algunos articulistas, que Julio Scherer como consejero jurídico de Presidencia estuvo en contra de que continuarán prevaleciendo algunos contratos desproporcionados para el Estado en el rubro de los penales manejados por diversos particulares, entre ellos por el hombre de negocios antes referido. Adicionalmente, muchos negocios de grupo Carso en el país son al amparo de las concesiones gubernamentales o de grandes obras como es ahora la construcción del Tren Maya.

Por lo visto, Julio pisaba demasiados callos.

Separación del poder económico del político o no, Grupo Carso no piensa dejar ni uno ni otro. Y en la 4T, tan rejega en las palabras, en los hechos tampoco impide que la mafia del poder construya trenes y posiblemente tire consejeros jurídicos que podrían ser adversos a sus negocios.

Ya veremos si, en aras de futuros contratos, López Obrador puede convencer a Slim —allá en su rancho— de apoyar a Claudia o si este último termina por convencer al tabasqueño de inclinarse por Marcelo.

Como sea, las suposiciones rumbo al 24 cobran fuerza, y eso que todavía faltan tres largos años.