Aprovechando la entrada de la temporada alta de invierno en la aviación, una pregunta que suelen hacerme de manera frecuente es ¿por qué son caros los boletos de avión?, o también ¿por qué es caro viajar en avión?

A pesar de la existencia de las aerolíneas de bajo costo, cuando la gente adquiere boletos con este tipo de modelo de negocios, se percatan que al final, con la sumatoria de “cobros por aquí y por allá”, les hubiera salido casi igual si hubieran comprado su boleto en una aerolínea tradicional.

Y este tema empeora cuando se vuelve interminable el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, lo que ha derivado en alzas en el precio del combustible a nivel mundial. Hay que tomar en cuenta que uno de los gastos más grandes que eroga una línea aérea es precisamente en el combustible.

Del costo total de la operación, el combustible (turbosina) representa el 40% de los gastos. El precio promedio de la turbosina es de más menos 37 pesos por litro, lo que significa que en dólares se paga por cada litro de este combustible 1.85. ¿Tienen idea de con cuánto se llena el tanque de un avión? Es evidente que ese dato puede variar entre un modelo de equipo y otro, pero supongamos que le metemos a los tanques poco más de 10 mil litros de turbosina, ¿hacemos cuentas? Pues a la compañía aérea más menos le cuesta unos 370 mil pesos, y la cifra en dólares es de casi 19 mil billetes verdes del tío Sam.

También hay que pagar el arrendamiento de los equipos, cuyo costo dependerá del modelo y el fabricante, así como el tipo de contrato que se tenga, el gasto que deben desembolsar es alrededor de 324,000 dólares, esto en pesos son $6,480,000.

Poco más de 6 millones de pesos al mes por un solo equipo; eso es lo que cuesta “rentarlo”. La gran mayoría de las líneas aéreas ya no compra aviones, sino que los van rentando y en cuanto cumplen con un cierto desgaste se negocia el nuevo arrendamiento de otro equipo.

También se tiene que pagar el servicio de Uso de Aeropuerto, claro, no solo los pasajeros pagan el famoso TUA (Tarifa de Uso de Aeropuerto). Las líneas aéreas también pagan por “estacionar” los aviones, y es mucho más cara la hora de plataforma si ésta se encuentra conectada a un jetway o pasillo telescópico y será más barata si es una posición remota, a la que trasladan al pasajero en “camioncito”.

Depende de la línea aérea, pero hace muchos años, cuando recién se mudó Aeroméxico a la T2 del AICM, su filial Aeroméxico Connect se quedó en las posiciones remotas llamadas “Sur”; estacionar ahí sus equipos resultaba más barato para la línea aérea, sin embargo, aprovechando la salida de Interjet y la apertura del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, las operaciones de Connect se han pasado a la Terminal 1, a posiciones de contacto y eso, estimados lectores, cuesta.

Como los automóviles, los aviones también tienen que pagar una serie de seguros, tanto con los equipos, el personal y los pasajeros de responsabilidad y obvio, baratos no son. Hay que pagarle al SENEAM por las cartas de navegación para cada vuelo, y se paga una especie de “peaje aéreo”; así es, como en las carreteras de cuota, tienes que pagar por usar las aerovías.

Desde luego, también hay que pagar salarios a los trabajadores. En el caso de las tripulaciones, estas le cuestan a las aerolíneas un 10%, y un 6% el resto del personal administrativo y de tierra.

Obviamente, todo esto lo cuento a muy grandes rasgos. Muchas veces las líneas aéreas ganan más por los servicios extras que venden, que con el precio mismo del boleto; servicios extras como poder escoger el asiento, cargos por el equipaje que va en carga, y si hay sobre equipaje, mejor aún; y es que en las aerolíneas de bajo costo te venden todo el servicio de comidas y bebidas.

Esto significa que la aerolínea adquiere a través de comisariato u otro proveedor todo lo que se venderá a bordo del avión, o en el caso de una aerolínea tradicional, como lo es Aeroméxico, tiene que pagar a Cocina del Aire o SkyChef, la comida y bebida de un vuelo; si piden cierto tipo de alimentos -como puede ser una comida kosher-, la ofrecen “gratis”, pero en realidad sí tiene un costo.

Todos estos son factores que hacen que la aviación sea cara, y a eso hay que sumar la poca competencia que hay y la limitada oferta. Por ejemplo, solo Aeroméxico ofrece vuelos a Europa; si no quiere volar con ellos tendrá que escoger una aerolínea extranjera. Esto hace que sea un monopolio y que no haya otra línea mexicana que le compita y que lo obligue a mejorar las ofertas en sus boletos. Lo mismo si decide viajar a Sudamérica, o a un destino en el lejano oriente, osea Asia.

Sin embargo dentro del territorio nacional podemos decir que hay un poco más de competencia, pero no tanto, sólo contamos con una aerolínea tradicional y dos de bajo costo, sin contar a las líneas regionales y a las charteras.

Esto ocasiona que los precios se eleven, pues no hay mucho de dónde escoger, si de viajar por las aerolíneas del país se trata. A más aerolíneas, mayor es la probabilidad de que los costos de los boletos bajen. Eso sí, siempre debemos tener en cuenta que la operación de un vuelo es costoso, y bien vale pagar por nuestra seguridad.