Y es que en verdad no hay oposición, no hay una real y conformada oposición, no existe esa oposición de la que el presidente habla todos los días ni tampoco existen los opositores que él cree que lo atacan…. no hay una oposición realmente consolidada y fuerte y que haga un contrapeso real.

El propio presidente ha dicho que le parecen muy buenos los contrapesos pero en México no hay contrapesos y me duele aceptarlo y me duele decirlo pero no tenemos una oposición, ni tampoco tenemos ningún líder de la oposición; sólo existen líderes de la oposición que creen que lo son porque ellos se han bautizado de esa manera y que lo único que les importa es salir en la televisión, estar a cuadro todo el tiempo y en las portadas de las revistas; poco les falta para dar autógrafos, se sienten rockstars.

Para mí esas personas no son líderes de la oposición, porque les encanta el protagonismo, les encanta el histrionismo y eso no se necesita en un líder de oposición. Tampoco hay ningún partido que sea líder de la oposición hasta ahora: ni Ricardo Anaya, ni Felipe Calderón ni José Antonio Meade ninguno de ellos se ha postulado para ser líder de la oposición no han sido claros ni han sido contundentes y la oposición no es Twitter: la oposición no se ejerce con un par de tuitazos… Si bien es importante y pesa mucho esa red social, se tiene que ir afuera de las redes para realmente hacer una oposición.

El presidente al final de cuentas sabe que somos un país débil, un país que no se levanta. Un país que afortunadamente no quiere sangre, somos pacíficos por naturaleza, entonces ¿de qué manera podríamos consolidar una verdadera oposición? de alguna manera agradezco que exista este espacio en donde puedo expresar mi inconformidad ante el gobierno, es un alivio saber que todavía queda un resquicio de libertad de expresión en este país pero eso no será suficiente, yo no soy suficiente para poder hacer un cambio, necesitamos ser todos y todas realmente organizados.

El presidente sabe que lo último que haríamos es ser organizados, y es lamentable, pero tampoco veo la solución en el 24, no veo que ningún rival pueda opacar a Morena y a ninguno de sus integrantes; así que no es que me rinda, pero a veces siento que pierdo la fe… Yo daría mi vida porque México fuera un mejor país pero creo que nos estamos acostumbrando a que los malos son los que ganan, son los que gobiernan y son los que se quedan, nos estamos derrotando, no estamos encontrando ya salida… Vemos tanta impunidad y tanto cinismo que nos sentimos desarmados, no vamos a cambiar las cosas con un par de tuits, ni con unas líneas escritas, no vamos a cambiar el país si no encontramos lo más pronto posible a una verdadera oposición, un verdadero líder de la oposición porque hace algún tiempo existía un Gilberto Lozano que al final de cuentas hizo algo de ruido, pero el presidente más tarde que temprano se encargó de balconearlo al decir que él no se había quedado a pernoctar en las tiendas de campaña que fueron puestas en la plancha del Zócalo en son de protesta. Es mas, ninguna tienda de campaña estaba ocupada, esa es la oposición de la que se ríe el presidente, de la que se ríen todos los que se encuentran en Morena.

Gilberto Lozano era un loco más queriendo enfrentar a la propia locura. Estamos verdaderamente perdidos, mientras tanto no hay mucho ya por hacer no hay más tuits que cambien este panorama político y social; los opositores que escriben contra el régimen no son opositores, son críticos pero que no hacen ningún cambio ni ninguna diferencia y eso lo sabe el presidente muy bien, no importa las cosas que se digan de él o de sus familiares, las cosas no van a cambiar porque se necesita realmente la posición unida y fortalecida y no nada más a cada rato periodicazos o chismes de revistas de espectáculos …Necesitamos ir más allá, necesitamos preguntarnos qué necesitamos para cambiar, necesitamos accionar pero, ¿cómo y con qué? se los dejo de tarea, yo no doy con la respuesta, quizá ustedes sí.