Cuatro de la mañana en la Ciudad de México, desde el sur hasta el poniente llega el ruido de las poderosas turbinas de un avión que viene llegando al Aeropuerto Internacional Benito Juárez. Ese ruido dura al menos un minuto, sino es que más, y no es de lo mas agradable. En la ciudad que parece que nunca duerme ese sonido es fuerte y molesto.

Puede parecer increíble que ese ruido se escuche en colonias que están a más de 20 kilómetros del aeropuerto, pero así pasa. Al parecer los que rediseñaron el espacio aéreo no tomaron en cuenta las molestias auditivas que traería este rediseño a gran parte de la población de la Ciudad de México. Y no, no solo son las colonias “fifís” este indeseable ruido se escucha en muchas colonias de menores ingresos que también deben de tener cierta molestia.

Contaminación

Los chilangos ya tienen mucho con la contaminación visual de las calles, la de la basura y la del aire como para sumarles una que no puede ser controlada por nadie mas que por el Gobierno federal y los ingenieros que rediseñaron el espacio aéreo de la ciudad.

El Congreso de la Ciudad de México aprobó hace unos 6 meses una ley que cataloga al ruido excesivo como una actividad riesgosa. Esta ley indica que la persona que haga un ruido mayor a los 65 decibeles en la CDMX podrá ser amonestada, arrestada por 36 horas o tener una clausura de su negocio. La multa por esta generación de ruido excesivo va con una multa desde los mil 794 pesos hasta los 8 millones 962 mil pesos.

¿Sabe cuántos decibles de ruido hacen los aviones que pasan por arriba de los hogares chilangos?

Están el rango de los 61 a los 69 decibeles. A diferencia de los antros estos suenan todo el día. Si la ley de contaminación auditiva fuera pareja esta tendría que aplicarse a este tipo de ruido también, ¿no cree? ¿Se debería de multar a los del SENEAM? ¿Se deberían de clausurar las líneas aéreas?

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Así como el congreso de la Ciudad de México insistió e insistió hasta que logró que los comercios no dieran bolsas de papel o vendieran productos desechables de plástico, así deberían de insistir para exigirle a la Gobierno federal para que desaparezca este ruido.

Es un tema que afecta a todos pues nadie puede controlarlo más que los que les dicen a los aviones por dónde tienen que pasar. Hay muchas reformas que no todo el mundo hubiera estado de acuerdo, seguramente en este tipo de cuestiones todos votarían para que este tipo de contaminación auditiva desapareciera.

Esperemos que a los diputados locales de la capital se les ocurra hacer algo en este tipo de cuestiones y logren que se modifiquen las rutas aéreas de manera de que ya no tengamos este tipo de contaminación en la CDMX.