De hecho las previsiones indican que el nuevo proyecto de empresa de gobierno denominado “Gas Bienestar”, correrá la misma suerte que otros programas, institutos y políticas que han sido bautizados con la misma marca o denominación.
La empresa que llevará el nombre de “Gas Bienestar” y se proyecta empezaría operaciones en tres meses buscando vender el energético más barato según las proyecciones del jefe del Ejecutivo, es para muchos una ocurrencia más que ya ha recibido críticas negativas de prácticamente todos los sectores augurando grandes y graves pérdidas en los recursos del país.
Esta idea de una empresa estatal que venderá cilindros de 20 y 30 kilos de gas a las familias del país, es el nuevo proyecto del presidente, quien considera que esto servirá para que el aumento en el combustible no afecte la economía popular. Inclusive, ya anunció que, a más tardar en tres meses, iniciará la venta de cilindros en la Ciudad de México y, a la par, se analizará la posibilidad de que el gobierno dé servicio a tanques estacionarios y gas natural.
Fracasos, opacidad, turbiedad y en muchos casos grandes pérdidas económicas, distinguen a los institutos, políticas y empresas del Bienestar en el marco de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Basta echar un vistazo a algunos Programas sociales que llevan la palabra “Bienestar”:
Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores
AMLO activó en enero de 2019 las pensiones para adultos mayores que impulsó en Ciudad de México cuando fue jefe de Gobierno. A través de este programa se otorgan $2,550 bimestrales a los beneficiarios. Tras las elecciones del pasado 6 de junio, este apoyo se estableció con edad mínima de 65 años y con miras a que incremente poco a poco. Se trata de un programa meramente electorero que lo mismo reciben ricos y pobres sin mayor mérito que estar encuadrados en la edad que establece el programa. Es un barril sin fondo que ha obligado a cancelar otros programas para echar mano de sus recursos.
Tandas para el Bienestar
El Programa de Microcréditos para el Bienestar, también conocido como “Tandas para el Bienestar”, otorga microcréditos a quienes deseen iniciar o consolidar un negocio. Este programa cuenta con 6 mil millones de pesos para entregar un millón de préstamos a micro y pequeños empresarios. Sin embargo, es otro programa electorero que nació destinado al fracaso y que en su primer año apenas logró cubrir el 22 por ciento de su población objetivo.
Tianguis del Bienestar
El pasado 21 de junio, Andrés Manuel López Obrador anunció la creación del “Tianguis del Bienestar”, donde ofrecerá objetos decomisados en operativos, mismos que se van a bodegas. En este rubro podrían ofertarse: ropa, calzado, ventiladores, aires acondicionados, juguetes, entre otros artículos. La propuesta fue mal vista por los comerciantes y productores de calzado, para quienes la idea de poner en el mercado artículos de contrabando y/o piratas a través del Tianguis del Bienestar es una ocurrencia sin sentido que atenta no sólo contra el mercado formal sino contra los propios consumidores.
Producción para el Bienestar
El programa de AMLO busca fomentar y alcanzar la autosuficiencia alimentaria del país a través de apoyos económicos, principalmente de maíz, frijol, trigo, arroz y sorgo, con ello se busca beneficiar a 2.8 millones de pequeños y medianos productores. Beneficiarios del Programa Producción para el Bienestar (PpB), empresarios y expertos apuntan que el apoyo entregado no es suficiente para impulsar la producción de granos del país. Además, el programa no ha estado exento de señalamientos por fallas en su funcionamiento.
En la entrega de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) del 2020 sobre los datos recogidos en 2019, se señala que el programa presentó deficiencias en su diseño e implementación, los cuales arriesgan el cumplimiento de su objetivo.
La falla principal, según la dependencia, es que en el diagnóstico del PpB no se definió, de forma precisa, el problema público que pretende atender. Además, el diseño no contó con “alineación con los objetivos del PND, los lineamientos y la MIR (Matríz de Indicadores para Resultados)”, como tampoco se determinó que el programa debía contar con reglas de operación.
IMSS Bienestar
En este programa se impulsan servicios médicos a 11.6 millones de mexicanos que viven en zonas rurales y urbanas marginadas en 19 estados y la operación de 80 unidades hospitalarias con atención de especialidades. El IMSS-Bienestar es un programa que ha existido por más de 40 años para dar cobertura de salud a las personas sin seguridad social de zonas marginadas. Ha tenido varios nombres, desde Progresa hasta Oportunidades y Prospera, que fue el último nombre que tuvo antes del actual, pero siempre administrado por el IMSS para dar cobertura a personas no asalariadas y sin capacidad contributiva. Las principales quejas son por desabasto de medicamentos y el alto déficit de médicos y enfermeras, sin menoscabo de las observaciones por más de mil millones de pesos que tuvo en 2020.
Apoyo para el Bienestar de hijos de madres trabajadoras
Este programa sustituyó las guarderías para niños de madres trabajadores, una decisión que generó las primeras y más duras críticas hacia la entonces reciente 4T. Se trata de apoyos de mil 600 pesos bimestrales por cada niña o niño menor de 4 años de edad.
Banco del Bienestar
Desde el principio, este proyecto ha ido de tropiezo en tropiezo; primero disminuyó el número original de sucursales; después se retrasó el inicio de su construcción y, entre otros problemas, el proceso de licitación para adquirir los cajeros automáticos que ofrecerán el servicio principal del Banco del Bienestar.
El problema de fondo que el gobierno de la “Cuarta Transformación” enfrenta es esencialmente operativo.
La mayoría de los mexicanos para quienes fue creado el Banco del Bienestar difícilmente podrán utilizar todos sus servicios bancarios, porque los magros depósitos monetarios mensuales o bimestrales no les alcanzarán para ahorrar, invertir, contratar créditos o utilizar otros productos.
Pero el objetivo principal del Banco del Bienestar consiste en distribuir los recursos de los programas sociales del Gobierno Federal. Es decir que, a través de sus cajeros automáticos, entregue los más de 35 mil millones de pesos (mdp) de una decena de programas, entre ellos las becas de educación básica y educación media superior; Jóvenes Construyendo el Futuro; la Escuela es Nuestra; las pensiones para las personas con discapacidad y adultos mayores; Sembrando Vida y los programas de reconstrucción de vivienda y mejoramiento urbano.
El retraso de un año en la edificación de las sucursales –el Presidente se había comprometido a entregar casi la mitad a finales de 2020– lo indujo a encargarle al Ejército las pendientes, trabajo que se sumó a otras tareas, como las obras del aeropuerto de Santa Lucia y el Tren Maya.
Por ello, miles de “beneficiados” no pueden hacer uso del Banco del Bienestar porque la mayoría de sus sucursales están cerradas y tienen que retirar los apoyos monetarios en el Banco Azteca.
Universidades del Bienestar Benito Juárez
El jefe del Ejecutivo impulsó el programa de Universidades del Bienestar Benito Juárez para que más estudiantes tuviesen acceso a la educación superior en el país. Al momento suman 140 y atienden a más de 28 mil estudiantes.
No obstante, los recursos que se han destinado a cada una de estas 140 Universidades del Bienestar, uno de los proyectos prioritarios del gobierno actual, no han sido informados con transparencia por el organismo coordinador de estos planteles, a cargo de Raquel Sosa, por lo que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) instruyó hace unos días a hacerlo.
De acuerdo con un resolutivo del órgano de la transparencia mexicana, el Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (OCUBBJ) debe dar a conocer el estatus de cada uno de estos planteles educativos, así como las transferencias que se les han hecho por monto, fecha y concepto en un plazo de cinco días hábiles a partir de la notificación, de lo contrario podría ser acreedor a una sanción.
Desde prácticamente todos los sectores se han encendido focos y se han escuchado palabras de alerta por la creación de Gas Bienestar, pero ya sabemos que Andrés Manuel López Obrador no escucha más allá de sus voces internas, de manera que seguramente llegará hasta el final aunque se advierta un nuevo descalabro como ya lo han sido otros proyectos que han significado rotundos fracasos y miles de millones de pesos en pérdidas.
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