Irreverente

Les platico lo que me comentó Roberto Echeverría, con más de 30 años de experiencia en aerolíneas de varios países. ¡Arre!

El incidente del vuelo 512 de Volaris procedente de Tijuana y con destino Monterrey del pasado viernes 12 de este mes se debió a la fractura interna de los parabrisas -como primera causa -y como segunda, la tormenta que se desató la noche de ese día en la capital regia.

Salió de Tijuana a las 4:30 P.M. hora local y planeaba llegar en itinerario a las 9:19 P.M., pero tuvo que ser desviado al aeropuerto alterno de Torreón debido a una tormenta eléctrica y de granizo que se dio en los alrededores del aeropuerto Mariano Escobedo” a esas horas.

Aunque los operadores de tráfico aéreo del “Mariano Escobedo” sugirieron que aterrizara en Saltillo, los pilotos solicitaron el de Torreón, debido a razones de seguridad, según la perciben numerosos comandantes de aeronaves respecto a ciertos aeropuertos mexicanos.

Prefirieron Torreón que Saltillo porque el de la comarca lagunera está mejor equipado que el de la capital coahuilense.

La tarde noche del pasado viernes 12 fueron desviados muchos vuelos que tenían a Monterrey como destino, debido a la tormenta.

Ni uno solo se dirigió al Saltillo, todos aterrizaron en el de Torreón.

La tormenta descargó grandes cantidades de hielo en la zona del aeropuerto “Mariano Escobedo” y estos efectos se sintieron también en gran parte del sur de Texas, donde en promedio, los aeropuertos están mejor equipados que los nuestros, aún los pequeños.

Ese hielo fue el que fracturó los parabrisas del avión de Volaris.

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¿Y el Aeropuerto de Agualeguas?

El pasado 5 de mayo, el alcalde panista de Agualeguas, Nuevo León, Ignacio Castellanos Amaya, declaró a un medio local que el aeropuerto de ese municipio -a 127 kilómetros de Monterrey- estaba siendo desaprovechado.

Lleva por nombre el del “Teniente Coronel Praxedis López Ramos” y fue construido en marzo de 1991 a instancias del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien tiene con su familia un rancho de más de 100 hectáreas en ese municipio, al norte de la capital regia.

Cuenta con una pista de 2,800 metros y en diciembre del año 2020 dejó de funcionar como aeropuerto comercial, para convertirse en la Estación Militar 10.

A juicio del alcalde Castellanos Amaya, dicho aeropuerto está siendo utilizado cuando mucho a un 5% de su capacidad.

Dice que ya hay inversionistas interesados en meterle lana a dicho lugar. Sus nombres son Homero Ramones y Hernán Saldívar.

Quién sabe quiénes son esos señores, pero habría qué pasarles el siguiente reporte:

Pilotos de Aeroméxico que fueron consultados para este artículo consideran que dicho aeropuerto tiene una pista que no es aeronavegable.

No existen cartas Jepsen, que son las que permiten despegar y aterrizar de acuerdo a los protocolos internacionales.

El aeropuerto de Agualeguas tampoco cuenta con las radio ayudas reglamentarias para operar vuelos comerciales.

El alcalde sostiene que se ha reunido con directivos de Canaco y Caintra, las dos cámaras de Nuevo León que aglutinan a algunos comerciantes e industriales de la región.

El 5 de mayo anunció que en la semana pasada se realizaría un sobrevuelo agendado por la Fuerza Aérea Mexicana con esos y otros posibles inversionistas, sobre el mentado aeropuerto.

Dicho evento no se realizó y no fue precisamente por el mal clima que prevaleció el viernes pasado en la región.

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¿Y el Aeropuerto Del Norte?

Fue inaugurado el 5 de septiembre de 1942 a iniciativa de compañías norteamericanas de aviación -American Airlines entre ellas- con el propósito de dar una alternativa de viaje más corto a los empresarios estadounidenses que hacían negocios con los de Monterrey.

Fue concesionado a dueños de empresas regiomontanos por el gobierno de Salinas de Gortari en 1992 a un término de 20 años.

La concesión fue prorrogada por diez años más durante el mandato de Peña Nieto.

El plazo vence en agosto de este año y el gobierno de López Obrador ha anunciado que el Aeropuerto Internacional Del Norte pasará a la SEDENA, como lo es ya el AIFA y el que se construye en Tulum.

Cajón de sastre

“El caso del Aeropuerto Internacional Del Norte -en Monterrey- es un ejemplo más de la forma en que el presidente López Obrador compra la lealtad y el apoyo de las fuerzas castrenses hacia su gobierno, no le hace que con ello mande a su finca de Palenque la eficiencia”, remata la irreverente de mi Gaby.