En lo que establece la ley para desarrollar el sistema educativo, y sobre las competencias, en la formación de los directivos escolares, podríamos decir que hay insuficiencias.

Mario Martín Bris es doctor en Ciencias de la Educación. Profesor titular en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid). Director y profesor en programas de master y doctorado en Planificación e Innovación Educativa, impartidos en España y en varios países de Iberoamérica. Miembro de comités editoriales, directorios e instituciones en España e Iberoamérica. Autor de más de cien publicaciones, libros y artículos, sobre liderazgo, gestión, planificación, participación, clima de trabajo, innovación y sistemas educativos. Responsable de numerosos convenios entre la Universidad de Alcalá y otras universidades e instituciones en América Latina. Director de Relaciones con Iberoamérica de la Universidad de Alcalá durante los últimos doce años. Actualmente Coordinador del Grupo IDE/UAH y director de la Cátedra Iberoamericana de Educación de la OEI y UAH (Madrid), España.

- Te agradezco mucho, Mario, que nos des tu tiempo y la oportunidad de conversar este frío medio día, de diciembre de 2023, en este recinto histórico de Alcalá. Me gustaría que nos hablaras sobre la situación de la formación de directivos escolares en España, para saber cómo se da actualmente esta formación y si los programas formativos para estas figuras educativas se han ajustado a raíz de los cambios curriculares recientes.

- Como seguramente lo sabes, bueno, tú ya lo manejas perfectamente bien, en el 2020 vino la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), se aprobaron entonces ese tipo de cambios, pero la verdad es que todavía queda bastante que recorrer, sobre todo en algunas comunidades autónomas, que ahora hablaremos de eso en cuanto a la formación de directivos, o sea, sí que se marcan unas pautas en la LOMLOE, pero también se marcaban en las leyes anteriores, ¿qué sucede?

Sucede que los desarrollos de la Ley Orgánica pueden ser, y de hecho son, muy distintos según cada una de las comunidades autónomas, en España. Igual que en México sucede con los estados, aquí está dividido el territorio en 17 comunidades autónomas y esas 17 comunidades tienen un desarrollo bastante dispar, y uno de los elementos en los que se aprecia esa disparidad es en la forma de gestionar el reclutamiento de directivos para los centros públicos.

Los centros privados llevan otras dinámicas, aunque cumplen con la normativa general como es de alguna forma lógico y normal, pues los eligen los sostenedores, los dueños de las instituciones, pero en la educación pública en este país, que todavía es mayoritaria en determinados ámbitos territoriales, pues a lo mejor incluso el 80% es pública y el 20% es privada, sobre todo donde hay atención rural, que es mucho territorio en este país, estaríamos hablando de la pública como mayoritaria. Además, como sabéis, no es lo mismo en centros totalmente privados (no creo que llegue al 10% en el país), que casi un 40% que son privados-concertados, que se pagan desde los gobiernos regionales (nuestras comunidades autónomas).

Me refiero, por ejemplo, también a congregaciones religiosas, cooperativas, etc. y entonces no, no hay un desarrollo expreso en la ley actualmente vigente. Sí hay unas indicaciones al respecto, claro, sobre cómo debe ser la formación o cómo tiene que ser la elección de directivos, pero hay mucho margen de maniobra para las comunidades autónomas; o sea, hay comunidades autónomas que exigen un proyecto de dirección a los candidatos, hay comunidades autónomas que tienen como un banco de candidatos, porque hay una formación previa, y están facilitando la formación de directivos, pero en lo único que es común en todas las comunidades autónomas, es que en los grados de magisterio hay una asignatura que es organización de instituciones educativas, donde el profesor es sensible a la importancia de la Dirección de Centros y se incluye en esa facultad una parte que tiene que ver con la formación en dirección y liderazgo para los centros educativos, pero no hay ninguna asignatura, salvo como optativas, quizá, en algunas facultades que lo recoja de manera integral.

Lo que sí hacen todas las comunidades autónomas, creo que aquí no nos equivocamos y decimos que en el 100% de las comunidades autónomas, es ofrecer cursos de formación de equipos directivos y ahí pues depende mucho de los enfoques, pues lo normal es que prioricen en la formación de directivos desde la perspectiva pedagógica didáctica o liderazgo pedagógico didáctico, pero me consta que hay otras que van simple y llanamente a las cuestiones administrativas de la dirección. Entonces, a tu pregunta de cómo se contemplan las competencias que la LOMLOE establece para el desarrollo del sistema educativo en la formación de los directivos, podríamos decir que hay insuficiencias.

Estoy seguro que se contempla, pero no podríamos decir que siempre y desde luego no de la misma forma en cada Comunidad Autónoma, porque hay una descentralización total en la educación española.

- Ahora, Mario, ya centrándonos en la Comunidad de Madrid que es donde tú te ubicas y por la trayectoria que tienes aquí en la Comunidad de Madrid ¿consideras que es suficiente y adecuada la formación de directivos escolares en los programas existentes en esta comunidad? Debido a que las universidades tienen la formación del profesorado y dentro de eso hay ciertas asignaturas, una o dos asignaturas, ¿consideras que haría falta más y mejor formación teórico-práctica en la preparación profesional de directivos?

- Hombre, uno ya por su trayectoria académica ha visto cómo ha evolucionado la organización de centros escolares, y he visto que la formación de directivos ha sido siempre la gran olvidada de los programas de formación.

Antes, esa formación se identificaba con legislación y había una asignatura por ahí a veces optativa que entraba a formar parte como troncal, pues después de muchos años de reivindicaciones por parte de algunas universidades entre las que estábamos nosotros Alcalá, Oviedo, Sevilla, Autónoma de Barcelona, que Santiago, que Extremadura que reivindicábamos, dentro de los programas de formación del profesorado, que debía de haber una asignatura expresa sobre organización y gestión del centro escolar, y eso se consiguió desde hace bastante tiempo y está como una asignatura troncal de la formación inicial del profesorado.

Pero la especificidad de la formación de directivos solamente se hace en la formación inicial, en un apartado de esa formación y que es sobre organización escolar, o sea, no hay ninguna asignatura que sea formación de directivos o, en el mejor de los casos, en algunas facultades en que haya una optativa que sea formación de directivos con enfoque pedagógico, no administrativo, pero normalmente te diría que hay muy pocas facultades que tienen una optativa sobre formación de directivos.

Lo que hay de asignaturas sobre la formación de directivos está dentro de la organización escolar y en todas las universidades de Madrid eso sucede. Eso lo hace el Gobierno regional, o sea, la Comunidad Autónoma de Madrid, a través de la Consejería de Educación.

Todos los años, lo que se hace es que en una red de centros de formación permanente del profesorado (para entendernos, aquí se llaman Centros de innovación y formación pedagógica, y hay 5 o 6 en toda la Comunidad de Madrid), ahí sí se ofrece a los directivos la formación específica.

Eso se da a través de la formación continua y esa no la hace la universidad, aunque sí es verdad que hay universidades, como ésta, la de Alcalá de Henares, por ejemplo, que durante un tiempo tuvo un máster en formación de directivos, pero era un máster propio, no era un máster oficial. Además, era un máster como sabéis que no habilita, por ejemplo, para hacer doctorado, no es un máster académico…

- Un máster profesionalizante…

- Exacto, pero por ejemplo en la Comunidad de Madrid ese máster, que yo sepa no se exigía para el ejercicio de la función directiva. Son otros los criterios que existen de antigüedad, de permanencia en el centro, etcétera; y luego, por si fuera poco, y es muy paradójico, pero en la mayor parte de las comunidades autónomas se hace la formación de directivos después de tomar el cargo, no antes. Es igual que en México.

Una cosa que uno dice, bueno, ¿esto cómo puede ser? ¿no? Así es, sin embargo. Bueno, yo trabajé mucho en el Consejo Escolar de Castilla La Mancha, y allí hubo otro enfoque. Nosotros ahí ofrecíamos unos programas de formación de directivos, aunque legalmente no podíamos ponerlos u ofrecerlos.

Como condición para ocupar la dirección, sí se exigía mucho a los candidatos tener esa formación previa. Cuando alguien se presentaba a la formación de directivos, o sea, cuando se asignaban unas puntuaciones por determinados conceptos, ese concepto era importante, en Cataluña lo tienen. Yo creo que mucho mejor resuelto que en Madrid, porque ahí sí hay al menos antes, en el último gobierno, pero sí había como un compromiso de formación previo y de proyectos de dirección para poder acceder al cargo directivo.

Mario Martín Bris

- La siguiente pregunta Mario es con respecto a la evaluación de centros educativos, que es una asignatura que, por cierto, tú impartes, ¿cómo va? ¿Qué herramientas utilizan, qué indicadores utilizan para realizar esta evaluación? Y más ahora en el contexto de los resultados de PISA… ¿Utilizan esos resultados de PISA en la evaluación de centros o PISA es solamente una fotografía general? ¿Tienen otras herramientas y otras fuentes de evaluación de centros?

- Diría que, en general, toman en consideración los resultados de PISA, allí donde les interesa por algo y lo analizan, tratan de bajarlo a la realidad de los centros, pero no hay ninguna estructura formal que yo sepa en ninguna comunidad autónoma, desde el ministerio, que utilice esos resultados para hacer desarrollos específicos. Obviamente, siempre es una referencia para la toma de decisiones políticas y de hecho se están produciendo, porque el impacto ha sido tan grande ahora mismo en el último informe PISA (prueba aplicada en 2022 y resultados publicados en 2023), que claro todas las administraciones, no sé si luego continuarán con ello, pero han querido dar la imagen de que se pondrían (tales resultados adversos) en manos a la obra para abordar determinadas cuestiones, como la procedencia o no del alumno, que los alumnos repitan de curso cuando no logran los resultados que se esperaban, etcétera; y uno de los temas es también la evaluación de centros educativos.

En este país está establecida la evaluación de centros educativos en la propia normativa, pero falta algo que a mí me parece absolutamente fundamental y es que la evaluación tenga efectos.

Si evalúas un centro educativo y luego no haces seguimiento, o sea, no estableces un buen sistema de acompañamiento para la mejora de los aspectos que hayan resultado deficitarios, pues entonces realmente no te está sirviendo de mucho. En el ámbito privado seguramente lo hacen de otra forma, pero la base de la evaluación de centros como sabéis en España, y en la mayor parte de los entornos occidentales, está en el FQM en Europa, en el sistema europeo de gestión de la calidad, que se gestiona desde Francia y que tiene muy extendidos unos indicadores de trabajo muy serios al respecto, y que está y que se sigue no solamente en el ámbito no universitario, sino también en el ámbito universitario.

Diría que el mayor problema que tenemos es que no pasa nada con el diagnosticado de la evaluación de los centros educativos. Entonces, pues lo hacen los inspectores normalmente. Vosotros le llamáis “supervisores”, o sea, la administración regional a través de la red de supervisores.

No recuerdo exactamente si la normativa dice cada 3 o 4 años, pero todos los centros educativos se someten a una evaluación, no la única evaluación real fija que se hace en todos los centros, todos los años, independientemente lo bien o mal que se haga: Es lo que nosotros llamamos la “memoria anual del centro”.

Algunos profesores nos cansamos de explicar y justificar la importancia de esos ejercicios de evaluación de centros en las universidades, en nuestras asignaturas, pero luego vemos que realmente en los centros eso se convierte en un mero trámite administrativo, hecho que hemos constatado.

Me produce cierta tristeza, digamos que publicitarlo, pero nosotros en estudios o investigaciones hemos constatado que no participa el propio profesorado, apenas participa el director o el inspector en esos ejercicios de evaluación, pero los demás no participan.

En ese caso la inspección es la receptora de dos niveles, o sea, de dos procedimientos y dos acciones distintas: Una evaluación fija que se hace en el 100% de los centros. No hay ningún centro que no pueda hacer la memoria anual; lo hace y envía a la Consejería de Educación, o sea, al Gobierno regional. Es una de las obligaciones ineludibles del director o la directora del centro.

Esa evaluación tiene mucho margen de mejora, por no decir otra cosa, pues el profesor o la profesora participa sólo porque tiene que ser valorado, no sólo por el claustro de profesores, o sea, por el equipo pedagógico, sino también por la comunidad educativa, en el Consejo Escolar del Centro. Entonces, se tiene que dar un informe que no es vinculante, pero tienen que dar un informe y eso es lo que se manda a la administración educativa.

Pues bien, nosotros hemos visto que en muchas ocasiones no se consulta prácticamente a los padres, por supuesto, y a los alumnos prácticamente nada; y muchos profesores no participan (o lo hacen sólo cuando son valorados). A lo mejor los coordinadores dan la información que les solicita la dirección o la jefatura de estudios o la secretaría, pero tienen bastantes déficits.

Y el otro ámbito de evaluación de centros viene de fuera hacia adentro que es el que comenté y que los centros tienen que hacer con el apoyo de la inspección educativa.

En el primer caso, el de la memoria anual, el receptor es el inspector quien lo va a analizar y se supone que todo lo que vea mejorable, extraño, equivocado, lo que sea, se va a poner en contacto con el director o la directora del centro para que lo atiendan, modifiquen, tengan en cuenta para el plan anual del año siguiente; y la otra que digo es cuando la administración dice pues un tercio o la cuarta parte de los colegios de Madrid, por ejemplo, este año, pues se tienen que evaluar y ahí sí que ha habido épocas, no sé en este momento, pero sí ha habido épocas en que había un buen desarrollo de documentos.

Te puedo decir que en algunas inspecciones sabían muchísimo de evaluación y se molestaron en elaborar una documentación muy exhaustiva y muy apropiada para la evaluación de centros, y cuando había que evaluar un centro aplicaban esos documentos y lo hacían de manera diferenciada por nivel educativo. Hay algunas comunidades autónomas que lo tienen, a título orientativo, distinto para educación infantil y primaria que para secundaria y bachillerato.

Juan Carlos Miranda Arroyo en X: @jcma23

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