En mi artículo “El Partido Verde vs. YosStop”, dije que la youtuber, en su video “Patética generación”, había cometido dos imprudencias:

1. Revelar el nombre de una chica a la que le introducían una botella de Moet por la vagina, y

2. Calificarla de “puta”; sin embargo, dije que no había cometido el delito de pornografía infantil, porque no había subido el video de la violación de la joven en su canal de YouTube, sino que solo lo había mencionado, y, aunque YosStop es odiada por medio mundo (particularmente por clasista y déspota) no se le podía comparar a Jean Succar-Kuri, quien sí producía y distribuía imágenes de menores de edad, teniendo relaciones sexuales, con fines de lucro.

En mi texto decía que su detención (mediante un impresionante despliegue policíaco), era una vendetta del Partido Verde Ecologista de México, pues YosStop había balconeado a más de 90 influencers que habían cobrado una “lana” para hacerles campaña política, en plena veda electoral (lo cual, aunque seguramente no disminuirá su condena, debe reconocerse como algo valioso).

Después de la primera audiencia, la defensa de Ainara (quien era menor de edad cuando se grabó el video de marras), ya presentó pruebas contundentes de que YosStop sí almacenó y distribuyó las imágenes de la violación, y, como la youtubera obtiene dinero por las vistas de sus canales en redes sociales, oficialmente sí lucró con imágenes de índole sexual.

No subió literalmente el video por YouTube, pero en el teléfono celular que sostiene en la mano, se aprecian las imágenes del delito sexual. Además, se comprobó que sí subió fragmentos del video por Twitter (aunque después los borrara), y, por si fuera poco, YosStop sostuvo una conversación con Ainara por Whatsapp, donde la joven le pidió que retirara las imágenes y dejara de hablar de ella, pero la influencer le dijo que no lo haría, hasta que le demostrara que se había tratado de una violación, como si fuera una autoridad.

Ahora que existen pruebas de su culpabilidad, me retracto de mi defensa.

Lo sorprendente es la enorme egolatría y abuso de poder de la celebridad de las redes sociales, que no solo la llevaron a exhibir la vida privada de una menor de edad, exponiéndola al escarnio, el trauma y la inseguridad, sino que no ha sido capaz de reconocer su error y pedir disculpas públicas.

Recuerdo el incidente de la humillación al capitán de una embarcación, cuando junto con sus amigos le cantaron la rola “Puto” de Molotov, tuvo tantos comentarios adversos que abandonó las redes sociales temporalmente, para regresar días después, burlándose del hecho, ufanándose de su acto, sin el más mínimo asomo de arrepentimiento. Con razón YouTube suspendió la monetización de sus canales, la empresa hubiera sido cómplice de una psicópata.

Ahora mismo podría doblar las manos, reducir su condena de probablemente 14 años de cárcel (y con suerte, conseguir un indulto), mostrando tantita humildad, diciendo: “La cagué, perdón, no volverá a suceder”, pero no, ella y su defensa insisten en que se está violando su libertad de expresión, atacando a las feministas por no apoyarla, victimizándose de forma arrogante. Su soberbia alcanza dramáticas alturas de necios villanos cinematográficos, tipo “Caracortada”, Hannibal Lecter y el “Guasón”.

Su historia transmite un mensaje parecido (pero de forma contraria) al de la película “Ángeles con caras sucias” (Michael Curtiz, 1938), donde el gangster Rocky Sullivan (James Cagney), arrogante y cínico, finge cobardía frente a la silla eléctrica, para desalentar a la juventud de seguir una vida delictiva. YosStop , en cambio, avanza arrogante y cínica hacia su celda, para desalentar a los jóvenes con deseos de convertirse en influencers, para que piensen dos veces en dañar a sus semejantes, con tal de ganar vistas (aunque, en el segundo caso, no exista realmente conciencia del mensaje, pues la delincuente no muestra ningún síntoma de redención).

Comentario aparte merece un tuit de la Fiscalía de la Ciudad de México (@FiscaliaCDMX), del 5 de julio, dirigido al hermano de la influencer (quien también es youtubero), redactado como si fuera broma, mismo que transcribo literalmente, con la misma pésima redacción original:

“@DebRyanShow Buen día, ¿Deseamos hacer contacto con usted, sería tan amable de seguir nuestra cuenta para comunicarnos vía mensaje directo?”

Aparte de que la interrogación está mal, no es necesario que siga su cuenta para comunicarse por mensaje directo, basta con que ellos le manden un mensaje directo, sin necesidad de hacer pública la comunicación, que de este modo, adquiere un barniz de chisme.

Con todo, la captura de YosStop , más el desafuero del diputado morenista Benjamín Saúl Huerta Corona (para enfrentar la acusación judicial de abuso sexual de un quinceañero), son síntomas de que la justicia avanza en materia de protección de menores.

Sobre el desafuero de éste último, la coalición derechista debe estarse rasgando las vestiduras, pues se supone que Morena debería cerrar filas alrededor de sus militantes delincuentes (como antaño lo hacían el PAN y el PRI), y no votar a favor de su desafuero, ya que esto abre camino a la democracia participativa, encaminada a la votación para juzgar a los ex presidentes este primero de agosto, y les frustra sus rabiosas ganas de aullar: “¡La 4T protege a violadores de menores!”

Mucho cuidado con votar por gente que se entristece porque no explotan las bombas de sus enemigos terroristas.