Han pasado varios días desde que apareció el video donde Alfredo Adame se vio envuelto en una pelea callejera. Luego los memes mantuvieron vivo el tema, y finalmente el actor proporcionó más material al declarar ante los medios que va a proceder legalmente contra sus “agresores”. Entre los dimes y diretes del caso ¿sabían que Alfredo Adame fue sobrecargo de Aeroméxico?

Su hermano, Roberto Adame Von Knoop, también fue sobrecargo, pero en Mexicana de Aviación. Ambos originarios de Guadalajara estudiaron la carrera de piloto aviador, pero ninguno la ejerció.

Es común que muchos compañeros entren como tripulantes de cabina (sobrecargos) a una aerolínea, con la finalidad de irse costeando la carrera de piloto, que es muy cara, y muchos terminan amando la profesión, como fue el caso de Roberto, quien se jubiló como sobrecargo. Con él hice mi primer vuelo internacional, el 4 de mayo de 1998 a San Francisco, California, con algunas flores en mi pelo. Me tocó ir de R1 (en la parte delantera del avión), y puedo decir que Roberto, en toda la extensión de la palabra, es un tipazo.

Pero no sólo tenemos a Alfredo Adame, quien fuera sobrecargo, piloto privado y después actor (omitamos su proclividad a ser peleonero profesional), también en la misma empresa prestó sus servicios Rocío Sánchez Azuara conductora de programas de televisión, siendo contemporánea de Alfredo en aquellos ayeres.

Pero también otros tripulantes brincaron a la política. Comienzo la lista con la más visible de todas ellas: Alejandra Barrales, que incluso llegó a ser Secretaria General de la ASSA de México, mi sindicato; también están Leticia Varela, diputada en varias ocasiones, Dinorah Cipactli Pizano, Lizette Clavel, Freyja Doridé y Patricia Arreola.

Aunque el servicio público ha sido un buen nicho, solamente las mujeres han podido realizar el salto del sindicato a la política. En el caso de mis compañeros varones, ninguno lo ha logrado. El actual Secretario General, Ricardo Del Valle, ha tratado de manera infructuosa colocarse en Morena, pero no le hace el feo a ninguna fuerza política. Apoyó a la alianza PRI-PAN-PRD en la CDMX, y coqueteó incluso con el efímero Partido Fuerza por México, de Pedro Haces, otro líder sindical.

Tripulantes de otras latitudes del orbe también han alcanzado fama. La mismísima reina de Suecia, Silvia Sommerlath, en sus ayeres fue sobrecargo de Lufhtansa. Imaginen dejó de servir charolas de comida y bebidas, para tener a su disposición todo un ejército de servidumbre, al ser la reina de un país.

Inversamente proporcional, tenemos casos de actores que aman la aviación; en México el clásico ejemplo es Pedro Infante, quien fue invitado a ingresar a Mexicana de Aviación para volar un DC-3, como copiloto. El “problema” fue que el ídolo de Huamuchil sí quería entrar, pero con el grado de capitán, y así no funcionan las cosas en la aviación. Empleados de Mexicana recuerdan varias anécdotas al respecto; les compartiré una, de un compañero de tierra.

Su papá conoció a Pedro Infante porque le hizo una reparación al DC-3 de su propiedad. Estaban en Mérida, y el avión venía cargado de “fayuca” que Pedro había traído de La Habana, con destino a la Ciudad de México. El avión estaba tan pesado que intentó despegar tres veces ante de lograr emprender el vuelo, pues el peso le impedía alcanzar la velocidad requerida. Cuenta que Pedro era terco, y aunque le recomendaron dejar algo de la carga, él es negó. En el cuarto intento, cuando el papá de mi compañero creía que el avión no despegaría, vio que se elevaba del suelo. Hasta ahí la anécdota; a nosotros nos toca imaginar la sonrisa de oreja a oreja en la cara de Pedro diciendo “¿cómo de que no?”

En Estados Unidos dentro de los actores y/o cantantes que les gusta pilotear aeronaves tenemos a John Travolta, Angelina Jolie, Tom Cruise, Enrique Iglesias, Gisele Bundchen, Harrison Ford, Clint Eastwood, Dennis Quaid y Morgan Freeman (él es Dios, así que puede). Pero también no actores, como el presentador de Top Gear Richard Hammond, o el político estadounidense John Kerry, o el escritor John Bach, autor de “Juan Salvador Gaviota”.

También tenemos miembros de la realeza como el Rey emérito Juan Carlos de España y ahora su hijo Felipe VI, ambos pilotos. En la familia real inglesa, el fallecido príncipe Felipe, quien en vida fuera esposo de la Reina Isabel II; también el hijo de ambos, Andrés, y ahora su nieto Guillermo, el hijo del príncipe Carlos.

El caso más destacable de un miembro de la realeza es sin duda el del Rey de Holanda, Guillermo Alejandro de los Países Bajos, quien lleva más de 20 años pilotando aeronaves comerciales de la aerolínea KLM. Vuela el Fokker 70 (un modelo de aeronave), por lo menos dos veces al mes.

A mí no me sorprenden estos datos; estoy convencida que todos los amantes de la aviación usan el corazón para “ver bien”, ya que lo esencial es invisible a los ojos, como dijo Antoine de Saint-Exupéry, aviador francés, y autor de “El Principito”.