Pese a que los principales indicadores y las perspectivas económicas son francamente desalentadoras y coinciden en que estamos a nada de caer en recesión, han trascurrido ya seis meses de esta administración sin que se vea una sola acción que genere cambios en las expectativas para la economía.

El FMI recortó sus pronósticos de crecimiento anticipando que la economía mexicana registrará una contracción de 0.3% este año, previsión que incorpora el recorte de 1.7 puntos sobre la expectativa de enero pasado, cuando habían proyectado que el PIB mexicano podría registrar un crecimiento del 1.4%.

El pronóstico revisado muestra actualmente a México como la única economía del G-20 con una previsión negativa de crecimiento.

Inacción, retórica y debilidad

Al respecto, y como si fuera vocera de AMLO, Sheinbaum salió con la retórica simplista de minimizar, descalificar y no decir nada: “No conocemos con base en qué lo hacen, no coincidimos… Nosotros tenemos modelos económicos que tiene la propia Secretaría de Hacienda que no coinciden en este planteamiento.”

Pero la Cepal, organismo en el que fungió como secretaria general por 12 años (2008 a 2022) la actual secretaria de medio ambiente Alicia Bárcena, recortó en 0.9 puntos porcentuales su estimación de crecimiento económico para 2025, pasando de 1.2% a 0.3%.

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Aún en la estimación de la Cepal, México aparece como uno de los países con menor crecimiento proyectado en la región, por debajo de países como Argentina (5.0%), Perú (3.1%), Colombia (2.5%) y Chile (2.2%).

A principios del mes de abril la Secretaría de Hacienda también redujo su pronóstico de crecimiento, sin detallar una estimación puntual, pasó de un rango de entre 2.0 y 3%, a un intervalo de 1.5 y 2.3%.

El Banco Mundial a finales de abril también recortó sus previsiones económicas para México al anticipar un crecimiento de 0% en 2025, frente al 1.5% previsto en enero, y el propio Banco de México en febrero recortó su estimación de crecimiento para el PIB anual dejándolo en 0.6% del 1.2% que estimó en noviembre del año pasado.

Por su parte, especialistas consultados por la Encuesta Citi de Expectativas llegaron al consenso de recortar por quinta ocasión consecutiva su pronóstico de crecimiento de 0.3% a 0.2%.

En el mismo sentido, al dar a conocer la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral, el Inegi mostró que México evitó la recesión técnica al registrar un crecimiento marginal de 0.2% en los primeros tres meses de 2025. Un crecimiento que se sustentó en el dinamismo del sector agropecuario, cuyas actividades primarias crecieron 8.1% en términos reales frente al trimestre inmediato anterior. Este repunte compensó la caída de 0.3% en las actividades secundarias y la nula variación de las terciarias, que incluyen comercio y servicios.

Una recesión anunciada

A principios de este año, durante el Seminario Perspectivas Económicas organizado por el ITAM ya se había advertido la debacle de la economía mexicana ante el panorama internacional.

En su participación Guillermo Ortiz recordó que, si salimos de la crisis del año 94 originada por choques internos, de la crisis financiera de 2008 derivada del colapso del mercado subprime y de la crisis de 2020, exacerbada por la pandemia y la figura de Trump, fue gracias a tener finanzas públicas sanas, una política monetaria coherente y un marco constitucional robusto, esa fue la enseñanza, la importancia de mantener estabilidad institucional ante situaciones adversas.

Advirtió que actualmente las finanzas públicas están comprometidas por programas sociales expansivos y una creciente inestabilidad constitucional.

Agregó que en este contexto México enfrenta un panorama débil para negociar el T-MEC, que la llegada de capitales privados se dificulta por la inminente erosión del Estado de derecho e instituciones, e insistió en la necesidad de que se tomen medidas para restaurar la confianza en las estructuras fundamentales del país.

En ese mismo foro, el presidente Zedillo advirtió que el país enfrenta una “tormenta perfecta” y expresó preocupación ante los crecientes desafíos internacionales, especialmente por la cercanía con Estados Unidos. Según Zedillo, la ruptura del orden internacional tendría graves consecuencias económicas para ambos países.

La tormenta perfecta

El entorno internacional y la vulnerabilidad en que nos encontramos por el rompimiento del orden institucional, el Estado de derecho y las actitudes de un gobierno tiránico, que no ha hecho nada para atender el entorno internacional y nacional, afectan directamente la economía nacional.

El gobierno no ha hecho por revertir las circunstancias, por el contrario, las ha agravado y ya empiezan a retirarse los capitales, principalmente de inversión extranjera y el andamiaje del gobierno de Sheinbaum parece servir para regresar los monopolios a la oligarquía mexicana.

En esta dinámica, tal como prevén los analistas y economistas que sí saben, durante el segundo semestre puede ocurrir una caída brutal de la economía y quedaremos en franca vulnerabilidad, como en tiempos de Echeverría y López Portillo. La pregunta es, en caso de que eso pase ¿quién en este gobierno tendría la altura, la capacidad y el apoyo para sacar al país adelante?

Al tiempo.

X:@diaz_manuel